A Rudy le pone el Zalgiris y devuelve el golpe a los lituanos con veneno letal

El Real Madrid ha solventado con suficiencia su primer compromiso de la temporada en la Euroliga tras superar a domicilio (63-83) al Zalgiris Kaunas tras una actuación magistral de Rudy al mando de un bloque poco brillante pero igualmente letal. Y es que el jugador madridista regresaba a un pabellón del que no guarda un buen recuerdo: la temporada pasada fue agredido por un seguidor radical del equipo lituano que le empujó y le tiró al suelo tras el partido. Para él, el choque tenía cierto morbo y esta enchufado. El Zalgiris le pone y el subcampeón aprovechó la candidez local para imponer su dominio antes del descanso e inyectó su veneno tras la reanudación acelerando el ritmo para impedir cualquier reacción del Zalgiris y certificar un triunfo sin oposición.

Pese a lo contundente del marcador, hubo nervios en el inicio. Los de Pablo Laso lo demostraron con su mal habitual, abusando del tiro de tres y los bálticos perdiendo balones. El problema de los locales, no obstante, se convirtió en mortal. El Zalgiris perdió 18 balones en el primer cuarto de hora. Y eso ante el Real Madrid, que adora la transición, fue demasiado regalo. Pese al desacierto exterior (3/17 al descanso), los madridistas dominaron el partido sin alarmas (24-35 tras dos cuartos).

Los pupilos de Ilias Zouros, asfixiados por el mar de piernas, manos y actividad de su rival, buscaron sostén en Sarunas Jasikevicius. Solución, en parte, para el drama ya que otro base genial, éste más joven y en plenitud, estaba enfrente. Sergio Rodríguez volvió a herir al rival y estirar la renta en el segundo cuarto, antes de que su compañero habitual de 'vuelos', Rudy, marcase diferencias en el tercero. El balear, con una versión sobria, sin estridencias pero con una efectividad altísima, dinamitó el duelo de forma definitiva en el tercer período. Ofreciendo su lado más solidario (9 asistencias) y eligiendo siempre la mejor opción, alentó a Mirotic (18 puntos) y al indomable Llull (17) a reventar el partido.

Y el Real Madrid, ante un Zalgiris que fue capaz de apagar a los más de 11.000 fieles presentes en el pabellón, así hizo. Con veinte de diferencia al término del tercer cuarto (44-64) y sin germen de revolución local, caminó plácidamente hacia la primera victoria en la Euroliga. El incansable Jankunas, de la mano de 'Saras', evitó mayor sonrojo en un último cuarto relajado, con los locales únicamente buscando maquillar el marcador y el Real Madrid ya pensando en su cita doméstica del domingo en la que recibirá al Laboral Kutxa en el Palacio de los Deportes.