Del Bosque: "¡Parece que estamos de vacaciones!

"¡Estamos de vacaciones!", exclamó Vicente del Bosque en un par de ocasiones durante el entrenamiento de la selección española en la mañana del miércoles. Se refería a la actitud que transmitían los internacionales.

 

El técnico quiere tensión, entrega total en cada sesión de trabajo. La lección de Buenos Aires, con derrota incluida ante Argentina por cuatro goles a uno, no quiere que quede en el olvido.

 

Además, todo lo que espera a la campeona del mundo en su visita a Salamanca, con homenaje popular incluido al seleccionador en su vuelta a casa, no es lo que más gusta a Del Bosque momentos antes de la disputa de un partido. Busca evitar que los jugadores bajen los brazos, se relajen por el simple hecho de llevar en el pecho la estrella que indica que España es la actual dueña de la Copa del Mundo.

 

Del Bosque está inquieto. El fallo ante Argentina no se olvida fácilmente y un segundo traspiés elevaría a crisis lo que de momento no ha sido más que un fallo en un choque amistoso. Sabe que el partido de mañana tiene trampa. El nombre del rival, Lituania, no dice nada. Relaja el ambiente y la tensión de jugadores y afición y eso se suele reflejar en el terreno de juego.

 

No hay que olvidar que viene de ganar en Praga a la República Checa y empatar con Escocia en Glasgow. Y esto es lo que está intentando transmitir el seleccionador desde el inicio de la concentración en la tarde del martes. En los entrenamientos se le ve más activo que nunca. Gesticula, habla e incluso alza la voz, algo nada habitual en el seleccionador. Desde la grada de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se escuchan los mensajes que intenta transmitir a sus jugadores. Al menos, algo extraño.

 

El técnico, en las charlas que ha tenido con los jugadores e incluso en las diferentes entrevistas que ha concedido, ha insistido una y otra vez en que todavía no han ganado nada, que el éxito del Mundial ya es historia y que ahora el objetivo es asegurar cuanto antes la participación en la próxima Eurocopa. Del Bosque no ha sido nunca un técnico al que le guste dar demasiadas charlas a sus jugadores (no lo hizo ni en la final del Mundial), pero es curioso que en esta ocasión sí que está insistiendo en lo que tienen por delante.

 

Además, la ausencia de hombres clave en el esquema de la selección y que han sido fijos desde hace un lustro como Xavi, Cesc o Fernando Torres abren incógnitas sobre el posible rendimiento del equipo. La baja del azulgrana es la que genera más debates. Todo hace indicar que Iniesta será el encargado de dar ritmo al juego de la selección y que Llorente asumirá la responsabilidad del ataque.