Es noticia
Íñigo Martínez reincide y marca otro golazo desde su propio campo
  1. Deportes
  2. Fútbol
REPITIÓ EL MISMO GOL ANTE EL ATHLETIC DE BILBAO PERO NO SIRVIÓ PARA GANAR EL DERBI VASCO

Íñigo Martínez reincide y marca otro golazo desde su propio campo

Con el tiempo reglamentario cumplido, un balón inocente llegó a las botas de Íñigo Martínez. El jugador de la Real Sociedad lo vio claro y enlazó

Con el tiempo reglamentario cumplido, un balón inocente llegó a las botas de Íñigo Martínez. El jugador de la Real Sociedad lo vio claro y enlazó un zurdazo desde su propio campo que cruzó el del rival, el Betis de un Mel ratificado 'in extremis' por el Consejo. El balón voló, superó a Casto que estaba demasiado adelantado y se encontró con el larguero que no fue rival para el esférico que acabó besando las redes. Golazo. Probablemente el mejor de la jornada. Y no sólo eso. El tanto de Íñigo daba la victoria a una Real que daba por bueno el empate en Sevilla después de haber ido por delante en el macrador (0-2) y haber visto cómo los béticos empataban el encuentro.

No es la primera vez que el defensa central deleita a los aficionados con un gol de estas características. En el derbi vasco, Iraizoz sufrió en primera persona las maneras de Martínez. Una vez más, desde su propio campo, disparó a portería pero no pudo ayudar a su equipo que cayó ante los 'leones' 1-2 en Anoeta. La decepción vivida en su propio campo contrasta con la explosión vivida en Heliópolis dando la victoria a la Real, un resultado que no conseguían desde hace más de dos meses.

Poderoso, lejano y preciso. Así son sus golpeos que recuerdan a los que salían de las zurdas brasileñas. Pero no se trata de una casualidad. La Real Sociedad tenía muy bien estudiado a Casto, cancerbero bético. Sabían que jugaba bien pero que tendía a hacerlo lejos de la portería y que a partir de ahí podía surgir la oportunidad para que Íñigo sacase su zurda mágica. Sólo había que esperar. El defensa central había estado ensayando sin descanso y las circunstancias le favorecieron en el minuto 91. Lo vio antes que nadie, arriesgó y ganó. Martínez puso punto y final a un partido de locos con un gol que será recordado por todos y que ocupará un lugar privilegiado en las hemerotecas. Ahora lo difícil será volver a repetirlo aunque ya ha demostrado que imposible no es.

Con el tiempo reglamentario cumplido, un balón inocente llegó a las botas de Íñigo Martínez. El jugador de la Real Sociedad lo vio claro y enlazó un zurdazo desde su propio campo que cruzó el del rival, el Betis de un Mel ratificado 'in extremis' por el Consejo. El balón voló, superó a Casto que estaba demasiado adelantado y se encontró con el larguero que no fue rival para el esférico que acabó besando las redes. Golazo. Probablemente el mejor de la jornada. Y no sólo eso. El tanto de Íñigo daba la victoria a una Real que daba por bueno el empate en Sevilla después de haber ido por delante en el macrador (0-2) y haber visto cómo los béticos empataban el encuentro.