Dinamarca logra una venganza emocional pero estéril ante España

Suelen decir aquellos que logran el éxito que este siempre es efímero. Que lo importante es mantenerse en la cima y no tanto llegar a ella. Siempre es el campeón al que más ganas tienen, por aquello de que cuando ganas al mejor tu victoria tiene más jugo. Tras la humillación sufrida en la final del Mundial ante España, Dinamarca afrontó el encuentro con el cuchillo entre los dientes. Claudicó España esta vez pero dejó la impronta de gran entereza. Con una victoria el lunes, ante Austria, todo hace indicar que los ‘Hispanos’ volverán a luchar por los metales.

Arrancó con bravura la selección danesa, humillada un año antes en España ante los ‘Hispanos’. Le tenían ganas a esta España de nuevo cuño, terminada la época de Valero Rivera y ya con Manolo Cadenas en la dirección. Con un infierno por pabellón, abarrotado el Jyske Bank Boxen de Herning, con capacidad para 14.000 personas, los españoles no se amilanaron.

Es contradictorio que en una época de crisis para el balonmano español, con la liga Asobal tiritando y los mejores jugadores españoles obligados a emigrar (sólo seis juegan en España, todos ellos en el Barcelona), nuestra selección ha renacido tras unos años entre sombras. Lo demostró en los Juegos Olímpicos de Londres, en los que caía de forma cruel ante Francia en el último segundo de los cuartos de final.

Llegado el Mundial de España, los ‘Hispanos’ tiraron de raza y gran balonmano para alcanzar la final. Allí esperaba Dinamarca, país donde el balonmano es venerado. La federación danesa estima que existen cerca de 900 clubes, con cerca de 113.00 jugadores federados. L a derrota en la final del Sant Jordi (35-18), escoció en el combinado danés. Su técnico, Ulrik Wilbek, se borró de la rueda de prensa tras la final, encolerizado por la derrota. Había sed de revancha para este Europeo.

Encararon los daneses el encuentro desde lo emocional, porque así entendían el envite. De cara a entrar en la lucha por las medallas tenía poca relevancia. Una victoria ante Hungría o Islandia, en el caso danés, o ante Austria o Macedonia, en el caso español, les metía en semifinales. Poco importa también el rival, ya que tanto Francia como Croacia son igual de fieras. En ese sentido era una revancha descafeinada, nada equiparable a la tunda sufrida un año antes en el Mundial.

Aguantó muy bien la primera parte España, entera pese a verse obligada a atacar en estático y no a la carrera, como gusta a los de Cadenas. Mordían en defensa, aunque se veían penalizados por el menos acierto ofensivo. Los daneses celebraban cada tanto con rabia, como si cada gol fuera un golpe de moral en el equipo, lastimado desde el último Mundial. Al descanso el electrónico reflejaba un ajustado 16-14.

Tras los vestuarios emergió la figura del guardameta danés Niklas Landin, que con un 40% de acierto, impidió que el ataque de España fluyera como acostumbra. Con la derrota final, España mantiene intactas sus opciones. Una victoria ante Austria el lunes significaría muy posiblemente el pase a semifinales. Dinamarca quería sangre y sació su sed revancha ante una afición con tantas ganas de venganza como el combinado.

Ficha técnica:

31 - Dinamarca: Landin; Lindberg (2p), Christiansen (2), Toft Hansen (3), Thomsen (2), Mensah Larsen (1), Eggert (3, 2p) -equipo inicial- Green (ps), Mogensen (3), Mortensen (-), Spellerberg (-), Knudsen (4), Svan Hansen (1), Mollgaard (-), Sondergaard (5) y Mikkel Hansen (5)

28 - España: Sierra; Víctor Tomás (4, 2p), Maqueda (-), Sarmiento (1), Cañellas (3, 1p), Ugalde (1), Gedeón Guardiola (1) -equipo inicial- Pérez de Vargas (ps), Gurbindo (-), Rocas (4, 2p), Raúl Entrerríos (4), Andreu (1), Morros (2), Ruesga (-), Antonio García (5) y Rivera (2)

Marcador cada cinco minutos: 3-2, 6-5, 8-7, 10-10, 13-13 y 16-14 (Descanso) 19-16, 21-18, 24-20, 26-21, 28-22 y 31-28 (Final)

Árbitros: Nikolic y Stojkovic (SRB). Excluyeron por dos minutos a Mollgaard, Toft Hansen (2) y Mikkel Hansen por Dinamarca; y a Antonio García y Maqueda por España.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo I de la segunda fase del Campeonato de Europa de Balonmano de Dinamarca 2014 disputado en Jyske Bank Boxen de Herning ante 14.000 espectadores. Lleno.