Colorín, colorado...

...Este cuento se ha acabado. Los seguidores blancos aún están esperando noticias de un Real Madrid ausente en Mestalla. En el partido disputado este sábado en el feudo valencianista tan sólo existió un equipo, que pasó por encima del conjunto entrenado por Juande Ramos con una facilidad pasmosa, al ser derrotado por 3 a 0 por un buen Valencia. El abultado marcador refleja la clara superioridad que se vivió sobre el césped del equipo del Turia.

 

El Real Madrid pareció no saltar nunca al terreno de juego. Se desconocía cuál era la imagen que iba a ofrecer después de la dolorosa goleada encajada en el Santiago Bernabéu ante el Barcelona y, desde luego, acusó en exceso el set del conjunto de Pep Guardiola. Si tras aquel partido la Liga parecía estar decidida -salvo milagro, al que el Madrid malacostumbró a sus seguidores- tras el partido ante el Valencia ya está sentenciada.

Aunque bien es cierto que las cosas pudieron cambiar si Marcelo, al borde del minuto 10, hubiera conseguido empujar a la red un balón de Higuaín que Albiol salvó in extremis. Fue la única ocasión clara de los blancos en todo el encuentro. A partir de ahí el vendaval valencianista fue imposible de parar por un equipo que hizo aguas por todos lados y que nadie fue capaz de desatascar.

Se echó de menos ese equipo movido por la garra y la pelea, que a pesar de no desplegar un buen juego, no daba ningún balón por perdido y confiaba en sus posibilidades hasta el último minuto de partido. Se vio a un conjunto desdibujado, sin capacidad de reacción y con los brazos bajados en todo momento. Las cara de los jugadores sobre el terreno de juego lo decían todo.

Después de que Casillas salvara los muebles en varias ocasiones, tanto fue el cántaro a la fuente que terminó por romperse. En el minuto 30, una gran combinación entre Marchena, Silva y Villa, el balón llegaba a Mata, que no dudaba en fusilar al meta español. Y sólo dos minutos después, Silva, con un disparo desde la frontal en el que el arquero internacional pudo hacer más, aumentaba la ventaja en el marcador.

Así se llegaba al descanso, tras el que se podía esperar que el Madrid tuviera un arranque de orgullo y ofreciera otra cara. Pero nada más lejos de la realidad. El Valencia no sólo no dio oportunidades a los blancos, sino que sentenció el partido con el golazo de la noche. En el minuto 68, Pablo Hernández realizó una buena jugada por banda derecha, colgó el balón a la frontal y Baraja, con una espectacular volea, redondeaba el marcador.

Algunos intentos en solitario de Robben, y un buen trabajo de Sergio Ramos y Metzelder en la zaga, fueron de lo poco que se salvó en un Real Madrid muy gris. Incluso la ventaja pudo ser mayor, en caso de que un disparo de Vicente en el tramo final de partido no se hubiera estrellado en el poste izquierdo de la meta defendida por Casillas.

Antes del partido de este sábado, la Liga estaba prácticamente sentenciada. Ahora, el Madrid ha dejado en bandeja la posibilidad de que el Barcelona cante el alirón este mismo domingo, en caso de ganar al Villarreal. De ser así, el equipo culé lograría el primero del trío de títulos que puede conseguir esta temporada. El Barça es mucho Barça... al contrario del Real Madrid, del que aún se esperan noticias en Valencia.

Ficha técnica:

3 - Valencia: César, Miguel, Albiol, Maduro, Alexis, Marchena, Baraja, Joaquín (Pablo, m.63), Silva (Michel, m.56), Mata (Vicente, m.77) y Villa.

0 - Real Madrid: Casillas, Sergio Ramos, Cannavaro, Metzelder, Heinze, Javi García (Van der Vaart, m.58), Gago, Robben, Raúl, Marcelo (Drenthe, m.83) e Higuaín.

Goles: 1-0, m.29: Mata. 2-0, m.32: Silva. 3-0, m.67: Baraja.

Arbitro: Iturralde González (colegio vasco). Amonestó por el Valencia a Silva, Marchena y Alexis y por el Real Madrid a Javi García, Marcelo y Gago.

Incidencias: partido disputado en el campo de Mestalla ante 50.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Se mostró un gran mosaico con cartulinas naranjas, blancas y negras en el que se podía leer el texto "Che, we can" (Ché, podemos).