España se reencuentra con viejos fantasmas mundialistas

Sorpresa, vértigo, desilusión, fracaso, palo... hagan suyo el calificativo a aplicar al estreno de España en el Mundial de Sudáfrica. Perder ante Suiza no entraba en los planes de nadie y menos aún de los suizos que celebraron el triunfo como una fiesta. Lo vivido en Durban ya ha pasado en muchas ocasiones por la mente de los españoles. Es cierto que aún hay tiempo de rectificar, pero el inicio no ha podido ser peor. Así lo vivimos en El Confidencial.

 

El gol de Fernandes deja a España muy tocada y con la necesidad de ganar a Honduras y Chile con suficiencia, porque de lo contrario el regreso a España puede adelantarse en casi tres semanas. No se puede negar que España buscó el triunfo desde el primer minuto, algo que ratifica el 63% de posesión del balón, pero su juego no fue el de otras ocasiones y esa ausencia de brillantez obliga a todos a pensar en episodios pasados. Es inevitable.

 

La primera parte se convirtió en un monólogo, un recital de un solista que se dedicó a cantar sin parar pero que en ningún momento entusiasmo a su público. Y es que España acosó, agobió, pero lo hacía a cámara lenta, le costaba meterse en el Mundial, en la competición. El balón circulaba por el campo suizo, no conocía a Casillas, pero se perdía en excesivos toques planos, sin cambios de ritmo, sin profundidad. Dominaba, pero las sensaciones que se desprendían del pésimo césped del estadio de Durban no era buenas.

 

Los metros finales fue la nota pendiente

 

Un par de ocasiones, una de ellas de Villa en la que quiso salir por la puerta grande y se olvidó de asegurar el gol, y otra de Piqué, fueron los méritos de España. Poco para una selección que aspira a romper con la historia y ganar su primer Mundial. La falta de velocidad en los metros finales, impedían una y otra vez que el peligro se acercara hacia la portería de Benaglio.Tan sólo Iniesta parecía el único argumento válido para generare peligro. El resto se limitaban a esperar la genialidad del azulgrana. Nada más salvo el toque horizontal y sin profundidad. Los suizos se sentían cómodos. La teoría era muy sencilla, defendían sin agobios y pensaban que ya llegaría su momento.

 

Lo que no esperaba nadie es que esa oportunidad iba a llegar tras el descanso, justo cuando España parecía que había metido una velocidad más al juego. La Roja seguía ejerciendo de dueña del juego, pero un fallo de Busquets al no seguir con la marca de Derdiyok y una indecisión de Casillas permitió que Suiza sembrara el pánico entre los de Del Bosque e hiciera pensar en pasados y recientes fracasos españoles en el Mundial. Fernandes, delantero del Saint Etienne francés, sacó provecho de los fallos y de varios rebotes que le dejaron solo ante Casillas.

 

Torres y Navas imprimieron más velocidad a España

 

El gol propició que Del Bosque se acordara de Torres y Navas y cambiara el dibujo del equipo. El jugador del Sevilla metió velocidad, descaro y atrevimiento al equipo español, algo de lo que había carecido hasta el momento. El del Liverpool fijó más a la defensa suiza y se dejó caer a las dos bandas. Las oportunidades se sucedían. Torres, Navas, Xabi pero el problema es que España dejaba mucho espacio para que los suizos aparecieran con metros por delante. Fernandes se disfrazó de Drogba y Deriyouk de Gerrard para sembrar el pánico en las dos ocasiones que desafiaron a Casillas.

 

Ante la falta de gol, España no veía otra manera de crear peligro que con la velocidad de Navas. Todos buscaban al andaluz, pero Ziegler le obligaba a centrar sin dejarle espacio para que velocidad rompiera a la defensa suiza que por momentos estaba formada hasta por ocho jugadores.

 

Es cierto que España fue fiel a su estilo y que buscó el gol hasta el final y lo hizo sin dejar atrás su estilo, pero el inicio del Mundial parece haber puesto plomo en las botas de los internacionales españoles que ven como todo se complica, que lo fácil ya no es tan sencillo y que el paseo que anunciaban algunos se ha iniciado con una calle muy cuesta arriba.

 

Ficha técnica

 

0 - España: Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila, Busquets (Torres, m.61), Xavi, Xabi Alonso, Silva (Navas, m.61), Iniesta (Pedro, m.77) y Villa.

1 - Suiza: Benaglio, Lichtsteiner, Senderos (Von Bergen, m.35), Grichting, Ziegler; Barnetta (Eggimann, m.92), Inler, Huggel, Gelson Fernandes; Derdiyok (Yakin, m.79) y Nkufo.

Gol: 0-1, M.52: Fernandes.
Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Grichting (m.30), Ziegler (m.73) y Yakin (m.94).
Incidencias: Partido disputado en el estadio Moses Mabhida de Durban ante 62.453 espectadores. Asistieron, entre otras personalidades, los Príncipes de Asturias, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky.