Lance Armstrong frena su primera cita con la justicia por el dopaje pagando 3 millones

Lance Armstrong volvió a demostrar que el poder del dinero está por encima de la verdad. El exciclista norteamericano debería haber comparecido esta madrugada ante los tribunales de Austin para declarar por sus prácticas dopantes durante sus años como profesional. Acceptance Insurance, uno de los patrocinadores del norteamericano, le había demandado el pasado mes de enero por el pago de una primas tras firmar unas victorias logradas bajo los efectos de las sustancias prohibidas. A última hora, Armstrong ha conseguido evitar el juicio llegando a un acuerdo económico con la marca.

Tres millones de dólares. Ése ha sido el pacto alcanzado por Armstrong y Acceptance Insurancepara evitar ir a juicio, lo que ha permitido al ciclista no tener que declarar bajo juramento su trayectoria de dopaje en el ciclismo. Una vez destapada la trama sistemática de dopaje del ciclista texano, y su posterior declaración en el programa de Oprah Winfrey, este patrocinador - que pagó importantes cantidades económicas al norteamericano por varias victorias entre los años 1999 y 2001- le demandó, buscando una compensación económica por haber manchado el nombre de la empresa.

Lo que la marca intentaba era que Armstrong indicarade manera pormenorizada sus prácticas dopantes. Aunque el ciclista ha reconocido públicamente que se apoyó en sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento -una situación que le valió que se le retiraran los siete Tour de Francia que había conseguido-, nunca dio a conocer las cantidades ni todas las sustancias ingeridas por él. Acceptance Insurance solicitaba tres millones al ciclista para evitar ir a juicio, y que tuviera que dar a conocer públicamente estas prácticas, una situación que se ha resuelto en el último momento.

Armstrongha decidido aceptar la propuesta del que fuera su patrocinador, y ha desembolsado tres millones de euros para evitar comparecer públicamente esta madrugada. Sin embargo, aunque ha evitado el primer golpe, el exciclista tiene aún más casos abiertos. Varios patrocinadores más ya le han demandando por el mismo caso -sin ir más lejos, en los próximas semanas tiene pendiente otro juicio por otra marca que le pide 12 millones de dólares-, e incluso la Adrministración le reclama 120 millones en concepto de indemnización por haber incumplido el contrato de US Postal.

El ciclista norteamericano ha apostado por rascarse el bolsillo para impedir que salgan a la luz un mayor número de informaciones sobre su dopaje en el ciclismo, pero es una situación insostenible a largo plazo.Aunque ha conseguido frenar el primer golpe a última hora, es consciente de que no podrá hacer frente a todos los pagos de las cantidades que le reclaman los que fueran patrocinadores. Tras la vergüenza y humillación pública de reconocer que se convirtió en el mejor ciclista del mundo gracias al dopaje, sabe que será muy difícil frenar todos los juicios que pesan sobre él.