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Mourinho regala una hora al Deportivo y acerca aún más la Liga a Barcelona
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EL PORTUGUÉS TARDÓ EN CAMBIAR JUGADORES Y EL ESQUEMA DE SU EQUIPO

Mourinho regala una hora al Deportivo y acerca aún más la Liga a Barcelona

Mourinho tardó una hora en reaccionar y su equipo lo ha pagado con un empate ante el Deportivo, el escenario de los grandes fracasos blancos en

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Mourinho regala una hora al Deportivo y acerca aún más la Liga a Barcelona

Mourinho tardó una hora en reaccionar y su equipo lo ha pagado con un empate ante el Deportivo, el escenario de los grandes fracasos blancos en la última década. El técnico decidió dar entrada a Kaká en el once, sentando a Di María en el banquillo. Con esta maniobra renunció al juego por banda y atascó a su equipo en toques y más toques por el centro, justo lo que más beneficiaba al Deportivo.

 

La entrada del argentino revolucionó a su equipo. Ese cambio llegó en forma de dos tiros a los palos, pero lo hizo tarde para los intereses blancos. Los de Lotina crecieron según pasaban los minutos. Aranzubía, espléndido y seguro en todo momento, fue la referencia de la solidez defensiva de su equipo. En los últimos instantes, el Real Madrid encerró al Depor y hasta incluso se puede hablar de polémica por una posible mano en el área gallega en una jugada muy confusa. El empate final deja en nada el empate del Barcelona ante el Sporting de dos semanas atrás. Si antes los siete puntos de ventaja de los azulgrana parecían un mundo, con dos jornadas menos por delante para el término de la Liga, la distancia vuelve a dar la sensación de irrecuperable para los blancos.

El Real Madrid inició el partido ante el Deportivo con la obligación de tener ganar. El empate no valía para los blancos por la cómoda victoria del Barcelona en Mallorca. Mourinho se encontró con el escenario del que tanto se quejó en la rueda de Prensa anterior al choque. El equipo azulgrana juega antes, gana y va y presiona a sus jugadores. Los madridistas lejos de salir motivados por los tres nuevos puntos sumados por los de Guardiola, se vieron lastrados por la distancia con su único rival en la pelea por el título. Cierto es que dominaron desde el primer minuto y que incluso la alineación, al menos sobre el papel, invitaba a pensar en un juego fluido y con llegadas a la portería de Aranzubía. 

El problema es que ese dominio se iniciaba en el terreno del Deportivo, el equipo de Lotina apenas salía de su territorio ya que la pelota no le duraba más allá de dos toques, pero en cuanto se acercaban al área del portero goleador, el telón caía y los blancos eran incapaces de crear peligro alguno. Toques, paredes dignas del mejor arquitecto, pases imposibles, pero en cuanto se acercaban al borde del área, nada de nada. Un lanzamiento de Kaká, un cabezazo blandito al máximo de Benzema y otro disparo de Özil fue todo el Real Madrid rondó al gol en la primera mitad.

 

Kaká no está para jugar

 

Eso sí, Casillas fue el espectador con mejor entrada de todo Riazor. Ni una sola parada o intervención digna de destacar en cuarenta y seis minutos de juego. El equipo de Mourinho renunció por completo a las bandas y el peligro se reducía a alguna acción individual o una de esas paredes imposibles. El Deportivo bastante tenía con dejar pasar el tiempo y ver como su portería seguía inmaculada. Rubén Pérez, en la construcción, y Guardado, aportando la clase, fueron los únicos argumentos ofensivos de los gallegos.

El técnico decidió no mover en el descansó y se equivocó de lleno. Kaká no está para jugar y sus minutos sobre el césped son un regalo para los rivales. Nada cambió en el cuarto de hora inicial. Mismos jugadores, idéntico espíritu. Por contra, el Deportivo salió más decidido a mirar algo más a Casillas. Sin pasarse, pero los de Lotina la tocaban con más sentido, con más profundidad. Incluso, Juan Rodríguez y Guardado llegaron a conectar en un par de ocasiones con Sand, pero el argentino no anduvo despierto para entender lo que pretendían sus compañeros. 

A la hora de partido, el técnico portugués se percató de que a su equipo le faltaba algo tan importante en el fútbol como desborde, velocidad, cualidad que ahora mismo tan sólo la tienen Di María y Ronaldo. El primero inició el choque en el banquillo, mientras que el segundo no se conectó al mismo hasta que el argentino apareció por el césped de Riazor. Junto al ex del Benfica también apareció Adebayor sobre el terreno de juego. La sustitución significó que el Real Madrid cambió el dibujo por completo, colocando el clásico 4-4-2, pero lo más importante fue que recuperó el juego por banda con CR7 y Di María. 

Ronaldo creyó que era el momento de llevar a su equipo a la victoria y lo intentó buscando el gol con su habitual fuerza, pero también buscando al compañero como hizo en el minuto 83, poniendo el gol en bandeja a Benzema. El francés decidió ponerse el disfraz de jugador apático que ha llevado puesto durante sus primeros 18 meses como madridista y que parecía se había quitado de manera definitiva. Antes de la oportunidad del delantero, Ronaldo y Adebayor se encontraron con los postes y con alguna que otra parada de Aranzubía que evitaron el triunfo blanco, lo que vuelve a colocar la Liga más cerca del Camp Nou. 

 

- Ficha técnica:

0-Deportivo: Aranzubia; Laure, Lopo, Colotto, Morel; Rubén Pérez, Antonio Tomás; Guardado (Pablo Alvarez; min.56), Juan Rodríguez, Adrián (Lassad; min.72); y Sand (Riki; min.83).

0-Real Madrid: Casillas; Ramos, Carvalho, Pepe, Marcelo (Granero; min.76); Lass Diarra (Di María; min.60), Xabi Alonso; Kaká (Adebayor; min.60), Ozil, Cristiano Ronaldo; y Benzema.

Árbitro: Fernández Borbalán, del Colegio Andaluz. Mostró amarilla a Carvalho (min.49), a Pepe (min.60) y Granero (min.86), por parte del Real Madrid; y a Laure (min.71), Rubén Pérez (min.75), Sand (min.83) y Riki (min.91), por parte del Deportivo.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo quinta jornada del campeonato nacional de liga disputado en el estadio de Riazor, que completó aforo (34.600 espectadores). El seleccionador de México, José Manuel 'Chepo' de la Torre, presenció el encuentro desde el palco de autoridades. 

Mourinho tardó una hora en reaccionar y su equipo lo ha pagado con un empate ante el Deportivo, el escenario de los grandes fracasos blancos en la última década. El técnico decidió dar entrada a Kaká en el once, sentando a Di María en el banquillo. Con esta maniobra renunció al juego por banda y atascó a su equipo en toques y más toques por el centro, justo lo que más beneficiaba al Deportivo.