El Valencia Basket se quiere colar en el selecto club de campeones de la Supercopa

Real Madrid y Valencia Basket abren hoy la Supercopa Endesa (19:00 horas, TVE) con la primera semifinal. Después, Laboral Kutxa y FC Barcelona se jugarán la otra plaza de finalista (21:30, FORTA). El primer trofeo de la temporada es como una reunión de viejos amigos. Imaginen a los cuatro sentados alrededor de una mesa y tres de ellos presumiendo de sus títulos universitarios, sus masters, sus puestos de tabajo... Todo es éxito académico y profesional, aunque alguno de ellos haya pasado por mejores épocas. Callado, al fondo, está el amigo que no tenía dinero para ir a la universidad y decidió hacer Formación Profesional. Ahora tiene un buen puesto de trabajo, se gana la vida dignamente e incluso tiene más poder adquisitivo que alguno de sus colegas universitarios. Pero ya saben, la FP no está tan bien vista.

Los primeros son el FC Barcelona, el Real Madrid y el Laboral Kutxa, dominadores de baloncesto español en lo que llevamos de siglo, mientras que el otro es el Valencia Basket, ahora mismo el proyecto con más opciones de romper el duopolio (porque el Baskonia no está en su mejor momento) en la ACB. Es cierto que la 'Cultura del Esfuerzo' (lema de los valencianos) es más fácil con un gigante como Mercadona sosteniéndote la silla, pero no lo es menos que el club 'taronja' lleva tiempo haciendo las cosas bien y que tiene una de las mejores plantillas de la Liga.

"Nosotros, como cada año, no nos marcamos un objetivo concreto. Queremos ir partido a partido, luchar contra los mejores y competir, eso es lo que queremos hacer”, afirmaba el capitán del Valencia, Rafa Martínez, que este verano renovó su contrato por temporadas más. Fue una de las operaciones más importante del Valencia, que además ha fichado a Guillem Vives (mejor jugador joven de la pasada Liga), Dwight Buycks, Luke Harangody y Kresimir Loncar, estos dos últimos con la misión de hacer olvidar a Justin Doellman, 'MVP' de la ACB que se marchó al Barcelona por una cantidad irrisoria.

El valenciano es el último proyecto en intentar plantarle cara a catalanes y madrileños e instalarse entre los candidatos a los títulos nacionales, algo que no consigue desde 1998, cuando ganó la Copa del Rey. Ese es el único título 'local' en sus vitrinas. Se quedó cerca otras veces: perdió la final de la Liga en el 2003, la finales de Copa del Rey en el 2000, 2006 y 2013 y la final de la Supercopa en el 2010. En Europa, en cambio, ha tenido el camino más despejado y lo ha aprovechado para ganar tres veces la ULEB Cup/Eurocup (2003, 2010 y 2014).

La tarea de colarse entre los grandes (la temporada pasada perdió en semifinales de la ACB contra el Barça por 3-2) es muy complicada. Desde que el TDK Manresa sorprendiera a todo el mundo llevándose el título de Liga en 1998, Barça, Madrid y Baskonia se han repartido 15 de las 16 siguientes Ligas. La excepción llegó en el 2006, con el título consegido por el Unicaja. Ningún otro equipo ha conseguido hacer sombra a los dominadores clásicos del baloncesto español. El Barcelona tiene 15 títulos y el Real Madrid, 9. El siguiente es el Laboral Kutxa (3), que en las últimas temporadas se ha caído del escalón más alto de la jeraquía ACB y anda metido en un proceso de "refundación" -Josean Querejeta dixit-.

En los ochenta y principios de los noventa, fue el Joventut el que plantó cara a los dos gigantes. Más adelante, proyectos casi milagrosos como los del Manresa o el Caja San Fernando asomaron la cabeza. Y en la primera década del siglo XXI, el Baskonia y el Unicaja estuvieron incluso por encima en varias temporadas. Pero ahora, el dominio que ejercen Barça y Madrid en el fútbol se replica en el baloncesto, con el peligro que eso conlleva para una competición en estado crítico. El Valencia Basket quiere colarse en ese selecto club, y en la Supercopa tendrá sus opciones.

La atención, entre Ayón y Ruggles

A pesar de estar en juego el primer título oficial del curso, la Supercopa Endesa, que celebra en Vitoria su undécima edición, encaja más como final de la pretemporada que como inicio de lo serio. En los diez años que lleva disputándose, tres equipos se reparten las victorias: Laboral Kutxa y FC Barcelona, con cuatro cada uno, y Real Madrid, con dos. Ganar la Supercopa no asegura el título liguero nueve meses después: el porcentaje de campeones que se han llevado la liga esa misma temporada es del 60%.

El Madrid de Pablo Laso ha sido el ganador en los dos últimos años y quiere repetir, pero no ha tenido una pretemporada fácil. Hasta la llegada de Gustavo Ayón hace tres días no ha tenido a toda su plantilla al completo. El mexicano es una de las cinco caras nuevas, las otras son Nocioni, Campazzo, Maciulis y KC Rivers. Sin algunos de los internacionales, que estaban en el Mundial, ambos equipos ya se enfrentaron en pretemporada, con victoria clara para el Valencia por 58-80. En el Buesa Arena de Vitoria será otra historia.

Por el otro lado del cuadro, el Barcelona llega a la Supercopa con aura de equipo imbatible. Satoransky, Thomas, Doellman y Pleiss entran; Lorbek, Sada, Papanikolau, Pullen y Dorsey salen. El Laboral Kutxa, por su parte, presenta una pequeña revolución con cambio en el banquillo incluido y la salida de sus dos mejores jugadores rumbo a Madrid y Barcelona. Fuera de los partidos, la atención estará en el joven estadounidense de 17 años Josh Ruggles, que el año pasado ganó el concurso de triples. Sus rivales, el sábado antes de la final, serán Abrines, Andjusic, Baron, Bertans, Carroll, Corbacho y Sato.