Tecnología de F1 para Nairo Quintana, el gran favorito para llevarse el Giro de Italia

La batalla por el 'rosa' ha comenzado y la jornada inaugural se ha cobrado más víctimas de lo esperado. La victoria en la contrarreloj por equipos que abría este Giro de Italia ha sido para el Orica -que viste al canadiense Svein Tuft de líder-, pero los australianos están ajenos a la lucha por la general que dirimen los ‘gallos’ de la ronda italiana. En esa confrontación, el gran damnificado ha sido Joaquín Rodríguez -con permiso del irlandés Daniel Martin que abandonaba tras una caída en bloque de su equipo el Garmin-. El catalán se ha dejado casi un minuto y medio con otros aspirantes como Cadel Evans o Rigoberto Urán y 38 con el gran favorito, Nairo Quintana.

En el Movistar eran sabedores de la importancia que podía tener esta jornada en el desenlace final del Giro y para que su líder no se dejara muchos segundos en el camino, han puesto desde comienzo de año todos los medios a su alcance. De esta forma, el equipo telefónico con su líder y máximo aspirante a la victoria final en Trieste, Nairo Quintana, acudieron el pasado mes de marzo al túnel del viento de Silverstone -conocido como Drag2Zero-, el mismo en el que se desarrolla la aerodinámica del equipo Mercedes AMG Petronas que domina con autoridad la F-1.

Allí, bajo la supervisión de Simon Smart -un exingeniero de Red Bull- y todo su equipo, transcurrieron tres jornadas de intenso trabajo. El cambio de bicis de Pinarello a Canyon y de ropa -se trabajó con el nuevo buzo de contrarreloj diseñado por Endura- convertía la visita en obligatoria. El Drag2Zero es uno de los túneles del viento más avanzados del mundo y por sus características -de los pocos que ofrece un chorro de aire abierto- es el más ideal para los ciclistas. De hecho, por sus instalaciones pasan casi 300 profesionales del pelotón al año.

Una hora de trabajo cuesta alrededor de 3.000 euros por persona, pero la ganancia es notable. “Para los grandes equipos es un dinero bien invertido porque el beneficio es importante”, relata Mikel Zabala, máximo responsable de la preparación física de la escuadra española. De hecho, se estima que en una contrarreloj como la de este viernes el tiempo ganado puede rondar el medio minuto.

Pese a que el mundo del ciclismo y el de la F1 es muy diferente, el tiempo invertido y los medios a que tuvieron a su alcance han sido muy beneficiosos para que Nairo y el Movistar mantengan intactas sus bazas de triunfo en la ‘corsa’ rosa. “En el caso del ciclista, su chásis no es rígido porque se trata del propio cuerpo del corredor y eso dificulta el estudio. Además, con el paso del tiempo, los gestos y el cansancio varían los resultados obtenidos, pero aún así se establecen unas líneas a seguir muy válidas”, continúa relatando Mikel, que salió conforme del trabajo realizado. “Aquello es como un quirófano. Está todo impoluto. Además, tienen todas las comodidades para los corredores: cocina, un comedor, un salón donde descansar, salas para cambiarse, otras salas totalmente informatizadas para el análisis de los datos… Y por supuesto, sus casi 700 empleados abarrotan el parking con sus Mercedes”.

Jonathan Castroviejo, Adriano Malori y Nairo Quintana son los tres ciclistas que repiten Giro y trabajo en el túnel del viento. En el caso del colombiano era la primera vez que pisaba un centro de este tipo. “Nairo es muy meticuloso. Salió muy sorprendido de lo que vio, pero cuando no le cuadraba algo paraba el trabajo para que se lo explicaran. No es de los que se conforma con lo que le diga un técnico, tiene que entender el porqué”, revela el responsable de la parcela física del equipo telefónico.

En busca de la posición más productiva

Sin embargo, el trabajo para la contrarreloj por equipos no se queda en las paredes del centro tecnológico de Silverstone. “Hay que poner en una balanza la ganancia aerodinámica y la comodidad del ciclista y, después, trabajar el cuerpo para adaptarlo a la posición más productiva. Por eso es muy importante las horas de gimnasio trabajando partes específicas como el cuello o la zona lumbopélvica”, explica Zabala. “Cada corredor tiene en su programa de entrenamientos días específicos de trabajo con la bici contrarreloj y ejercicios para fortalecer la musculatura”.

Además, en el caso del Movistar y de los grandes equipos en general, en cada concentración se entrena una especialidad espectacular y decisiva en las grandes vueltas. El equipo acude al circuito de velocidad de Los Arcos siempre que puede y el calendario lo permite. En caso de no poder hacerlo, se recurre a soluciones de emergencia, como la pasada temporada que durante una estancia en Granada se acudió a un polígono industrial abandonado para perfeccionar la técnica y los relevos. Todo por una ganancia de segundos que pueden ser decisivos el último día en Trieste. De momento, ya han salvado el primer asalto, pues los segundos perdidos son asumibles dado el terreno montañoso por el que transcurrirá la carrera una vez que se llegue a Italia.