El Barcelona se cansa del runrún del United y pide a Cesc que se decida

“Prefiero que Cesc se quede, pero hay una parte que decide él”. Esta son las palabras con las que el nuevo entrenador del Barcelona GerardoMartino volvió a insistir que Fàbregas es parte importante de su proyecto. Lo dijo el día de su presentación (“es mi fichaje”) y lo repitió tras la goleada al Santos (8-0) en el Gamper. Clara la postura del técnico argentino y del club, falta ahora saber de boca del propio protagonista cuáles son sus intenciones.

En este sentido, el Barcelona espera que Cesc Fàbregas salga al paso de todo lo que se está publicando y aproveche la gira por Asia -hoy están en Israel y han visitado el muro de las lamentaciones en Jerusalem-para dar una rueda de prensa en la que confirme de propia voz lo que su entorno y él mismo han dejado deslizar desde que el ManchesterUnited entra en acción para hacerse con sus servicios: se queda. El club quiere que terminen las especulaciones y decida dónde jugará la temporada que arranca en breve.

Fàbregas tiene claro que está ante su última gran oportunidad de conseguir triunfar en el Barça y quiere intentarlo pese a que ni Guardiola ni sobre todo TitoVilanova están ya al mando. Con ellos tenía un compromiso moral tras la decisiva apuesta que hicieron para que volviera a Can Barça. Con el ‘Tata’ nada le une ahora más que las buenas intenciones del técnico. Pero, claro, el jugador no es ajeno a las tentaciones que llegan desde OldTrafford, donde DavidMoyes le da mando en plaza, cosa que no sucede en Barcelona, y una ficha más que generosa.

La idea de volver a jugar en la Premier ronda en la cabeza de Cesc. Allí, de la mano de Wenger y el Arsenal, se convirtió en uno de los mejores jugadores del mundo y más cotizados. Una añoranza que ha crecido después de que en Barcelona no terminara de cuajar como esperaba. Dos temporadas irregulares que le han llenado de dudas.

Quizá por todo ello su representante DavidDein no ha cerrado definitivamente la puerta al United, que sigue empeñado en desembolsar el dinero que haga falta para convencer a Cesc de que su futuro está en Manchester. Tanto, que el equipo inglés está dispuesto a subir los 40 millones que hizo en su última oferta (la segunda desde el mes de junio).

Mientras Cesc Fàbregas se pronuncia, muchos de sus amigos en la plantilla, el primero GerardPiqué, ya han salido al paso destacando que “está feliz en el Barça y no creo que se vaya a marchar”. O como destacó Xavi: “Es un jugador importante para el Barcelona y lo sabe. Le veo muy a gusto”. En el club, sin embargo, quieren que de ser todo cierto sea el propio futbolista quien dé un paso al frente y zanje de una vez el asunto. En un sentido u otro.