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El Barcelona sufre como nunca para eliminar al mejor Real Madrid de Mourinho
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EN ESTA OCASIÓN EL BUEN FÚTBOL CORRIÓ POR CUENTA DE LOS MADRIDISTAS

El Barcelona sufre como nunca para eliminar al mejor Real Madrid de Mourinho

Los dos mejores equipos del mundo demostraron los motivos por los que así son reconocidos. El Real Madrid llegaba muy tocado, casi hundido, pero demostró que

Los dos mejores equipos del mundo demostraron los motivos por los que así son reconocidos. El Real Madrid llegaba muy tocado, casi hundido, pero demostró que tiene carácter, que muchos de esos jugadores están a la altura de la historia del club. Apostaron por el fútbol y, pese a que se quedaron a medias, dejaron patente que cuando se trata de jugar se puede contar con ellos. El Barcelona, por contra, se vio superado desde el inicio. Los de Guardiola no se sintieron cómodos en ningún momento, ni con el 2-0 en el marcador. Su fútbol de toque y asociación dejó paso a minutos de patadón y pelota a seguir. Algo desconocido por estos lares, pero a lo que esta noche tuvieron que acudir ante los goles de Ronaldo y Benzema y la constante presencia del Real Madrid por la cercanía de Pinto. Justo o no, el Barcelona vuelve a asestar un nuevo golpe al equipo blanco con la eliminación copera, pero lo curioso es que en esta ocasión el que se marcha en vencedor del Camp Nou es el Real Madrid, que señala a Teixeira Vitienes como uno de los culpables del adiós al título del que todavía es campeón.

El Real Madrid se acordó, de salida, que en su equipo hay jugadores buenos, de esos que saben jugar al fútbol y que tienen millones de seguidores repartidos por el mundo. A lo mejor Mourinho ha tardado en darse cuenta, pero al fin y al cabo lo ha hecho. Y en una de las primeras ocasiones que ha dejado que el talento se apodere del once blanco, éste respondió jugando al fútbol, superando al Barcelona e eso del buen trato del balón.

El problema es que a los cuarenta minutos el Barcelona se asomó por al área de Casillas para lograr el primer gol, algo que el Real Madrid no supo hacer en las cinco claras ocasiones de las que dispuso. Repasen. Higuaín a los diez segundos, otra del argentino a losa tres minutos, Ronaldo a los siete y once minutos, palo de Özil en el veintiséis y para terminar la última de un desastroso Higuaín en el veintisiete. De nada valieron. A la primera del Barcelona, gol de Pedro, a la segunda, uno más de Alves y antes del descanso. ¿Eliminatoria sentenciada? Para nada. Y bien que lo demostró el Real Madrid en una segunda parte que sirvió al equipo madridista para gritar a todo el mundo que éste grupo es ganador, que tiene ambición, con su entrenador a la cabeza.

La apuesta del buen fútbol de Mourinho de la primera parte no tuvo recompensa alguna. A lo mejor se vengó de las muchas veces en las que el portugués ha dado una patada al buen gusto, pero lo cierto es que no hubo justicia. Ayer, al margen de pisotones y otras historias del partido de ida, sacó un equipo titular lógico, equilibrado, con cada jugador en su puesto o cerca de él. Ese orden, esa cordura tuvo como consecuencia la superioridad desde el primer minuto hasta el cuarenta, tanto que el juego blanco llegó a silenciar el Camp Nou durante muchos minutos.  Y es que muy pocos hubieran apostado por un 2-0en el descanso tras lo que se estaba viendo.

El Real Madrid estaba siendo capaz de asustar al Barcelona en el mismo Camp Nou. Los de Guardiola se veían incapaces de superar la presión y las ganas blancas. Un grandioso Özil desbordaba por clase y velocidad a Abidal. Del talento del alemán nacieron las mejores ocasiones del Real Madrid, se volvió a parecer a ese jugador que deslumbró en sus primeros meses de blanco. Ronaldo era el que mejor y más acompañaba a Özil. El portugués quería demostrar que vale para este tipo de partidos y lo hizo durante los noventa minutos de juego, en el que ha sido uno de sus mejores partidos como madridista. Marcó, peleó y se reivindicó, como otros muchos de sus compañeros, que en ningún momento entregaron la eliminatoria.

El problema del mejor Real Madrid de Mourinho es que, como está sucediendo en los últimos años, enfrente tiene al mejor Barcelona de la historia. En esta ocasión le bastaron una llegada y media para lograr dos goles. La primera llegó como consecuencia de un robo y una posterior asistencia de Messi a Pedro y la segunda tras el saque de una falta que tocó en Lass para habilitar a Alves, el cual necesitó bien poco para largar un disparo a la misma escuadra de la portería de Casillas, que desesperado, corrió a por el árbitro para quejarse no se sabe muy de qué. Igual fue de alguno de los penaltis que reclamaron los penaltis por manos de Busquets y Abidal. Increíble pero cierto. De poder ganar con facilidad a perder por dos goles.

Mourinho perdía pero siguió apostando por el juego ofensivo

Los diez primeros minutos de la segunda mitad hacían presagiar un nuevo festival azulgrana, pero Mourinho y los suyos no estaban por la labor. El portugués movió el banquillo, metiendo a Granero por Lass. Nueva apuesta ofensiva, que se incrementó con la posterior entrada de Callejón y Benzema, por los dos jugadores más desacertados del Real Madrid, Kaká e Higuaín. El movimiento salió bien, sorprendió a Guardiola y a una eufórica grada que pasó de vitorear a Mourinho a pedir la hora a gritos tras los goles de Ronaldo y Benzema. El fútbol volvía a ser blanco. La pelota quemaba en los azulgrana, que nada podían hacer ante el despliegue y acierto de Xabi, Granero y, en especial, Özil.

El Camp Nou sufrió en los últimos veinte minutos. Lo pasó mal como hacía muchos años que no lo hacía. Benzema tuvo la eliminatoria en su bota, pero Puyol apareció en el momento justo, no se sabe muy de dónde, para evitar que el francés lograra lo imposible, dar la vuelta a la eliminatoria y hacer justicia al buen juego blanco que mostró en todo el partido a excepción de los últimos cinco de la primera mitad y los primeros diez de la segunda.

Ficha del partido:

2. Barcelona: Pinto; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta (Pedro, min.29), Cesc (Thiago, min.70), Messi; y Alexis (Mascherano, min.79).

2. Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Lass (Granero, min.51), Xabi Alonso; Kaká (Callejón, min.61), Özil, Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Benzema, min.61).

Goles: 1-0, min.43: Pedro. 2-0, min.46+: Alves. 2-1. min.68: Cristiano Ronaldo. 2-2, min.71: Benzema.

Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes, del comité cántabro. Mostró cartulina amarilla a Lass (min.26), Ramos (min.33), Messi (min.45), Casillas (min.46+), Cristiano Ronaldo (min.55), Coentrao (min.80), Granero (min.90), Puyol (min.91), Pepe (min.91). Expulsó a Ramos en el min.89, al ver la segunda amarilla.

Incidencias: partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 95.486 aficionados, cifra facilitada por el club catalán. Se guardó un minuto de silencio en memoria exjugador barcelonista Juan Carlos Pérez, que falleció hace unos días.

Los dos mejores equipos del mundo demostraron los motivos por los que así son reconocidos. El Real Madrid llegaba muy tocado, casi hundido, pero demostró que tiene carácter, que muchos de esos jugadores están a la altura de la historia del club. Apostaron por el fútbol y, pese a que se quedaron a medias, dejaron patente que cuando se trata de jugar se puede contar con ellos. El Barcelona, por contra, se vio superado desde el inicio. Los de Guardiola no se sintieron cómodos en ningún momento, ni con el 2-0 en el marcador. Su fútbol de toque y asociación dejó paso a minutos de patadón y pelota a seguir. Algo desconocido por estos lares, pero a lo que esta noche tuvieron que acudir ante los goles de Ronaldo y Benzema y la constante presencia del Real Madrid por la cercanía de Pinto. Justo o no, el Barcelona vuelve a asestar un nuevo golpe al equipo blanco con la eliminación copera, pero lo curioso es que en esta ocasión el que se marcha en vencedor del Camp Nou es el Real Madrid, que señala a Teixeira Vitienes como uno de los culpables del adiós al título del que todavía es campeón.

José Mourinho