Vettel sabrá en China si debe continuar 'picando piedra'

"No sirve que seamos los más rápidos sólo en ciertas condiciones y no de forma consistente". Helmut Marko, portavoz de Red Bull, recuerda el espíritu ganador con el que ha 'reinado' los últimos dos años. Por su frase –realizada en una televisión austriaca la semana pasada-, no se conforma con un segundo lugar y Dietrich Mateschitz ya ha hecho saber a la escudería que hay que empujar más. Es una nueva situación que hasta ha provocado borrar la perenne sonrisa de Sebastian Vettel, quien lanzó su rabia contra el HRT de Narain Karthikeyan hace dos semanas. El GP de China, la tercera prueba del campeonato, colocará –un poco más- a cada uno en su lugar y Red Bull, con Vettel a la cabeza, comprobará cuál es el suyo.

En Malasia, los nervios se apoderaron del alemán. Vettel llamó "idiota" y dedicó una peineta a Karthikeyan como aquel conductor exaltado en mitad de un atasco. Tras su buen inicio de año, con un segundo puesto en Australia, la lluvia de Sepang le bajó de un podio que parecía llevar su nombre en 2010 y 2011. El golpe no lo encajó demasiado bien.

Los ojos del bicampeón alemán están puestos en Adrian Newey. El ingeniero y su equipo son los que deben devolver la frescura de Vettel con una evolución del RB8. Según lo ocurrido en la segunda carrera, le vino demasiado de golpe soltar el caviar de estos dos años para coger el pico y bajar a la mina de mitad del 'pelotón'.

Red Bull defendiendo la 'peineta' del alemán

De cara a la imagen pública, el incidente de Vettel ha arrastrado a Red Bull en su defensa. "Están pilotando en otra liga, son seis u ocho segundos más lentos, y por eso necesitan tener más cuidado. Son 12 puntos menos para Vettel que podrían ser cruciales en el Mundial. Todos podemos comprender una reacción emocional", señaló Marko en referencia al incidente con el indio. Más de una semana después, todavía se habla más del accidente de final de carrera que de la pérdida de la soberanía del equipo ‘energético’.

El pasado año, cuando más florecieron los elogios hacia Vettel, hubo una corriente de opinión que señaló que el germano demostraría su verdadero talento al volante cuando no tuviera el mejor vehículo. Este 2012 puede que encuentren dicha respuesta.

Es sólo la segunda carrera y, aunque está ocho puntos por debajo de su compañero Mark Webber, sigue siendo el número uno de la escudería y en él está depositada toda la confianza para que Red Bull sea 'tricampeón'.

Durante este parón habrá hecho una reflexión de lo ocurrido en Malasia y de lo que le puede deparar este 2012. Él es sólo un piloto y en su mano no está crear el mejor monoplaza de Fórmula 1. Su actual responsabilidad es quedar en tercera posición y, lo que pueda 'rascar', será bienvenido. Fernando Alonso le puede aconsejar de cómo llevar esa filosofía sin perder los nervios.