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Ploder, al borde de la quiebra por el rechazo de la banca al plan de rescate
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OFRECE UNA QUITA DEL 40%

Ploder, al borde de la quiebra por el rechazo de la banca al plan de rescate

En apenas diez días España puede tener otra víctima del ladrillo. Se trata de Ploder Uicesa, que tiene de plazo hasta el próximo día 23 para

Foto: Ploder, al borde de la quiebra por el rechazo de la banca al plan de rescate
Ploder, al borde de la quiebra por el rechazo de la banca al plan de rescate

En apenas diez días España puede tener otra víctima del ladrillo. Se trata de Ploder Uicesa, que tiene de plazo hasta el próximo día 23 para alcanzar un acuerdo con sus acreedores. Fuentes próximas a las negociaciones aseveran que la banca ha rechazado el plan de rescate de la constructora, que, salvo milagro, hincará la rodilla.

 

“O blanco, o negro”. Con esta sentencia resume uno de los negociadores la situación de Ploder Uicesa, que tiene entre sus principales acreedores a Banco Santander, BBVA, Popular y Caja Madrid. No está La Caixa, la única de las cinco grandes entidades financieras a la que no le Ploder no le adeuda, pero si Cajamar, que también se ha visto pillada por este proceso, según distintas fuentes.

Según publicó Efe a principios de enero, la compañía había propuesto pagar a sus  acreedores el 60% de los importes que les adeuda en un plazo de tres años, con lo que deberían renunciar al 40% restante. Una oferta que la banca acreedora ha rechazado de pleno, en una actitud muy criticada por fuentes próximas a la compañía. “Llevamos cinco meses negociando y no dan su brazo a torcer”, explican las mismas fuentes.

Desde otras instancias tampoco se entiende esa postura tan inflexible porque consideran que, “en el caso de no aceptar la propuesta de convenio, se verán abocados a una suspensión de pagos forzosa en la que cobrarán como mucho el 50% de lo que se les adeuda”.  La constructora tiene una deuda próxima a los 350 millones, de los que 240 corresponde a préstamos bancarios.

Ploder Uicesa informó el 23 de octubre del pasado año al Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid del inicio de negociaciones con sus acreedores para evitar que cualquiera de ellos le instara el concurso obligatorio. Con esta medida, la compañía ganaba tres meses de plazo para  llegar a un acuerdo con las partes y un mes más para presentar el concurso. Además, evitaba cualquier responsabilidad legal de sus dueños, entre los que se encuentran la familia Gálvez.

Ploder, que ha rechazado hacer ningún comentario sobre esta información tenía previsto facturar cerca de 1.000 millones de euros tras su integración con Uicesa en 2006.  Pero la crisis de la construcción dejó el proyecto de fusión en agua de borrajas De hecho, la familia Gálvez rompió con el principal accionista de Uicesa, Juan Cortezo, que dejó su puesto de consejero delegado en 2008.

Ahora, el grupo de inmobiliario, de construcción y servicios ha propuesto, además de la quita, ha ofrecido un plan de ajuste que incluye un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del 70% de la plantilla. Asimismo, ha planteado a la banca la venta de algunos negocios, como el de mantenimiento de carreteras, y la cesión de obras que requieren una financiación adicional.  La empresa tiene su sede en Madrid pero cuenta con presencia en Andalucía, Aragón, Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Murcia y Levante.

La compañía se ha puesto de moda en los últimos días por las manifestaciones de algunos de sus acreedores particulares. La más conocida ha sido la del dueño de Jigar SA, que se ha subido a una grúa en la plaza del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (cuyas obras adjudicó a Ploder), para denunciar que tiene pendiente de cobro 150.000 euros, una deuda que le está llevando a la ruina.

En apenas diez días España puede tener otra víctima del ladrillo. Se trata de Ploder Uicesa, que tiene de plazo hasta el próximo día 23 para alcanzar un acuerdo con sus acreedores. Fuentes próximas a las negociaciones aseveran que la banca ha rechazado el plan de rescate de la constructora, que, salvo milagro, hincará la rodilla.

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