Es noticia
Por qué Maniche y Seitaridis no son futbolistas profesionales
  1. Deportes
  2. Fútbol
SE ACABÓ SU ETAPA EN EL CLUB DEL MANZANARES

Por qué Maniche y Seitaridis no son futbolistas profesionales

Vaya por delante que tanto Maniche como Seitaridis son dos campeones de Europa. Pero el Atlético de Madrid dejará de sufrir por fin la falta de

Foto: Por qué Maniche y Seitaridis no son futbolistas profesionales
Por qué Maniche y Seitaridis no son futbolistas profesionales

Vaya por delante que tanto Maniche como Seitaridis son dos campeones de Europa. Pero el Atlético de Madrid dejará de sufrir por fin la falta de profesionalidad de estos dos jugadores el próximo 30 de junio, cuando finalizan su contrato con el club.

En 2004, el medio portugués alzó con el Oporto de Mourinho la Liga de Campeones. Pocos días después, el lateral griego disfrutó del mayor éxito de la historia de su selección, el triunfo en la Euro 2004 precisamente ante la anfitriona, la Portugal de Maniche. Ambos fueron protagonistas de esas victorias y han sabido rentabilizarlas en sus respectivas carreras.

Desde ese momento, comparten representante, el luso Jorge Mendes, ejemplo de brillantez entre los Agentes FIFA del Viejo Continente. Seitaridis recaló ese año en el Oporto siendo compañero por primera vez de Maniche. En 2005, Mendes se los llevo, junto con Costinha, al Dinamo de Moscú, con la única motivación del dinero. Maniche duró pocos meses en Rusia, y en el mercado invernal se marchó al Chelsea de Mourinho. En el verano de 2006, la gran relación del representante portugués con los dirigentes atléticos hizo que arribasen Maniche, Seitaridis, Costinha y el joven Zé Castro en el vestuario atlético.

Lo que más llamó la atención a su llegada al club, es que los tres primeros lucían un espectacular Lamborghini en el aparcamiento de la ciudad deportiva de Majadahonda. Costinha, de vez en cuando, deleitaba a los chavales de las categorías inferiores haciendo rugir el motor del suyo, de color amarillo chillón. Esos tres deportivos de lujo los consiguieron en Moscú, durante su estancia en el Dinamo.

El bólido de Maniche se pudo ver aparcado durante gran parte de su primera temporada enfrente del hotel donde se aloja habitualmente el ‘Atleti’, en Pozuelo de Alarcón. Allí estuvo residiendo, sin su familia, el centrocampista. Y en círculos privados del club, se justificaba, a través de esa extraña vida para un deportista, el irregular rendimiento que estaba dando una de las estrellas de la plantilla rojiblanca. Ese mismo año, en el entrenamiento posterior a un partido donde Maniche estuvo sancionado, el luso llegó 40 minutos tarde. Su entrenador, Javier Aguirre, le castigó no convocándole para el siguiente encuentro. Pero todo se normalizó poco a poco.

En la segunda temporada, volvió a haber roces entre jugador y técnico, supuestamente por negarse el primero a jugar un partido de Copa. La relación se tensó tanto que Maniche acabó yéndose cedido al Inter de Milán. Al inicio de la presente temporada se ganó de nuevo la confianza de Aguirre y de la mayoría de la afición (a la que le encantó que se besara el escudo tras un gol en pretemporada). Pero aunque empezó como indiscutible, ha vuelto a cosechar unos números irregulares, siendo últimamente nada utilizado por Abel Resino, tras declarar que creía que no era titular por no haber renovado.

Seitaridis y su pasotismo

Seitaridis, sin embargo, jamás ha rendido al nivel esperado. Y su comportamiento pasota nunca dejó indiferente a los que trataron con él. El pasado año, protagonizó un incidente muy desagradable, que pasó inadvertido,  pero que no sorprendió a la gente del club. En un partido de entrenamiento ante el Juvenil A de División de Honor, lesionó de gravedad a uno de los chavales con una dura entrada cargada de una agresividad impropia de un partidillo de este tipo. Al día siguiente, en la policlínica del estadio, el griego coincidió con el juvenil y ni siquiera se interesó por él ni le pidió perdón. Seitaridis acudía a la clínica con un esguince por la patada que le había dado. El chaval estaba allí para hacerse una resonancia que confirmó una grave lesión de rodilla de más de seis meses de baja.

Salvo en la primera temporada, donde jugó 31 partidos, Seitaridis no ha tenido continuidad y su rendimiento ha sido duramente criticado por las gradas del Vicente Calderón. De hecho, en su última aparición como titular, el pasado enero ante el Athletic en casa, tras una primera parte donde mostró un bajísimo nivel y fue silbado por la afición, pidió la sustitución en el descanso por unas misteriosas molestias musculares. Desde entonces, sólo ha disputado 3 partidos saliendo desde el banquillo.

Abel llevaba tres partidos sin convocar ni a Maniche ni a Seitaridis. En el último, ante el Sporting en casa, ambos decidieron no acudir a ver a sus compañeros sin pedir permiso, algo totalmente prohibido por el régimen interno. Harto ya de ellos, el club ha decidido apartarlos y suspenderlos diez días de empleo y sueldo. Esta sanción supone el final de la etapa rojiblanca de ambos. Ya no vestirán nunca más la camiseta del Atlético de Madrid. Un club donde muy pocos les echará de menos. Abel resumió antes de ayer el sentir de esa plantilla diciendo que "Maniche y Seitaridis no aportan nada al equipo".

Vaya por delante que tanto Maniche como Seitaridis son dos campeones de Europa. Pero el Atlético de Madrid dejará de sufrir por fin la falta de profesionalidad de estos dos jugadores el próximo 30 de junio, cuando finalizan su contrato con el club.