Simeone obligó al club a asegurarle el camino hacia la grandeza

"Poco a poco se ha recuperado la grandeza pero en este club ya no estaban acostumbrados a ganar". De esta manera, alguien muy cercano a todo el proceso resumía el contexto en que se han desenvuelto las negociaciones entre el Atlético y Diego Pablo Simeone para la renovación del contrato del técnico argentino. De ahí que se haya dilatado tanto en el tiempo la confirmación de una noticia que todos daban por hecha. Y es que las altas pretensiones deportivas del Cholo necesitaban la confirmación por parte de la zona noble de que satisfacerlas en la ribera del Manzanares sería posible. Y los dirigentes, obligados a prometerlo, siguen abrumados ante tantas ansias de gloria.

En la presentación del acuerdo este miércoles en el Vicente Calderón, el presidente Enrique Cerezo habló de "la estabilidad y la ambición" que ha traído el argentino. Simeone repitió las prudentes ideas que ya son habituales en sus comparecencias públicas, pero mandó un mensaje nuevo que esconde la clave de todo su proyecto: "Deseamos que siempre aumente la competencia interna del equipo porque sólo a partir de ahí se puede crecer".

Desde el entorno del entrenador, sabedores de las erráticas planificaciones que durante años ha llevado a cabo el Atlético, lo explican de otra manera en privado: "No puedes ir a jugártela contra el City o el Milan con los restos que te queden de lo que fue un gran año o con un equipo a medio hacer". En las conversaciones previas a la firma no se habló de fichar a tal o cual estrella a golpe de un talonario que se encuentra con muy pocas hojas en blanco a estas alturas, sino que el entrenador hizo hincapié en la necesidad de tener un plan deportivo claro que marque el rumbo a dónde ir y permita a su vez hacerlo viable en lo económico. Lo importante es que si hay poco dinero, que ni un euro sea malgastado por la improvisación o el capricho del mercado. Y el Cholo pide que, como ocurre desde que él llego, todos los estamentos del club sigan remando hacia la misma dirección y de manera coordinada para ir avanzando "escalón a escalón", expresión que usó ayer.

Si el objetivo de la entidad es entrar en Champions League sí o sí por motivos económicos principalmente, el entrenador rojiblanco aporta a esa prioridad el deseo y la necesidad de conseguir más éxitos en el campo y no conformarse con un logro, estar entre los cuatro primeros de la Liga, que ve natural atendiendo a la historia del Atlético. Como ya explicamos aquí hace meses, la ambición de Simeone ha espoleado a toda la institución y, a día de hoy, su carisma sigue estando por delante de los dueños del club. Éstos han tenido que garantizarle al jefe del cuerpo técnico que pase lo que pase en el apartado de bajas, el equipo que se conforme para el próximo año tiene que estar a la altura de la actual plantilla o, incluso, mejorarla.

Cláusulas de 'equipo pequeño' 

Cuando Simeone, que siempre deseó firmar un contrato largo, logró que se le aseguraran estos puntos que cree innegociables, despejó cualquier duda acerca de su continuidad. El club aceptó darle varias temporadas por adelantado a cambio de incluir unas curiosas cláusulas que permitan a cualquiera de las partes romper el acuerdo sin demasiados sufrimientos si vienen mal dadas. Condicionantes contractuales que algunos han catalogado como más típicos de un 'equipo pequeño' y con poca seguridad en sí mismo.

Pero por otra parte, el blindar al técnico tantos años permite al Atlético, equipo que desde la llegada de Jesús Gil en 1987 jamás se había comprometido tanto con un entrenador, una posición sobre el futuro de Simeone idéntica a la que se suele tener sobre un jugador de campo. Es decir, si llegado el caso el Inter de Milán, por ejemplo, siguiera dando la lata con ficharlo, el club madrileño podría sacar tajada si las deudas acuciaran más aún sus inestables arcas. Algo que con una renovación año a año nunca pasaría.

Y si el panorama deportivo cambiara radicalmente dentro de unos meses y los resultados comenzaran a ser negativos, Simeone y su cuerpo técnico tienen asumido que no se les caerían los anillos. Reconocerían su parte de culpa y facilitarían su marcha para buscar después un destino donde las enormes ambiciones de Simeone sí puedan cumplirse.