El inicio de la Liga 2010-2011 está en peligro

El Gobierno y los equipos que forman la Liga de Fútbol Profesional no se entienden. Las jornadas convocadas por la LFP durante el jueves y el viernes pasado y en las que ha participado el gobierno con la presencia de Jaime Lissavetzky, tenían el fin de acercar posturas, pero la intransigencia del ejecutivo sólo ha servido para poner más distancia de por medio entre las dos partes.

 

La crisis es tal, que la LFP ya se plantea tomar medidas de fuerza para intentar 'convencer' al Gobierno de que debe ceder en algo. Y es que el inicio de la próxima temporada corre serio peligro si el colectivo del fútbol no ve gesto alguno del ejecutivo. Los 42 equipos que forman la LFP están de acuerdo y van a ir de la mano. Las discrepancias que tiene en algunos asuntos quedarán en segundo plano ante el interés común.

 

El resumen lo ha hecho la propia LFP: "Los equipos son plenamente conscientes de la difícil coyuntura económica que vive el país y sufren la crisis que acarrea del mismo modo que el resto de los sectores productivos. Por lo mismo, entiende, con mayor convicción incluso, que las reivindicaciones que plantea son medidas prioritarias y urgentes para la supervivencia de un sector de la importancia económica y social del fútbol profesional", señala la entidad que preside José Luis Astiazarán.
 
Los derechos audiovisuales están siendo el gran caballo de batalla. El colectivo del fútbol quiere terminar con el fútbol en abierto y el Gobierno se niega a pasar a la historia como el ejecutivo que terminó con el fútbol gratis. Primera negativa. El Gobierno quiere una explotación conjunta, que los equipos negocien como un bloque con los diferentes operadores televisivos, pero los dos grandes de la Liga, Real Madrid y Barcelona se niegan a hacer algo así. Segundo punto de fricción.

 

El detonante de esta batalla económica fue la supresión de la llamada  la Ley Beckham y por la cual los extranjeros que ganaran más de 600.000 euros cotizarían al 24% en el IRPF el pasado 2 de enero. Tras este movimiento. la LFP solicitó la reducción del IVA hasta el 7%. Y es que los clubes ven como necesaria esta reducción ante la supresión de las ventajas fiscales que suponía la ya extinta ley a la que dio nombre el inglés. También piden que se limite el derecho a la información, es decir, poner coto a lo que ellos consideran abuso a la hora de ofrecer los resúmenes de los partidos nada más terminar los partidos, con un interés comercial y nada informativo. 
 
La LFP pretende que la nueva Ley de Apuestas reconozca el papel fundamental que el fútbol profesional juega en el negocio de las apuestas, tanto tradicionales como por Internet, y prevea los retornos que, como tal, le corresponden y que hasta el momento no perciben. La última petición versa sobre el cumplimiento por parte del Consejo Superior de Deportes  del protocolo de intenciones suscrito con la LFP y la Asociación de Futbolistas Españoles el 30 de julio de 2008.