Florentino Pérez y los médicos 'obligan' a Ronaldo a renunciar a la final de Copa

Tal y como adelantó El Confidencial el pasado sábado, este domingo tuvo lugar una cumbre en Valdebebas para analizar en profundidad el caso Cristiano Ronaldo. Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, director general de la entidad, Carlos Díez, jefe de los servicios médicos del club, el doctor Olmos y el propio jugador repasaron el cuadro clínico del portugués y el origen de todos los males que persiguen a CR7, que no es otro que la tendinitis rotuliana de la rodilla izquierda. Tras escuchar a todas las partes, se decidió que la prioridad, tanto del jugador como del club, sea la Champions, renunciando a su presencia en la final de Copa, partido que podría poner en peligro el futuro inmediato de Ronaldo.

La contractura del bíceps femoral no preocupa. Es una lesión que en diez días estará olvidada, siempre y cuando el portugués no fuerce más de la cuenta. Si lo hace, podría romperse y tener que estar alejado de los terrenos de juego por un espacio no inferior al mes. El origen de ese aviso que recibió en la eliminatoria ante el Borussia Dortmund, primero en la ida y después en el entrenamiento previo al partido de vuelta, es la tendinitis rotuliana que sufre en esa misma pierna. Ronaldo, sin querer, ha variado hasta su forma de pisar, de repartir esfuerzos, con tal de sobrecargar la rodilla. La consecuencia ha llegado en forma de contractura, previo paso a la rotura.

El consejo médico fue claro en su día, ha vuelto a serlo en los últimos días y este domingo ratificó lo dicho anteriormente. “O Ronaldo para y administra esfuerzos o se rompe”. Y es que la tendinitis sólo tiene una manera de ser superada por completo, que es con el descanso. No hay más. La tendinitis llega como consecuencia del sobreesfuerzo, algo que Ronaldo lleva haciendo toda su vida deportiva. Es su manera de entender el trabajo y el fútbol. Profesional hasta la médula, hasta ahora no ha querido parar. La palabra descanso no ha existido en su vocabulario. A partir de ahora, sí. No le queda otra solución.

Ronaldo cuenta con 29 años cumplidos en febrero y un cuerpo privilegiado que ha cuidado al máximo, pero su ambición y su derroche físico cada día que pisa un terreno de juego le ha llevado a dar la espalda a muchas lesiones, pero ahora su cuerpo le ha enviado la primera señal. El desgaste pasa factura a todos los deportistas y si Ronaldo quiere continuar a su nivel durante cuatro años más debe medir un tanto los esfuerzos. La final de Copa está ahí, pero su presencia en Valencia pondría en peligro la Champions y el Mundial de Brasil, que podría ser el último.

Durante esta temporada, tanto el jugador como Carlo Ancelotti han recibido el mensaje de la conveniencia de parar, de buscar descansos durante la temporada, pero primero el ‘Balón de Oro’ y después la necesidad de ir asegurando objetivos colectivos por parte de unos y otros, han llevado a Ronaldo a sólo perderse tres partidos, todos ellos por sanción, antes del aviso lanzado por su rodilla. Los consejos médicos y de los fisios del club blanco fueron escuchados, pero no atendidos.

Los dirigentes del club también han hecho ver al jugador que los objetivos del club van más allá de un partido o de un título como puede ser la Copa del Rey, teniendo en cuenta que Liga y Champions todavía siguen vivas y con posibilidades reales de ser conquistadas por el equipo blanco. Ronaldo ambiciona ganar todo, pero el horizonte ha cambiado en los últimos días. Y este domingo, con la cúpula blanca frente a él, lo ha dejado patente. Quiere la Copa, pero serán sus compañeros los que se la tengan que dar.