El Tata Martino y Messi tendrán en un año otra oportunidad de acabar con la "tortura"

Es difícil sólo ya imaginar lo tremendamente duro que tienen que estar siendo las horas posteriores a la final para toda Argentina. Indescriptible sería hacerlo al revés, es decir, que Chile no hubiese ganado 'su' final en 'su' Copa América, lo que habría destrozado literalmente a un país entero que vivía con una pasión nunca vista allí. El tradicional favoritismo argentino y sus dos décadas largas sin una alegría absoluta nos hacen, inevitablemente, acongojarnos por la tragedia que supone para la Albiceleste perder otra final en un año.

Decía Javier Mascherano, el verdadero héroe silencioso de la selección doblemente derrotada, que "el dolor es inmenso y acumulativo, cada vez es más complicado. Perder es una tortura, una tristeza muy grande. Es un karma el que tenemos que vivir". Una tortura, dice Mascherano, el único de los que estuvo en el Estadio Nacional de Santiago que sabe lo que es ganar dos veces con Argentina, aunque fuera en la categoría sub-23 que permiten los Juegos Olímpicos. Pero el Jefecito sabe que cada vez se hará más arduo el camino hacia las finales, que perder dos no significa necesariamente ganar a la tercera, porque esta puede que no llegue.

La CONMEBOL decidió en su día adaptarse al resto de grandes competiciones continentales y establecer un ciclo de cuatro años entre cada Copa América. Durante mucho tiempo fue una competición extraña, era difícil prever cuándo se jugaría, si cada dos años, cada tres... Unificar el criterio fue un acierto, sin duda. Pero una efeméride como el centenario de la Confederación suramericana bien merece un homenaje y una Copa extra. El año que viene, en Estados Unidos, disfrutaremos de otra edición, la del Centenario.

Allí, en tierras norteamericanas, todos los grandes del fútbol americano se volverán a encontrar para llevarse la Copa América más especial, probablemente. No es una Copa más, como pudo ser esta que se llevó Chile (que lo hizo con todo merecimiento, no seré yo quien le reste méritos a la Roja), sino que es nueva, distinta, bonita. Irán de nuevo todas las selecciones con más ilusión si cabe para llevársela. Incluso Estados Unidos y México se tomarán el torneo en serio y todo, ya que no tendrán justo después la Copa de Oro.

Después del golpazo terrible que se llevaron este sábado, Gerardo Martino y Leo Messi volverán a juntarse para desandar otra vez el camino hacia una nueva final. Irán a por esa tercera seguida que más que ansían, necesitan tanto uno como otro. Uno porque tiene que empezar a justificar su salto cualitativo en cuanto fichaje por el Barcelona y posterior paso a la Albiceleste; otro porque no puede volver a dejar pasar el tren de ganar un torneo con Argentina. Necesita quitarse ya de una vez el peso de encima. Y de no ser entonces, tendría que esperar hasta 2018, al Mundial... ¿su último Mundial?

"¿Alguien merece esta Copa más que el Jefe?"

La prensa argentina suele ser ingeniosa tanto si toca sonreír como cuando surgen lágrimas de tristeza en los ojos. Pero ahora, tras esta nueva decepción, el dolor y la resignación son protagonistas. "¿Alguien merecía más esta Copa América que el Jefe?", dice el diario Olé, que centra su foco sobre Javier Mascherano, el mejor jugador de Argentina en las dos finales que ha perdido en un año, tercera Copa América que deja escapar vestido de albiceleste. "Sería una verdadera pena que quedara en el tiempo como la imagen de la derrota porque él no se lo merece", añaden. “Me quiero ir a un lugar donde no vea más a nadie; no encuentro explicación a los que nos toca vivir con la Selección”, recogía El Gráfico en palabras del propio Mascherano.

"En el alargue, Argentina solo se dedicó a resistir. (...) Martino hizo los tres -cambios- muy rápido en un evidente error de cálculo", dice Clarín sobre la gestión del Tata. También en El Gráfico analizan la mala final de Messi: "No. Lamentablemente, no. Desequilibró en la jugada que no pudo convertir Higuain y poco más". En Cancha Llena piensan más en positivo: "Paulo Dybala, Mauro Icardi, el propio Matías Kranevitter o el arquero Gerónimo Rulli son algunos de los nombres que el entrenador está evaluando para realizar una paulatina renovación en el futuro, pensando en Rusia 2018".