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Guerra, dinero, juicios y cambios de pilotos: así se autodestruye una escudería de F1
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KEVIN MAGNUSSEN CONFIRMADO

Guerra, dinero, juicios y cambios de pilotos: así se autodestruye una escudería de F1

El equipo americano Haas podría ser demandado por su ya expiloto Nikita Mazepin por la devolución del dinero adelantado. Pero no es la única de sus preocupaciones

Foto: Jan Magnussen regresa al equipo HAAS. (REUTERS/ Hamad I Mohammed)
Jan Magnussen regresa al equipo HAAS. (REUTERS/ Hamad I Mohammed)

Ese dicho que reza que por mal que estén las cosas todavía son susceptibles de empeorar aplica estos días equipo HAAS. A su muy delicada situación derivada de la guerra de Ucrania y la rescisión del contrato de Nikita Mazepin y su patrocinador principal URALKALI, para completar la pesadilla, el avión con todo su material destinado a Bahrein sufría una avería y parece que perderá una jornada de test. Un contratiempo serio ante una corta pretemporada de solo seis días, cuando además Haas fue el equipo que menos pudo rodar en Barcelona.

Nikita Mazepin no estará presente en Bahrein y será sustituido provisionalmente por Pietro Fittipaldi. Al menos, queda el alivio de que el equipo americano recuperará un piloto de nivel, y bien conocido de la casa: vuelve Kevin Magnussen.

Son comprensibles las razones que empujaron a Haas a desvincularse tanto de Nikita Mazepin como de su patrocinador. El impacto reputacional era tan dañino que el equipo americano rescindió de forma unilateral todo vínculo aduciendo razones de fuerza mayor. La posibilidad de un boicot para la compañía HAAS (propietaria del equipo) era una posibilidad más que evidente. Se trata de una las más importantes del mundo en el sector de la mecanización y el prototipaje. Su presencia en la Fórmula 1 se debe en gran medida al acceso que da la competición a la industria de la automoción y la aeronáutica, donde la empresa tiene a sus mejores clientes. Mantener lazos con URALKALI convertía una oportunidad en un problema de consecuencias potencialmente desastrosas.

Reputación vs. dinero

Pero quedaba el escollo más importante por salvar. Sin el dinero de URALKALI, HAAS no hubiera podido construir el nuevo monoplaza. Pero ahora queda en quibra técnica, porque lograr un patrocinador a una semana de comenzar la temporada es casi imposible.

Nikita Mazepin, una vez confirmado su despido, ha reclamado al equipo la devolución del dinero entregado por la empresa de su padre. Será justo o no que los atletas de nacionalidad rusa paguen por hechos que no son responsabilidad suya, pero HAAS tendrá difícil justificar no devolver un dinero que ya le ha sido entregado a cuenta, si ya no va a cumplir ninguna de las obligaciones que le corresponden.

Es una cuestión importante porque el precedente es muy peligroso. La seguridad jurídica es clave en los contratos de patrocinio y obliga a ambas partes. Si una decide rescindir un acuerdo de forma unilateral, resulta obligada la restitución del dinero. Hoy la excusa puede ser Rusia, pero ¿y si Arabia Saudi no hiciera frente a sus multimillonarios acuerdos con la Fórmula 1 y Aston Martin por la guerra que sostiene en Yemen?

En sus tiempos, cuando llegaban patrocinadores de dudosa reputación, Bernie Ecclestone siempre adelantaba dinero a los equipos a cambio de que estos rechazaran, el que le suponía un efecto reputacional muy negativo. Los casos fueron numerosos, pero el 'método Bernie' siempre solía surtir efecto: “Tienes seis meses para encontrar un nuevo sponsor, mientras tanto te voy dando dinero a cuenta del reparto de los beneficios”. Un caso similar al que la propia Fórmula 1 debería imitar acudiendo al rescate de HAAS. A nadie interesa que el asunto URALKALI siga haciendo ruido en los tribunales, por lo que convendría una rápida resolución.

placeholder Finalmente, Pietro Fittipaldi (derecha) no logró reunir el dinero necesario para sustituir a Nikita Mazepin (izquierda) (REUTERS/Maxim Shemetov)
Finalmente, Pietro Fittipaldi (derecha) no logró reunir el dinero necesario para sustituir a Nikita Mazepin (izquierda) (REUTERS/Maxim Shemetov)

El asiento finalmente para Magnussen

La primera medida para HAAS será subastar el asiento entre los candidatos potenciales con dinero. Ninguno como la capacidad que tenía el piloto ruso. Por ello, el que más dinero puso se llevó el asiento. Kevin Magnussen ha sido el ganador, después de que Peugeot le liberara de sus obligaciones contractuales. Que el constructor francés haya demorado un año su retorno a las 24 horas de LeMans ha facilitado el tema, y vuelve para una misión que siempre sintió como inacabada.

En su etapa anterior a Haas, Magnussen estaba fuertemente apoyado por empresas de Dinamarca. Ante la inesperada oportunidad surgida por la cancelación del contrato de Mazepin, se habrá reactivado ese apoyo económico. Otros pilotos bajo consideración eran Nico Hulkenberg, quien siempre dejó claro que su elección no podía basarse en el dinero que él aportara, y Pietro Fittipaldi, que después de esta oportunidad perdida difícilmente volverá a poder subirse al barco de la Fórmula 1.

Que un país como Brasil no pueda lograr recursos para sentar al apellido Fittipaldi en la Fórmula 1 indica lo caro que se vende hoy día un asiento en la Fórmula 1 y idea del agujero económico que supone para un equipo perder a un piloto como Mazepin. Por eso la Fórmula 1 si quiere hacer honor al ‘we rece as one’ que tanto predica, quizás tenga que acudir al rescate de HAAS.

Ese dicho que reza que por mal que estén las cosas todavía son susceptibles de empeorar aplica estos días equipo HAAS. A su muy delicada situación derivada de la guerra de Ucrania y la rescisión del contrato de Nikita Mazepin y su patrocinador principal URALKALI, para completar la pesadilla, el avión con todo su material destinado a Bahrein sufría una avería y parece que perderá una jornada de test. Un contratiempo serio ante una corta pretemporada de solo seis días, cuando además Haas fue el equipo que menos pudo rodar en Barcelona.

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