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Red Bull tiene motivos para estar más contento que Ferrari
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EN LA 'SCUDERIA' Y EN MCLAREN RECONOCEN QUE FUERON MUY RÁPIDOS EN VALENCIA

Red Bull tiene motivos para estar más contento que Ferrari

Quien ríe último ríe mejor. Algo así debió de pensar Red Bull cuando vio las caras de felicidad de Ferrari el pasado domingo. El coche rojo

Foto: Red Bull tiene motivos para estar más contento que Ferrari
Red Bull tiene motivos para estar más contento que Ferrari

Quien ríe último ríe mejor. Algo así debió de pensar Red Bull cuando vio las caras de felicidad de Ferrari el pasado domingo. El coche rojo había ganado aunque el que más miedo metió en el cuerpo fue el energético. “Somos conscientes de que Red Bull ha mejorado el coche” y “Red Bull ha ido fenomenalmente rápido” son frases, tras acabar la carrera, de rivales directos de la escudería austriaca. Stefano Domenicali y Jenson Button, respectivamente, admitieron salir de Valencia preocupados ante el renovado bólido del ingeniero Adrian Newey.

“Tenemos un coche muy rápido, lo hemos demostrado”. Christian Horner sabe de lo que habla. Pisa terreno firme si se aventura a desafiar a las otras escuderías. Los datos que maneja el jefe de equipo de Red Bull confirman lo que el público presenció en el pasado GP de Europa: una calificación que recordó a la anterior temporada -con Sebastian Vettel 4 décimas más rápido que el segundo- y un ritmo de carrera vertiginoso.

Salir en primer lugar tiene la gran ventaja de tener aire limpio y ser 100% efectivo en cuanto a la carga aerodinámica del coche. Este puede ser uno de los motivos por los cuales, durante los veinte primeros giros, el alemán sacaba entre uno y dos segundos a sus rivales por vuelta. Algo que no se había visto este año. A partir de entonces, los registros se igualaron más (quién sabe si dejó de pisar un tanto el acelerador con la gran distancia que había obtenido sobre el segundo, Romain Grosjean). Posteriormente vino el safety car y su abandono por un fallo en el motor.

El dominio pasó de Vettel a Webber

Sin Vettel, el dominio de Red Bull se trasladó a Mark Webber. El australiano, cuando el tráfico se lo permitió, imitó el comportamiento de su compañero e impuso el mejor ritmo en la parte final de la prueba. No ganó, pero el actual líder del mundial de constructores dejó clara la amenaza que supone de cara a los siguientes grandes premios.

En poco más de una semana llega Silverstone y, hasta entonces, el equipo con base en Milton Keynes tendrá tiempo para cerciorarse de que todas las mejoras introducidas no han tenido nada que ver con los problemas mecánicos que sufrió Webber el sábado (caja de cambios) y Vettel el domingo (motor). Porque Adrian Newey, excelente ingeniero, tiene fama de ir siempre al límite con sus creaciones (más allá del reglamento, por el que en siete meses se han prohibido tres creaciones suyas: el difusor soplado del año pasado, el agujero en el fondo plano y recientemente el sistema de refrigeración de frenos).

¿Estarán relacionados esos problemas mecánicos con el acoplamiento de los nuevos elementos de Newey? Desde que es un equipo puntero y al margen de 2009, cuando encajó el doble difusor -made in Brawn GP-, este es el año donde más componentes está introduciendo a mitad de temporada. El resultado es que, por lo visto en las tres últimas carreras (una victoria y dos poles) se puede considerar el monoplaza a batir.

Muchas mejoras y poco tiempo para probarlas

El contrapunto a tantas innovaciones es la falta de test y de tiempo (sólo en entrenamientos libres). Red Bull llevó a Valencia un sistema nuevo de escapes (en realidad es similar al que tenía al principio de temporada), una suspensión trasera modificada y un doble fondo con el que redirige los flujos de aire para ‘pegar’ lo máximo el coche al suelo. Son piezas nuevas que, hasta llegar al puerto levantino, habían sido probadas en el túnel de viento y ya.

Sin posibilidad de entrenamientos, siempre hay un riesgo de que los datos dados por el ordenador en la factoría no coincidan con los reflejados en el asfalto… o de que se produzca algún fallo en el vehículo: “Para eso está la pretemporada, para que se pare aquí el coche y no en una carrera”, suele oírse cuando existe algún problema de este tipo en invierno.

Ferrari, piano, piano

En los primeros pasos de Red Bull en la Fórmula 1 hubo numerosos abandonos por fallos en los coches en el intento por crecer cuanto antes. En este sentido, Ferrari parece seguir una táctica diferente a la de Newey ya que, como explicó desde el inicio del curso, da pasos “lentos pero seguros”. Sin prisas, trata de no cometer errores de cálculos como los de 2011, cuando tuvo que deshacer parte del camino al ver –a mitad de temporada- que cada vez distaban más los datos del túnel del viento con la realidad. La Scuderia, desde Malasia en 2010, no ha sufrido ningún abandono por fallo mecánico pese no ser un equipo puntero desde ese año.

Pese al abandono de Sebastian y el ‘traspiés’ en calificación de Mark, “por primera vez hemos visto un bólido muy superior al resto, el de Vettel”, señaló al término de la carrera Jaime Alguersuari. Después de siete carreras locas, llegó otra más ‘demente’ todavía, pero dentro de este disparate, tal y como apunta el piloto probador de Pirelli, comienza a dibujarse un líder que marca el camino al resto… en Gran Bretaña se verá si es sólido o se desfigura con una goma de borrar.

Quien ríe último ríe mejor. Algo así debió de pensar Red Bull cuando vio las caras de felicidad de Ferrari el pasado domingo. El coche rojo había ganado aunque el que más miedo metió en el cuerpo fue el energético. “Somos conscientes de que Red Bull ha mejorado el coche” y “Red Bull ha ido fenomenalmente rápido” son frases, tras acabar la carrera, de rivales directos de la escudería austriaca. Stefano Domenicali y Jenson Button, respectivamente, admitieron salir de Valencia preocupados ante el renovado bólido del ingeniero Adrian Newey.

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