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El Dépor apela a la efectividad para derrotar al Celta en el derbi gallego
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ARANZUBIA SE CONVIERTE EN EL HÉROE DE LOS LOCALES (2-1)

El Dépor apela a la efectividad para derrotar al Celta en el derbi gallego

Riazor se llenó hasta la bandera para que Deportivo y Celta se reencontraran 4 años después. En el camino, dos descensos y demasiadas cosas pendientes para

Foto: El Dépor apela a la efectividad para derrotar al Celta en el derbi gallego
El Dépor apela a la efectividad para derrotar al Celta en el derbi gallego

Riazor se llenó hasta la bandera para que Deportivo y Celta se reencontraran 4 años después. En el camino, dos descensos y demasiadas cosas pendientes para dos conjuntos que suenan a Primera, pero que el destino los ha colocado en el infierno de la Segunda. El Dépor ganó, 2-1, apelando a la efectividad y pidiendo la hora, pero los de Oltra lo hicieron para demostrar que a pesar de llegar a este partido tres puntos por detrás del eterno rival y séptimos en la clasificación, este año hay que tomarse al equipo muy en serio.

El Dépor esperaba al Celta con el  ambiente más hostil que se recuerda en Riazor en los últimos años. Un Celta que llegaba tras cuatro victorias consecutivas y que rompió su racha en casa del máximo enemigo. Lo que no faltaron en el derbi fueron ganas, por parte de ambos equipos y por parte, como no, de la afición. Los aficionados deportivistas recibieron a los celtistas con una desafortunada pancarta que clamaba 'Welcome to Auschwitz', pero además se encargaron de que 'FORZA DÉPOR' se convirtiese en 'trending topic' (TT) en Twitter horas antes del partido. Los aledaños del estadio se convirtieron en un auténtico fortín protegido por la marea blanquiazul.

Galicia tenía ganas de derbi y 'desde el exilio' se vivió de la misma manera. Las calles de Madrid se llenaron desde primera hora de la mañana de elásticas blanquiazules y celestes y los bares-sede de las peñas de Dépor y Celta colgaron el lleno total. La nota negativa del duelo entre aficiones fue el recibimiento que los aficionados vigueses tuvieron a su llegada a Riazor. Sus autobuses fueron recibidos con el lanzamiento de piedras por parte de integrantes del sector más radical del Deportivo.

En lo referente a lo importante, al fútbol, sobre el terreno de juego primó la rivalidad. Ambos conjuntos sabían de la importancia de este encuentro y así lo hicieron notar sobre el campo. Con el Dépor jugó la suerte y con el Celta los fallos que le costaron los tres puntos a los de Paco Herrera. El primer gol llegó para los locales de las botas de Jonathan Vila que anotó en propia puerta tras un gran remate de tacón de Riki. El tanto salió de las botas del 'mago' Valerón que, aunque no tuvo su día, fue ovacionado por la grada como es habitual.

Orellana, héroe y villano

El gol dio confianza al Dépor. Los de Oltra volvieron a intentarlo por medio de Riki, justo antes de que el delantero pidiera el cambio por un pinchazo muscular. En su lugar salió Lassad, el franco-tunecino se convertiría en protagonista del encuentro minutos más tarde. El punto de inflexión llegó cuando el partido se vio interrumpido por el lanzamiento de bengalas por parte del sector más radical de la afición deportivista. El Celta aprovechó para ganar metros y acercarse a la portería de Aranzubia.

El Deportivo se mostró incapaz de controlar el balón y pese a la exigencia de la afición fue el Celta el que volvió a salir mucho más enchufado al partido en la segunda parte. Con los locales prácticamente encerrados en campo propio, los vigueses dispusieron de ocasiones para empatar e incluso de colocarse por delante en el marcador, pero entonces apareció al que algunos ya llaman 'San Aranzubia'. El Dépor tiene un seguro de vida con el guardameta.

Con Aranzubia parándolo todo, el Celta seguía dominando el juego y las ocasiones y la entrada de Fabián Orellana al terreno de juego refrescó a los vigueses. El chileno se encargó de dinamizar al equipo y de colocar las tablas en el marcador tras un error de Ayoze. A falta de siete minutos, el electrónico reflejaba un empate que hubiera sido más que justo para ambos conjuntos.

Pero la suerte quiso estar con el Dépor y con su afición y Lassad, que había entrado sustituyendo a Riki, se encargó de materializar el definitivo 2-1. El francés aprovechó un error del propio Orellana para llevarse un balón que, tras un gran disparo, coló por toda la escuadra.  El gol, un auténtico golazo, supuso el mazazo definitivo para los vigueses, que ya sin tiempo, cosecharon una derrota en Riazor. Deportivo y Celta están igualados a 23 puntos en la clasificación y ambos continúan siendo claros favoritos para estar en Primera división la próxima temporada.

Ficha técnica:

2 - Deportivo de la Coruña:
Aranzubia; Laure, Colotto, Aythami, Ayoze; Alex Bergantiños, Juan Domínguez; Saúl (Bruno Gama; min.66), Valerón, Salomao (Pablo Alvarez; min.86); y Riki (Lassad; min.13).

1- Celta de Vigo: Yoel; Oier, Jonathan Vila, Catalá, Roberto Lago (Bellvís; min.66) ; Oubiña, Alex López; De Lucas, Bermejo (Joan Tomás; min.58), David Rodríguez (Orellana; min.66); e Iago Aspas.

Goles: 1-0; min.4, Jonathan Vila, en propia meta. 1-1; min.82, Orellana. 2-1; min.83, Lassad.

Arbitro: López Acera, del colegio extremeño. Amonestó a Laure (min.18), Ayoze (min.47), Juan Domínguez; min.72) y Alex Bergantiños (min.77), por parte del Deportivo; y a Iago Aspas (min.87), por parte del Celta.

Incidencias: Encuentro de la decimotercera jornada de Segunda División disputado en el estadio de Riazor ante 34.600 espectadores (lleno). Se lanzaron bengalas al terreno de juego y el partido fue interrumpido unos segundos en el primer tiempo. 

Riazor se llenó hasta la bandera para que Deportivo y Celta se reencontraran 4 años después. En el camino, dos descensos y demasiadas cosas pendientes para dos conjuntos que suenan a Primera, pero que el destino los ha colocado en el infierno de la Segunda. El Dépor ganó, 2-1, apelando a la efectividad y pidiendo la hora, pero los de Oltra lo hicieron para demostrar que a pesar de llegar a este partido tres puntos por detrás del eterno rival y séptimos en la clasificación, este año hay que tomarse al equipo muy en serio.

Celta de Vigo