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El próximo Consejo podría dejar a Enrique Cerezo fuera de la presidencia del Atlético
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GIL MARÍN ESTÁ DISPUESTO A TERMINAR CON LA BICEFALÍA DE LA ENTIDAD ROJIBLANCA

El próximo Consejo podría dejar a Enrique Cerezo fuera de la presidencia del Atlético

El Atlético de Madrid busca la paz institucional, un orden nuevo dentro de la entidad. Una vez que se ha conseguido la tranquilidad deportiva de la

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El próximo Consejo podría dejar a Enrique Cerezo fuera de la presidencia del Atlético

El Atlético de Madrid busca la paz institucional, un orden nuevo dentro de la entidad. Una vez que se ha conseguido la tranquilidad deportiva de la mano de Gregorio Manzano, ahora quiere la social. Ya el pasado verano se empezaron a trazar las líneas maestras del dibujo del que tiene que ser un nuevo club. Enrique Cerezo fue el gran perjudicado del Consejo de Administración celebrado al cierre de la pasada campaña y en el que se celebrará en dos semanas, podría quedar relegado de sus funciones de presidente de una manera definitiva. Además, el propio Cerezo también está buscando una salida y no da la espalda a una venta del porcentaje de acciones que tiene en el capital de la entidad.

La idea que maneja Miguel Ángel Gil es la de ir asumiendo más control del club como primer accionista de la entidad. Suyo fue el ordinamiento del mes de junio, en el que restaba poder a Cerezo y en el que decidió dividir el club, la empresa como tal en diferentes parcelas con autonomía y en las que el presidente apenas tiene poder de decisión. Gil Marín quiere que Cerezo continúe pero exclusivamente para los asuntos de representación ante organismos oficiales. Nada más. En caso de no aceptar le mostrará la puerta de salida. Gil Marín pretende terminar con esa bicefalia que en nada ha beneficiado al Atlético de Madrid y a su gestión en la última década. De hecho, el todavía presidente no oculta que está dispuesto a vender sus acciones en cualquier momento. La condición que pone es recuperar los 18 millones de euros que ha puesto en juego.

Gil Marín no termina con el cambio en el reparto de funciones en el Atlético, ya que es de los dirigentes que más está luchando por el cambio en la Liga de Fútbol Profesional, separando la Primera de la Segunda para quitar protagonismo a los equipos pequeños en la toma de decisiones y, por extensión, restar poder a Real Madrid y Barcelona, aliados de los modestos.

 

Sanear las cuentas para evitar la Ley Concursal

El próximo martes tendrá lugar una nueva reunión en la LFP con el fin de dar el paso y conseguir lo que quieren Atlético, Sevilla y Villarreal principalmente. Gil Marín ha llegado a comunicar, por escrito, a sus compañeros en la LFP la necesidad de encontrar un nuevo escenario para evitar el concurso de entidades como la suya. Y es que esa es la otra batalla que está manteniendo el Atlético. El máximo accionista rechaza la posibilidad cuando mucha gente le está animando a que acuda a la citada Ley. Gil Marín cree que podría ser el fin, el adiós a la ambición rojiblanca y una muestra de debilidad.

Para no dar ese paso se basa en la mejora de los números, que siguen siendo preocupantes pero con mejor cara. Gran parte del dinero recaudado con los traspasos de De Gea y Agüero han ido a parar a saldar la deuda con Hacienda, pero lo que invita a pensar en un panorama algo más despejado es el coste de la plantilla, con una importante reducción en sueldos por las salidas de Forlán y Kun. El único sueldo que se acerca a ellos es el de Diego. Un año, cinco millones.

El Atlético de Madrid busca la paz institucional, un orden nuevo dentro de la entidad. Una vez que se ha conseguido la tranquilidad deportiva de la mano de Gregorio Manzano, ahora quiere la social. Ya el pasado verano se empezaron a trazar las líneas maestras del dibujo del que tiene que ser un nuevo club. Enrique Cerezo fue el gran perjudicado del Consejo de Administración celebrado al cierre de la pasada campaña y en el que se celebrará en dos semanas, podría quedar relegado de sus funciones de presidente de una manera definitiva. Además, el propio Cerezo también está buscando una salida y no da la espalda a una venta del porcentaje de acciones que tiene en el capital de la entidad.