Y llegará el día en el que Alonso ya no tenga... ¿suerte?

“Fernando ha puntuado en todas las carreras pero las estadísticas dicen que ha de tener un mal fin de semana de 20. Esperemos que el balance se equilibre de aquí al final de temporada”. Christian Horner señaló -sin pronunciar la palabra-, que Fernando Alonso estaba contado con la suerte durante esta primera parte del año. El jefe de equipo de Red Bull quizás tenga razón al recurrir al ‘encadenamiento de sucesos fortuitos’ para explicar las dos victorias y el actual liderato de un Ferrari que en ningún momento ha sido un coche dominante. Sin embargo, acciones del tipo que protagonizó el asturiano en Valencia han dejado de ser algo casual para convertirse en algo común.

Los trece adelantamientos que realizó el domingo Alonso sobre el asfalto no se explican desde el plano de la fortuna.En la vuelta 22 ya estaba en cuarta posición. Gomas blandas nuevas, ritmo de carrera, magnífica estrategia en boxes, gran agresividad del piloto.. Todo ello, en una pista donde se supone es muy difícil adelantar.  Además, la Scuderia ha conseguido un coche muy competitivo en carrera y que disponen de un piloto capaz de llevarlo al límite en esas circunstancias. Estas maniobras no dependen de la suerte, como tampoco el quedarse este sábado a 4 milésimas de la Q3 no es achacable a la fortuna, sino a una estrategia equivocada de los de Maranello. 

En esta temporada, salvo en el GP de Mónaco, las carreras de Alonso han sido atrevidas. Mirando hacia delante y arriesgando lo debido en adelantamientos para ‘recolectar’ puntos, empezando por la salida… donde ha ganado ya 17 plazas en lo que va de temporada. Algo que no es fruto de la casualidad, sino de un excelente software en el F2012 que acompaña a los reflejos del piloto español.

El liderato, gracias al box de McLaren

Más motivos que explican la ‘fortuna’ de Alonso se encuentran en el box de McLaren. De sus innumerables errores en los repostajes, el piloto de Ferrari se ha aprovechado en Mónaco y Valencia. También del mal cálculo de gasolina de los ingenieros de Lewis en Barcelona. Allí el asturiano salió desde la segunda posición en lugar de la tercera (Hamilton hizo la pole pero salió último por no llevar el monoplaza hasta boxes una vez que terminó la Q3). En Malasia, la estrategia elegida por la factoría de Woking fue una de las causas por las que Ferrari se llevó aquella victoria (en este caso, también la Scuderia fue más ‘lista’ que Red Bull).

“Nosotros hemos intentado sacar lo máximo de lo que teníamos y nuestros rivales se han despistado”. Alonso explicó su sorprendente liderato antes de llegar a Montreal y, dos carreras después, ese comentario no ha caducado. En Valencia, los fallos en el motor Renault de Sebastian Vettel y de Romain Grosjean se deben más a un problema de fiabilidad que al azar. El accidente de Hamilton tampoco fue cuestión de mala suerte. De hecho, el propio asturiano sufrió el mismo problema (degradación extrema de neumáticos) hace dos semanas en Canadá y evitó cualquier lucha con los cuatro monoplazas que le adelantaron en poco más de dos vueltas.

No se los ha encontrado, se lo ha buscado

No es cuestión de haber tirado una moneda y que haya salido siempre cara en vez de cruz, es más de estar en el sitio adecuado en el momento indicado. Ninguna de sus dos victorias y sus dos podios se los ha encontrado, sus resultados han sido buscados atacando desde que se apagó el semáforo.

Si se pregunta a Ferrari, el “fin de semana malo” al que se refiere Horner pudo ser el de Canadá, donde por primera vez fallaron en la estrategia, o el sábado de Valencia, donde también arriesgaron en exceso a la hora de afrontar la Q2. Quizás, en los juegos de suerte y el azar, alguien en Ferrari haya decidido que se reparta de una manera desproporcionada entre los pilotos, porque más que Red Bull y McLaren, es Felipe Massa quien pide algo de fortuna para salir del pozo en el que se encuentra, a 100 puntos de su compañero.