María José Rienda se despide antes de la cuenta en el gigante

La esquiadora española María José Rienda se despidió a las primeras de cambio de los Juegos Olímpicos de Vancouver, que se disputan hasta el próximo 28 de febrero, tras no poder clasificarse a la segunda ronda de las eliminatorias de la prueba de gigante al igual que sus compañeras Carolina Ruiz y Andrea Jardí.

La granadina, de 34 años, que cumplía su quinta participación olímpica, con una meritoria sexta plaza en el gigante de Salt Lake City 2002 como mejor resultado, completó el recorrido con un discreto registro (1:21.22) en cuadragésima quinta posición, corroborando su dubitativo estado de forma actual.

Por su parte, Caolina Ruiz, que fue decimoquinta en descenso y decimoctava en supergigante, terminó en el trigésimo quinto puesto (1:19.17), mientras que la última de la nacionales en liza, la debutante Andrea Jardí, completó su estreno olímpico en cuadragésimo segundo lugar (1:20.41).

"Hay que dejar paso a los más jóvenes"

María José Rienda dijo a Efe en la zona de meta de Whistler que espera que el año que viene "salga el trabajo" y que "ahora en los Juegos hay que dejar el paso a los más jóvenes para Sochi", localidad rusa que albergará la próxima cita.

"Estoy contenta, porque estos son mis quintos Juegos, pero está claro que hoy he vuelto a notar que, después de las dos graves lesiones, todavía me cuesta. Ya lo he notado toda esta temporada y hoy aún más, porque la verdad es que con tan poca visibilidad ha sido difícil", explicó Rienda, que con anterioridad ha sido olímpica en Lillehammer'94 (Noruega), Nagano'98 (Japón), Salt Lake City'02 (EEUU) y Turín'06 (Italia), donde partía como gran favorita y se tuvo que conformar con un inmerecido decimotercer puesto.

"Hoy (en la primera manga) he tenido numerosos errores en la parte alta de la pista. No he dejado correr los esquís lo suficiente. Y en la parte baja me quedé casi parada, antes de entrar en meta", explicó la española con más victorias en la Copa del Mundo de esquí alpino (seis), que ha pasado las últimas temporadas recuperándose de una tríada en la rodilla derecha, primero; y de una rotura de ligamento cruzado interno en la izquierda, después.

"Con la prueba de hoy no puedo estarlo del todo, pero por otro lado estoy más que satisfecha por haber sido olímpica en cinco Juegos, sobre todo después de mis lesiones", declaró la esquiadora de Sierra Nevada, que compitió en un gigante que se disputó con escasa visibilidad y entre la nevada que cayó hoy en Whistler.

"Hubiese preferido una competición con sol, porque aunque hubiera habido zonas con sombra, el relieve siempre se puede apreciar mucho mejor con más visibilidad". "Pero he luchado y lo he intentado. A veces sale y otras veces, no. Es lo que hay". "En cuanto a los Juegos Olímpicos, ya hay que dejar paso a los más jóvenes para Sochi (Rusia, donde será la próxima cita invernal, dentro de cuatro años)".