Márquez: "No ha sido un año aburrido, hemos acabado arriba hasta en caídas"

Poco importó el frío y la lluvia que caía sobre Cervera. Este sábado era un día para celebrar, el pueblo entero estaba de fiesta porque su vecino más ilustre les había reservado ese día para celebrar con ellos que es campeón del mundo. Marc Márquez quería compartir con todos los cerverinos que le han visto crecer una gesta histórica y la gente se echó a la calle tiñendo de rojo una localidad de más de 9.000 habitantes: camisetas, banderas en las ventanas con el 93 y un cartel tras otro felicitando al campeón. Antes de que el piloto de Honda desatase la locura en una rúa que tuvo como colofón un concierto, pasó por el Bona Teca. Allí se encuentra la sede de su club de fans y fue el lugar elegido para atender a los medios. Junto a su hermano Álex,y con su habitual sonrisa y humildad que le caracterizan, repasó una temporada escrita con letras de oro en la historia del motociclismo. En la citada rúase formó de forma espontánea una escolta para el piloto, con mucha gente montada en sus motos particulares. También hubo fuegos artificiales.

Aplausos. Eso es lo primero que escuchó Marc minutos antes de ponerse ante los micrófonos de los medios. Ni él ni su hermano esperaron para dar las gracias al ‘fan club’ (liderado por su tío Ramón) y transmitir su deseo de disfrutar del día a pesar de que el tiempo no acompañaba. “Es una lástima”, señalaba el campeón de MotoGP que destilaba complicidad, bromas y risas con su hermano pequeño. De vuelta en casa confesaba que siempre se ha sentido “bien recibido y cada vez veo más la importancia de haber ganado un título de MotoGP. Cuando llegué y vi los carteles, las banderas… hace mucha ilusión. Y no sólo el pueblo, toda la gente a la que ya he visto y que aunque esté lloviendo, ha venido a apoyar”.

¿Y cómo está llevando el éxito? Asegura que lo está digiriendo “bastante bien, soy el mismo Marc de siempre. En casa tienen permiso para bajarme de esta nube y hacer que ponga los pies en suelo. Voy poco a poco, lo estoy saboreando, lo importante es disfrutar de los buenos momentos porque los malos ya vendrán”. Y ahí es cuando Álex, entre risas, asegura que su hermano “está muy pesado, se le han subido los humos. No, es mentira, está igual que siempre y es lo que le hace marcar la diferencia” mientras Marc asegura que Álex “está más contento él que yo”. No queda ni rastro de un año “nada aburrido. Cada carrera pasaba una cosa y por una cosa u otra, mi nombre siempre salía. Lo importante es que hemos acabado arriba en muchas cosas, incluso en número de caídas, y he aprendido mucho. Ha sido un título inesperado para mí y para el equipo a pesar de que poco a poco veíamos las opciones, pero nos costó”.

Un sueño prematuro

La precaución ha reinado a lo largo de toda la temporada. En el box de Honda apostaron por ir carrera a carrera y por eso Marc asegura que el título “es un sueño hecho realidad mucho más pronto de lo que creía; quizás por eso tampoco esperaba lo que está pasando. Todo ha pasado muy rápido y una vez que lo hayamos celebrado bien, cuando haya pasado un poco el tiempo, en las Navidades, acabaré de pensar todo esto mejor. Y es que no sólo ha sido ganar en MotoGP, mi objetivo siempre había sido lograr el título en las tres categorías”. Márquez asegura que lo más complicado del año fueron “las seis primeras carreras, Montmeló me costó mucho y luego fuimos a Motorland a hacer un test y todo mejoró un poco”. Con el trofeo aún reciente, Marc no puede evitar pensar en la próxima temporada: “La presión será mucho mayor, todo será mucho más difícil porque te observarán y estarán más pendientes de ti. Ahora ya no hay excusa porque hemos ganado; es un inconveniente pero es mejor estar en esta situación que no en otra”. El campeón cree que lo va a tener “igual de difícil con Jorge, Dani y todos los que suben porque pueden hacer cualquier cosa; eso ya está demostrado”. Nadie mejor que él para asegurarlo.

Dos rivales que se necesitan

Con el nombre de sus dos principales rivales sobre la mesa, a Marc le hicieron elegir a uno de ellos para invitarle a comer los famosos caracoles de su tierra. Tras una carcajada aseguró que escogería “a Dani” y dos días después de haber escuchado a Lorenzo asegurar que Márquez le ha hecho mejor piloto, el de Honda asegura que “es un orgullo que Jorge diga que le he hecho firmar una de las mejores temporadas de su carrera porque hace cinco años yo le veía por la tele ganar títulos de 250cc y yo ni estaba en el Mundial. Claro que nos ayudamos el uno al otro a ser mejores, como antes lo hizo Pol en Moto 2 o Nico Terol en 125. En cada categoría he tenido que luchar con los mejores y si el título lo hubiese ganado él, sería merecido”.

Márquez ha servido para que todo el mundo sepa situar Cervera en el mapa. Tanto es así que será nombrado hijo predilecto de la localidad leridana y ya trabajan para que tenga su propia calle. “No será peatonal, habrá circulación para que se oigan rugir las motos en Cervera” aseguraba Ramón Royes, alcalde de la población, en una entrevista al diario AS. El protagonista asegura que no se esperaba “ser hijo predilecto, es un orgullo y hace ilusión” para volver a recordar que “en los circuitos soy Marc Márquez, pero aquí son el Marc de toda la vida y a eso ayuda estar con la familia y los amigos”. Después de haber sido el más rápido en los test de Valencia y antes de meterse de lleno a preparar la temporada que viene, Marc Márquez podrá disfrutar del merecido descanso del guerrero. Y lo hará en Cervera, en su casa, como un chico ‘normal’ de 20 años que sigue haciéndose la cama, poniendo la mesa y recibiendo una colleja cuando no hace las cosas bien.