El Barcelona pagó 40 millones de comisiones en el fichaje de Neymar

Globoesporte puso en duda las maneras y formas de la selección española durante la pasada Copa Confederaciones. Sus informaciones tuvieron como consecuencia una denuncia por parte de los jugadores. Ahora, el grupo de comunicación brasileño O Globo cuestiona la cifra oficial dada a conocer por el Barcelona respecto al traspaso de Neymar. De los 57 millones de euros anunciados, la cuantía oficial ha quedado reducida a 17 millones. El resto, se supone, se ha dirigido al pago de diferentes comisiones. FIFA recomienda que en este tipo de operaciones el porcentaje no exceda nunca del diez por cierto, indicando que la cifra idónea es la del cinco por ciento.

Freixa, portavoz de la entidad azulgrana, habló de 57 millones de euros, cifra cuestionada por otras informaciones. Ahora el citado medio brasileño ha dejado en evidencia las cuentas del club presidido por Sandro Rosell. Tal cual prueban con el documento oficial del traspaso, el Barcelona pagó tan solo 17,1 millones de euros por el 100% de los derechos de Neymar. De esa cantidad, 9,3 millones de euros los ingresó el Santos y el resto se dividió entre los grupos empresariales que también tenían los derechos del jugador, DIS (40%) y Teisa (5%).

La cantidad puede parecer, al margen de lo dicho desde el Camp Nou sobre el precio de la operación, escasa por el jugador del que se trata, pero no hay que olvidar que el acuerdo se alcanza con un solo año más de contrato de Neymar con el Santos y con un acuerdo sellado y cerrado con el Barcelona, para el momento en el que finalizara el vínculo con el club brasileño. El margen para justificar un precio elevado de la operación era más bien escaso.

El contrato hecho público por Globoesporte siembra duda sobre el destino de los otros 40 millones de euros que según el Barcelona pagó por el delantero brasileño. Si Santos reconoce el pago de 17 millones, el resto ha ido a parar, supuestamente y a la espera de lo que diga la entidad azulgrana, a pagar comisiones y a comprar voluntades, las del jugador, el padre y el famoso entorno que siempre ha tenido el jugador que volvió loca a la defensa de España en la final de la Copa Confederaciones. Además, diferentes fuentes apuntan a que el precio final de la operación se acercaba, y mucho, a los 90 millones de euros, cantidad nunca reconocida por el portavoz del Barça.

Según Radio Globo, la operación se inició con una propuesta del Barcelona de 16,5 millones de euros. Al final, Rosell aceptó la propuesta de Santos y subió el dinero ofrecido, haciéndose cargo de los 171.000 euros que tenía la operación en concepto de costes administrativos. En el acuerdo también se refleja la disputa de dos amistosos. Uno en Barcelona, cuyos gastos de desplazamiento del equipo brasileño correrían por cuenta de la entidad azulgrana, y un segundo encuentro a disputar en Santos. En caso de no poder celebrarse, el Barcelona debería pagar 4,5 millones de euros, a los que habría que añadir otros 2 millones más en caso de que Neymar figurara entre los tres mejores jugadores del mundo en los próximos cinco años.  

En el documento no aparece por ningún lado, ni por aproximación, el destino de los otros 40 millones de euros que el Barcelona ha reconocido como pago del traspaso. Tal y como ha reconocido a El Confidencial un dirigente de otro equipo que estuvo interesado en su fichaje: "Si nos hubiéramos plegado a las exigencias y las hubiéramos aceptado, se habría traspasado el límite de lo legal. En ningún momento era una operación clara".

Hay que recordar que el Real Madrid llegó a tener, en el verano de 2011, un acuerdo firmado con Neymar que nunca fue hecho efectivo. El cariz que tomaron las conversaciones y diferentes movimientos hechos por el entorno del jugador, llevó al club blanco a retirarse de esa puja, "para no equivocarnos", sentencian desde la zona noble del Bernabéu.

Ese contrato existe y está en una caja fuerte de un despacho de abogados de Sao Paulo. El parón en las negociaciones y los giros inesperados coincidieron con la aparición en escena de Sandro Rosell en la Copa América y, en especial, de la presencia de André Cury, intermediario clave en que el futuro de Neymar haya terminado siendo azulgrana.