Luis Aragonés dice que no se va pero el fútbol hace tiempo que le ha 'echado'

El anuncio de la supuesta retirada de Luis Aragonés a través de unas expresiones muy suyas en una entrevista fuedesmentidopor el propio protagonista horas después con otras declaraciones igual de originales y dignas del personaje. Uno de los hombres más importantes en la historia del fútbol español se resiste a cortarse definitivamente la coleta. Pese a sus 75 años y a sus más de cuatro temporadas en el paro, el ‘Sabio de Hortaleza’ no lo ve tan claro como pudiera parecer.

Cuentan los que le tratan de cercaque en la época actual hay días que se levanta sin fuerzas para sentirse siquiera entrenador, y otros en los que se muere por ponerse de nuevo un chándal y oler a césped mojado cada mañana. El Luis que hizo la entrevista era el primero, el que la desmintió, el segundo. Lo cierto es que todavía quedan muchos que se acuerdan de él dentro del mundo del fútbol. Con cuentagotas, no ha parado de recibir ofertas desde que en 2009 rescindió su último contrato profesional, el que le unió al Fenerbahçe turco durante un año. Pero ninguna de las propuestas contentó sus pretensiones económicas.

Por encima de todo, el madrileño ve muy claro que quiere seguir entrenando si saliera una buena oportunidad, pero también es cristalino para él que no lo hará nunca a cualquier precio. Estima que a su edad, y con la experiencia que muestra su impresionante currículum, está en condiciones de poner un listón mínimo para hacer las maletas y ponerse de nuevo a dirigir un club o una selección. Y el problema es que ese listón, en el mercado actual, es inalcanzable para la gran mayoría de presupuestos.

Santos y Chile no le pagaron lo que pidió

Del extranjero es donde más le han requerido. Grecia, Portugal… ligas diferentes y menores comparadas con la española, incluso desde Asia han llamado a su puerta. Pero la oferta y la demanda nunca estuvieron cerca de igualarse. El Santos brasileño mostró gran interés este mismo verano, y Luis pidió más o menos lo mismo que le pagaba el Fenerbahçe nada más conseguir el mayor logro de su carrera en los banquillos, la Eurocopa de 2008 con España. La respuesta de los brasileños fue un rotundo ‘lo siento, pero eso es demasiado’. Antes, los contactos con la federación de Chile, tras la salida de Marcelo Bielsa como seleccionador y gracias a la recomendación de Manuel Pellegrini, siguieron parecidos derroteros.

En la Liga todo está peor, y aunque un clásico como él asumiría sin problemas llevar las riendas del vestuario de los 20 equipos de Primera, sólo tres o cuatro podrían satisfacer la ficha que le gustaría ganar. Por eso dijo ‘no’ al Mallorca hace unos meses, por ejemplo, a pesar de ser uno de los clubes donde más cómodo ha trabajado. Las distancias que mantiene con los dueños del Atlético de Madrid, el club de su vida, le cerraron todas las puertas en el último casting, aquél que trajo a Simeone al lugar donde más veces se ha sentado Luis: el banquillo local del Vicente Calderón.

Y así llegamos hasta diciembre de 2013 y a la entrevista donde esbozó un “Luis Aragonés ya es pasado” que no habría dejado lugar a dudas… si se hubiera tratado de cualquier otro personaje de este deporte. Luis sigue aún el fútbol con avidez, y se resigna a colgar el silbato y la pizarra sin pelearlo un poco más todavía. Por eso dijo rápidamente que lo de su retirada es un “cuento chino”, mirando de reojo el calendario y dándose cuenta que lo mismo algún club en problemas le puede llamar en cualquier momento para alegrarle su septuagenaria existencia. Mientras, observa resignado los sueldos que están cobrando los técnicos más jóvenes del fútbol español, diez veces menos de lo que él pretende. Y ante esa competencia será difícil que vuelva a trabajar.