Guardiola y su traumática salida del Barcelona, dos recuerdos que Bojan intenta borrar en Milán

Bojan Krkić (22 años) se enfrentará este miércoles a su pasado azulgrana. El sorteo de la Champions quiso ser caprichoso emparejando al Milan con el Barcelona en los octavos de final y San Siro será el escenario de la primera batalla refrescando viejos fantasmas que no sólo pasan por el recuerdo de batallas pasadas, también colocan a Bojan en el centro de todas las miradas. La mayor promesa de La Masía (por detrás de Leo Messi) cambió España por Italia en 2011 y desde entonces lucha por convertirse en un referente para borrar dos recuerdos: Pep Guardiola y su traumática salida del Camp Nou propiciada, en su mayor parte, por el primero de los dos factores de esta ecuación. Y en medio de esta batalla, el torneo europeo le obliga a verse las caras con el equipo que le brindó el mejor trampolín. El problema es que falló en el salto.

Hay jugadores que tienen tanta calidad en sus botas que se aprecia casi sin querer. Son genios del balón, futuras estrellas, los siguientes ‘cracks’, los próximos ídolos que aparecerán en los cromos que los niños coleccionan. Bojan era uno de ellos. Dejando a Leo Messi a un lado, se convirtió en una auténtica estrella en La Masía a base de acribillar porterías rivales sin descanso. En las categorías inferiores de la Selección seguía los mismos pasos. Bojan no pasaba inadvertido y Rijkaard no dudó: le hizo debutar en septiembre de 2007 siendo el tercer jugador más joven del club azulgrana en hacerlo. El técnico holandés le dio la confianza necesaria pero el momento del equipo no acompaña: la tranquilidad brillaba por su ausencia en el Barcelona de Ronaldinho, Deco y compañía.

La presencia de Bojan en el once titular se forzó y fue entonces cuando Pep Guardiola apareció en escena y cogió las riendas del equipo. Todos sabían que la apuesta del nuevo técnico culé por la cantera era total y dieron por hecho que la presencia y la importancia de Bojan se reforzaría. No fue así. El delantero empezó a perder protagonismo y las diferencias con Guardiola no tardaron en aparecer: el entorno del jugador culpaba al entrenador de frenar la progresión de la estrella emergente a pesar de que Pep sentó a Ibrahimovic y apostó por Bojan cuando el Barcelona se jugaba sus opciones en la Liga ante Sevilla y Villarreal por poner un par de ejemplos. El jugador cumplió pero la relación estaba rota. Ni en la reunión que Guardiola mantuvo con él acompañado de sus padres se consiguió una solución. Las palabras de Bojan cuando abandonó el Camp Nou se encargaron de ratificarlo: “No me daban las suficientes oportunidades para demostrar lo que tengo dentro y eso duele. Por mucho que hiciera, sus ojos no lo veían”.

La Eurocopa de 2008… e Italia 

En la Selección las cosas tampoco iban por buen camino. Luis Aragonés se fijó en él, reconoció su talento innato y le convocó para disputar un partido con España frente a Francia. El amistoso tuvo lugar en La Rosaleda pero Bojan no llegó a vestir la camiseta española debido a un episodio de estrés que sufrió antes del encuentro. Meses después, el técnico español quiso contar con él para la Eurocopa pero Bojan rechazó la convocatoria porque no se sentía preparado.