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Schumacher, 'alemán perfecto' hasta para dejar caer su retirada definitiva de la F1
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HONESTIDAD PURA AL ADMITIR QUE ÉL ES EL PROBLEMA DE MERCEDES GP

Schumacher, 'alemán perfecto' hasta para dejar caer su retirada definitiva de la F1

"Yo soy el problema. Está claro que estoy un poco más relajado de lo que estaba habitualmente y se puede afirmar que me resulta necesario concentrarme.

Foto: Schumacher, 'alemán perfecto' hasta para dejar caer su retirada definitiva de la F1
Schumacher, 'alemán perfecto' hasta para dejar caer su retirada definitiva de la F1

"Yo soy el problema. Está claro que estoy un poco más relajado de lo que estaba habitualmente y se puede afirmar que me resulta necesario concentrarme. No sé si mi forma de pensar es la adecuada para el equipo". Michael Schumacher, apodado por sus virtudes y personalidad como el ‘perfecto alemán’, traiciona la voluntad germana de llegar al límite en su trabajo al admitir cierta relajación. Sin embargo, le honra el haber reconocido que duda más de sí mismo que de la capacidad del equipo. Una afirmación que parece estar prohibida en Fórmula 1 de lo extraña que resulta encontrarla.

Sus declaraciones no se han pasado por alto en Mercedes GP y el jefe Ross Brawn le abre una puerta: "Si Schumacher no se siente a gusto, entonces tendremos que hablar. No se puede obligar a alguien a hacer algo que no quiere hacer". (Encuesta: ¿Cree que debe retirarse?)

Tras su sexto Mundial, el diario alemán Bild bautizó a Schumacher como el 'alemán perfecto'. El periodista Enrique Müller recuerda en el diario Hoy algunas de las virtudes germanas que encarna 'Schumi': disciplinado, ambicioso, valiente, puntual, trabajador, atlético, fiel a su esposa, a su empresa y a su trabajo. En el egocentrismo de la Fórmula 1 nadie se había atrevido a situar a la escudería por encima de uno mismo. Schumacher, por su mentalidad y su privilegiada situación de haber logrado todo en este deporte, ha sido el primero en reconocer que él es el problema de Mercedes. Aunque le pueda costar el puesto.

Rosberg, con la mentalidad opuesta

"Mi objetivo es terminar el séptimo. Con este coche, para mí, es como ganar". Son palabras de su compañero y compatriota Nico Rosberg para El País que recuerdan cuál es la realidad de los pilotos de F1: 'Si lo hago mal es porque mi coche no es competitivo'. Sin salir del box germano, el propio Nico afirma con contundencia que se ha ganado el respeto del 'Kaiser' porque "por lo normal, termino por delante de él". Desconfía y considera que el resultado deportivo está por encima de la persona.

Su fuerte carácter dentro de un circuito podía haber provocado tener innumerables compañeros hostiles. No obstante, su único enemigo fuera de la pista es Rubens Barrichello, quien fue su escudero en su etapa victoriosa de Ferrari. El brasileño recomendó a Heidfeld que se fuera de Mercedes al conocer el fichaje del heptacampeón. Su educación, responsabilidad y valores cuando se quita el casco causan respeto. Su presencia en los medios, pese a su conducción en pista, no tiene nada que ver a otros pilotos también agresivos como Lewis Hamilton. Maneja mejor los tiempos delante de un micrófono.

"Llegué a Mercedes con una tarea específica: no ganar a toda costa, sino hacer crecer este equipo". Las intenciones que el Corriere dello Sport recogen de Schumacher son las de alguien que siempre tiene presente la filosofía de su compañía. Tras año y medio, se despoja de la responsabilidad y presión infundada desde fuera para recordar cuál sigue siendo la realidad de Mercedes.

Ross Brawn pretende que continúe

Schumacher es un privilegiado por disponer de un coche en Fórmula 1 y, además, que opta siempre a los puntos. Este privilegio es recíproco ya que Brawn está "convencido de que al final podremos convencerlo para extender su contrato". Una muestra de amor hacia alguien que no se considera estar a la altura de su empresa.

Pese al interés de su escudería, Schumacher deja entrever que será a final de temporada cuando decida si continúa o deja definitivamente el volante a sus 42 años, "pronto debo evaluar si debo continuar o dejarlo". Tiene en su mano si continuar o no con el sueño de colocar en lo más alto del automovilismo a un equipo alemán.

"Yo soy el problema. Está claro que estoy un poco más relajado de lo que estaba habitualmente y se puede afirmar que me resulta necesario concentrarme. No sé si mi forma de pensar es la adecuada para el equipo". Michael Schumacher, apodado por sus virtudes y personalidad como el ‘perfecto alemán’, traiciona la voluntad germana de llegar al límite en su trabajo al admitir cierta relajación. Sin embargo, le honra el haber reconocido que duda más de sí mismo que de la capacidad del equipo. Una afirmación que parece estar prohibida en Fórmula 1 de lo extraña que resulta encontrarla.