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Una España magistral no cierra el partido y termina pidiendo la hora
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INIESTA BAILA A URUGUAY EN UNA EXHIBICION EN LA PRIMERA MITAD

Una España magistral no cierra el partido y termina pidiendo la hora

Pocas veces un espectáculo nocturno puede ser tan didáctico como el vivido ayer en Recife. España decidió impartir una clase magistral del fútbol en su estreno

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Una España magistral no cierra el partido y termina pidiendo la hora

Pocas veces un espectáculo nocturno puede ser tan didáctico como el vivido ayer en Recife. España decidió impartir una clase magistral del fútbol en su estreno en la Copa Confederaciones especialmente en la primera mitad. Un Iniesta magistral, jugando con el balón y con los contrarios por igual, manejó el partido a su antojo. No podían con él. Pura fantasía. Todo niño que se inicie en esto del fútbol o todo aquel que le guste paladear de un buen partido, no debería perderse lo hecho por los de Del Bosque ante Uruguay y que terminó con un triunfo que parecía cómodo gracias a los goles de Pedro y Soldado, pero que el postrero tanto de Luis Suárez metió en tensión hasta el pitido final del japonés. España ya sabe lo que es ganar a Uruguay en partido oficial. Otro peldaño ascendido en esta carrera que no parece tener fin.

Los veinte primeros minutos significaron un asedio constante a la portería de Muslera. El buen trato hacia el balón y una más que ordenada presión, ahogaba a una Uruguay que parecía un equipo juvenil cuyo único destino era correr tras la pelota sin ningún sentido. Luis Suárez, Cavani y el resto se limitaban a ver pasar el cuero. Ni lo veían. Iniesta, Xavi y Cesc, una y otra vez, tejían una perfecta tela de araña por la que pelota iba de un lado hacia otro, pero siempre con un dueño vestido de rojo.

Cuatro minutos tardó España en aparecer por primera vez con peligro por las cercanías de Muslera. Carrera de Jordi Alba que Soldado no acertó a tocar. Poco importó. El guión no varió ni un ápice. Toque de Cesc, giro de Xavi, desmarque de Soldado... era cuestión de esperar. Nada más. Mientras, Uruguay se dedicaba a afilar codos y manos para intentar parar de aquella manera lo que se le venía encima.

El gol llegó en el minuto veinte. Un mal saque de esquina termina en los pies de Pedro, que ayudado por un toque de Lugano, terminó dentro de la portería de Muslera. Gol de rebote, pero que venía a justificar la tiranía española, que lejos de pasar a mejor vida, aumentó en intensidad. Los de Tabárez sufrían. No rascaban bola Sus dos únicas aproximaciones llegaron tras dos jugadas a balón parado y en la única indecisión que tuvo la defensa española a lo largo de todo el partido. Cavani, decepcionante partido el suyo, no acertó a tocar la pelota.  

El dominio continuaba y las ocasiones se sucedían. Casi todas llegaban tras tirar de escuadra y cartabón para trazar el fútbol con buen gusto. Así fue como llegó el segundo gol, tras varios toques y con un Cesc esperando el momento justo para asistir a Soldado, que a la segunda que tuvo no perdonó. Sentencia, al menos por lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. Antes de terminar los primeros cuarenta y cinco minutos Piqué y Ramos pudieron tener su cita con el gol, pero no acertaron a batir a Muslera. El setenta y ocho por ciento de posesión de España con el que terminó la primera mitad y los ocho disparos entre los tres palos lo dicen todo.

Tras el descanso el dibujo apenas varió. Uruguay adelantó líneas, pero Pedro se encargó a los dos minutos de que retrocedieran, volviendo todo a su sitio. España no cerró el partido y eso le costó algo de padecimiento en los minutos finales gracias al gol de Luis Suárez en el lanzamiento de una falta. Y todo porque la Roja se veía tan superior, que se olvidó un tanto de la primera mitad, para dedicarse a dormir el partido muy pronto. Demasiado. Además, el bajón físico de algunos jugadores también pasó factura y posibilitó que Casillas tuviera más trabajo en los diez minutos finales que en el resto del partido. 

Ficha técnica:

2 - España:
Casillas; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xavi (Javi Martínez, m.77); Iniesta, Cesc (Cazorla, m.65), Pedro (Mata, m.81); y Soldado.

1 - Uruguay: Muslera; Maxi Pereira, Lugano, Godín, Martín Cáceres; Diego Pérez (Forlán, m.69), Gargano (Lodeiro, m.63), Gastón Ramírez (Álvaro González, m.46), Cebolla Rodriguez; Luis Suárez y Cavani.

Goles: 1-0, m.20: Pedro. 2-0, m.32: Soldado. 2-1, m.88: Luis Suárez.

Árbitro: Yuichi Nishimuta (JAP). Amonestó a Piqué (36) y Arbeloa (70) por España, y a Cavani (28) y Lugano (40) por Uruguay.

Incidencias: encuentro de la primera jornada del Grupo B de la Copa de las Confederaciones, disputado en el Arena Pernambuco ante la presencia de 41.634 espectadores.

Pocas veces un espectáculo nocturno puede ser tan didáctico como el vivido ayer en Recife. España decidió impartir una clase magistral del fútbol en su estreno en la Copa Confederaciones especialmente en la primera mitad. Un Iniesta magistral, jugando con el balón y con los contrarios por igual, manejó el partido a su antojo. No podían con él. Pura fantasía. Todo niño que se inicie en esto del fútbol o todo aquel que le guste paladear de un buen partido, no debería perderse lo hecho por los de Del Bosque ante Uruguay y que terminó con un triunfo que parecía cómodo gracias a los goles de Pedro y Soldado, pero que el postrero tanto de Luis Suárez metió en tensión hasta el pitido final del japonés. España ya sabe lo que es ganar a Uruguay en partido oficial. Otro peldaño ascendido en esta carrera que no parece tener fin.