Romano Fenati, el elegido por Valentino Rossi para devolver la gloria a Italia

Hace cinco años que Italia escuchó por última vez su himno en honor a un campeón. Éste era, cómo no, Valentino Rossi. El de Urbino levantaba su noveno Mundial, el séptimo en la máxima categoría y aunque “gallina vieja hace buen caldo” pocos se imaginaban lo que estaba por llegar. Jorge Lorenzo, Casey Stoner, Marc Márquez y, sobre todo, su paso por Ducati lastraron los éxitos de Rossi y, en consecuencia, el dominio de Italia en un Mundial donde el acento más de moda es el español. Valentino se ha propuesto devolver aquellos días de vino y rosas a su país y lo que era un rumor se hizo realidad el año pasado: el piloto de Yamaha daba forma a su propio equipo en Moto3 y elegía a Romano Fenati (18) como líder. La gran promesa italiana tiene el beneplácito de Rossi para volver a colocar a Italia en primera fila.

A este piloto pequeño y corpulento le sobra talento. El problema es que no ha sido hasta la presente temporada cuando lo ha podido demostrar. Natural de un pueblecito llamado Ascoli Picano situado cerca del Mar Adriático y de donde es embajador, Romano se proclamó campeón de Europa en 125cc en 2011. Un año después y bajo la protección y el amparo de la Federación Italiana, debutó en el Mundial con el Team Italia FMI. Su calidad no se hizo esperar: fue segundo en Qatar, la primera cita del año, y la victoria llegó en Jerez, una carrera después de haber dejado bocas abiertas a su paso por Losail. En aquel momento, hasta el propio Fenati confesaba que lo sucedido en el inicio del Mundial 2012 había sido “toda una sorpresa”.

Tras un año espectacular al que añadió un par de podios más, a Fenati le tocó sufrir con la FTR-Honda que era inferior a las KTM de sus rivales. La temporada se complicaba carrera a carrera y el italiano no conseguía ser competitivo. Las victorias se antojaban como una sensación lejana para un piloto que no tenía reparos a la hora de asegurar que lo mejor de su profesión es ganar. La esperanza de Italia comenzó a ver la luz al final del túnel cuando en el horizonte surgió la figura de Valentino Rossi. El nueve veces campeón del mundo puso sobre la mesa de Fenati la posibilidad de subirse encima de una moto rápida y fuerte que en el carenado llevaba Sky VR46.

La intención del piloto de Yamaha no era otra que dar visibilidad y un empujón a los corredores italianos y que mejor elección que la promesa del motociclismo de su país: “La idea principal es formar a jóvenes talentos, aquellos que realmente lo merecen. Trabajaremos sólo con pilotos italianos, tanto en el equipo como en la VR46 Racing Academy. El proyecto nació, como tantas otras cosas, por diversión así que no creo que ganemos dinero. El objetivo es no perderlo”. El Valentino Rossi ‘jefe’ cuida todos los detalles; tanto que el jefe de mecánicos es el primero que le acompañó cuando aterrizó en el Mundial, Rossano Brazzi. Tampoco pierde de vista a sus pupilos y lo hace desde el muro, siguiendo cada una de sus trazadas en las carreras del Mundial.

Hasta el momento, Fenati ya le ha dado un par de alegrías a su jefe. La gran esperanza italiana llevaba dos años sin saborear la victoria: primero lo hizo en Argentina y ayer, en Jerez, el trazado que fue testigo de su primer triunfo. Un resultado que tuvo como aliciente dejar a Jack Miller fuera del podio, una imagen que no se había visto en lo que va de temporada. El australiano ya siente el aliento del italiano que ha reducido distancias hasta situarse a cinco puntos del líder. Italia vuelve a escuchar el ‘Fratelli’ en los circuitos del calendario… aunque en Argentina se confundieran e hicieran sonar ‘La Marsellesa’.