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Mourinho pidió a Casillas la Copa, para después retirarle la palabra
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REGRESA A MESTALLA PARA JUGAR LA FINAL

Mourinho pidió a Casillas la Copa, para después retirarle la palabra

Mourinho pidió a Casillas un esfuerzo en la pasada final de Copa disputada en Mestalla ante el Barcelona de Pep Guardiola. Luego, las relaciones se rompieron

Foto: Casillas y Mourinho, en un partido con el Real Madrid (EFE)
Casillas y Mourinho, en un partido con el Real Madrid (EFE)

José Mourinho pidió a Iker Casillas un esfuerzo. Era su primer año como entrenador del Real Madrid y el portugués pronto se dio cuenta de que la Copa podría ser el título que endulzara su estreno de blanco. El técnico se acercó al portero y le sugirió la posibilidad de jugar la Copa desde el inicio, ser el portero titular en una competición que por diferentes circunstancias había pasado a un segundo plano en su vida deportiva. El capitán recogió el guante y el efecto buscado se cumplió. El Real Madrid llegó a la final y Casillas pudo levantar la Copa, derrotando al poderoso Barcelona de Guardiola.

Tres años después, el campeón del mundo llega al mismo escenario, con idéntico rival, pero con una atmósfera que en nada se parece a la de 2011. En esta ocasión, la Copa, junto a la Champions, ha pasado a ser su competición. No hay favores de por medio como le pidió Mourinho en su día. Ahora es el clavo al que se tiene que agarrar. El portero terminó perdiendo el puesto de titular por cuestiones personales con el portugués. Ancelotti no le dio la oportunidad de recuperar el sitio en Liga, dejando la Copa y la Champions como las competiciones del capitán.

La decisión, como ya hemos informado, no gustó a nadie. Ni a Casillas, ni a Diego López ni al club, pero hasta ahora lo cierto es que a nivel de resultados parece funcionar. El capitán ha firmado una Copa excelente, llegando al último partido sin recibir gol alguno. Trayectoria inmaculada. Es más, salvo por la lesión que sufrió ante el Galatasaray, Casillas ha jugado todos los partidos que su calendario marcaba al inicio de temporada. La incógnita se despejará si también logra pisar la final de Lisboa.

En aquella final contra el Madrid, Casillas contribuyó con diferentes intervenciones de esas que le llevaron a ser el mejor portero del mundo, algo que Mourinho, después de conseguir el objetivo, dejó de compartir. Un tiro de Messi, otro cruzado de Iniesta y otro más de Pedro tenían como destino el fondo de la portería blanca, pero el guardameta apareció en el momento oportuno, evitando el gol y facilitando que uno y otro equipo fueran a la prórroga.

Ahora el estado de ánimo del portero es contradictorio. Por un lado, está cansado de la polémica en la que se ha visto envuelto en el último año y medio, y ayer lo dejó patente en la rueda de prensa, pero por otro su estado físico es perfecto, tal y como está demostrando en los últimos partidos y entrenamientos. Si alguien lo duda, debería repasar el encuentro frente al Borussia Dortmund, choque en el que apareció cuando peor lo pasaba el Real Madrid.

placeholder Iker, con la Copa en Mestalla en 2011 (Efe).

La incógnita sobre su futuro no se desvelará hasta el término de la temporada. Tanto él como Diego López están a la espera de lo que suceda, y los dos han declarado que pretenden quedarse, pero lo cierto es que ninguno está satisfecho con la fórmula empleada por el entrenador. Se sienten cuestionados permanentemente y les gustaría que la posición se definiera de una manera definitiva.

La final de Copa servirá para que Casillas se reivindique. Y es que el capitán blanco parece predestinado a estar de manera permanente en el objetivo de la crítica, tanto de la prensa como de la afición. Hoy puede hacer historia si logra ganar la Copa sin recibir gol alguno. Otro récord. En la del pasado año no pasó de ser un mero espectador.

José Mourinho pidió a Iker Casillas un esfuerzo. Era su primer año como entrenador del Real Madrid y el portugués pronto se dio cuenta de que la Copa podría ser el título que endulzara su estreno de blanco. El técnico se acercó al portero y le sugirió la posibilidad de jugar la Copa desde el inicio, ser el portero titular en una competición que por diferentes circunstancias había pasado a un segundo plano en su vida deportiva. El capitán recogió el guante y el efecto buscado se cumplió. El Real Madrid llegó a la final y Casillas pudo levantar la Copa, derrotando al poderoso Barcelona de Guardiola.

Iker Casillas José Mourinho
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