Rafa Nadal se enfrenta al sigiloso y "un poquito estúpido" Berdych

No es la primera vez y tampoco será la última. Rafa Nadal (27) y Thomas Berdych (28) se han cruzado varias veces a lo largo de sus carreras y sus enfrentamientos no han dejado indiferente a nadie. Normalmente es el español el que acaba con mejor sabor de boca, no en vano ante el checo conquistó su segundo Wimbledon en 2010 y recuperó el número uno hace algo más de un mes. Aunque no siempre ha sido así. Hace siete años, con Madrid como testigo, Rafa Nadal aseguraba que “Berdych es un jugador un poquito estúpido, mira mal al rival”. Era la tercera derrota consecutiva del mallorquín frente al checo aunque sus palabras surgieron a raíz de un mal gesto del checo a la afición española a la que mandó callar. En aquel momento Rafa avisaba que ya se volverían a ver. El destino se ha encargado de ello en varias ocasiones. Hoy, Londres es el escenario.

Thomas Berdych saltó al circuito profesional en 2002 y desde entonces no ha parado de dejar pinceladas de sus particularidades. El pasado mes de octubre publicaba un vídeo en su perfil de Facebook en el que mostraba cómo entrenaba sus restos: una persona subida encima de una mesa le lanzaba bolas para aprender a manejar la potencia de los saques de sus rivales. Y es que si por algo es conocido Berdych es por la potencia y la fuerza que imprime a su servicio (a veces superior a 200 km/h) y a los golpes que manda desde el fondo de la pista, el lugar idóneo para desarrollar su juego. Capaz de hacer sudar a los mejores, no es conocido por su regularidad en las pistas. Los que le conocen le definen como una persona fría y aseguran que en una cena no sería en el encargado de poner el punto cómico. Algo que intenta cambiar, poco a poco, a través de su cuenta de Twitter donde se muestra honesto, autocrítico y no tiene problemas para reírse de sí mismo.

Sigiloso como un fantasma, en las últimas temporadas, cuando lograba controlar sus nervios, era el jugador con el que nadie quería cruzarse en el circuito. A pesar de no poder presumir de grandes victorias ni de haber ganado alguno de los grandes torneos, el checo lleva tres años asentado entre los diez mejores tenistas del mundo gracias a su constancia, una virtud que le garantiza colarse en la gran mayoría de las rondas finales. Su actuación en la presente temporada está lejos de las expectativas que se pusieron sobre su figura: los cuartos de Australia y Wimbledon han sus mejores resultados. Y aun así ha podido comprarse un billete para Londres por cuarto año consecutivo para jugar con los ocho mejores de la temporada. De momento ha caído ante Wawrinka y ha derrotado a David Ferrer.

El siguiente obstáculo en el O2 Arena es Rafa Nadal. El mallorquín recuperó el número uno del mundo ante el checo en un partido en el que los problemas físicos de su espalda le obligaron a retirarse. Con las rencillas del pasado en el olvido, esta noche Berdych podrá comprobar si el trabajo del entrenador mental que contrató da sus frutos ante el mejor tenista del año.