Primoz Roglic, la revelación del Tour que antes practicaba saltos de esquí

Hace unos años, Primoz Roglic se lanzaba a 90 km/h por un trampolín. Este viernes lo hizo en el descenso del Aubisque para ganar la última etapa de montaña del Tour de Francia y acercarse al podio. Lo tiene a tiro, aunque este sábado tendrá que sudar para defender los 13 segundos de ventaja que tiene sobre Chris Froome, que puede quedarse fuera de los tres primeros por primera vez en las últimas siete ediciones (excepción de 2014, cuando abandonó).

El descenso del Aubisque camino de Laruns daba miedo incluso por televisión. Carretera estrecha y sinuosa y mucha niebla. Unas condiciones propicias para que un ciclista intentara abrir el hueco que no había conseguido abrir subiendo. Un ciclista como Roglic, que atacó varias veces cuesta arriba y se escapó cuesta abajo. Fue más agresivo que sus rivales y logró el premio de la victoria de etapa.

"¿Qué puedo decir? Estoy muy feliz. Es una locura. Una sensación realmente agradable. Obviamente me encontré muy bien. Lo intenté muchas veces y finalmente me fui en el descenso. Todo salió perfecto y estoy muy contento con la victoria", dijo Roglic, que entró en meta con 19 segundos de ventaja sobre el grupo que había dejado atrás en el descenso.

Esa diferencia, sumada a los 10 segundos de bonificación, le permitieron adelantar en la clasificación general a Froome, que ahora es cuarto, y acercarse a Tom Dumoulin, que le aventaja en 19 segundos. El neerlandés tiene ventaja en la lucha por los puestos del podio que protagonizarán los tres este sábado en la contrarreloj individual de 31 km. Por delante de todos está Geraint Thomas, que tiene el Tour en el bolsillo.

Si nada se tuerce, será con mucha diferencia el mejor resultado de Roglic en una carrera de tres semanas. Hasta ahora su tope era el 38º puesto logrado hace un año también en el Tour de Francia, cuando ganó también una etapa. Este año ha sido el de su confirmación, tras un 2017 en el que ya despuntó. Ha ganado el Tour de Eslovenia, el Tour de Romandía y la Vuelta al País Vasco.

Una fuerte caída en 2007

La carrera de Roglic en el ciclismo no comenzó hasta el 2012, cuando abandonó los saltos de esquí, un deporte mucho más popular en su país (Eslovenia) que el ciclismo. El ahora ciclista se dio cuenta con 20/21 años que no iba a poder ser el mejor en el trampolín, a pesar de que en 2007 había sido campeón del mundo en categoría júnior. Ese mismo año, en una competición en Eslovenia, sufrió una fuerte caída.

"No estaba donde había soñado, así que cambié y lo intenté con el ciclismo", contó en 2016 a 'Cycling News'. "Cuando todavía era saltador, no tenía permitido hacer mucho ciclismo (...) Pero cuando lo dejé, me compré una bicicleta y descubrí que era muy bueno".

En 2013 comenzó a competir con el Adria Mobil, equipo de categoría continental. En 2014 logró sus primeras victorias y en 2015 venció en el Tour de Eslovenia. En 2016 fichó por el LottoNL-Jumbo, equipo con el que ha logrado grandes resultados en las tres últimas temporadas. Etapas en el Giro y el Tour, victorias en importantes carreras de una semana... y su confirmación como 'hombre Tour' seis años después cambiar los esquís por la bicicleta.