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El Valencia Basket encara su cita con la historia ante un Barça desconcertado
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quinto partido de semifinales ACB (19.15, TVE)

El Valencia Basket encara su cita con la historia ante un Barça desconcertado

En una serie de locos, este domingo (19.15, TVE) taronjas y azulgranas disputan en La Fonteta el duelo decisivo para dirimir el otro finalista de la ACB

Foto: Víctor Sada trata de superar la defensa del base belga Sam Van Rossom durante el cuarto partido de la semifinal.
Víctor Sada trata de superar la defensa del base belga Sam Van Rossom durante el cuarto partido de la semifinal.

Cuatro partidos y cuatro victorias visitantes, dos del Barcelona y dos del Valencia Basket. Una serie de locos. Este domingo (19.15 horas, TVE) llega el quinto y decisivo asalto en La Fonteta. En juego, un billete para la gran final de la Liga Endesa donde desde el pasado jueves aguarda un Real Madrid impaciente por acabar el curso con un triunfo que aleje los fantasmas de la cruel derrota sufrida en Euroliga. A pesar de caer en los dos primeros partidos de la serie ante su público, Valencia Basket echó el resto y, pese a las bajas y el cansancio acumulado de sus hombres, se valió la inestimable colaboración de un rival inmerso en la apatía para igualar la serie con dos meritorios triunfos en el Palau Blaugrana.

"En momentos importantes de la temporada este equipo no ha sabido competir". Con el agua al cuello y su cabeza a punto de ser colgada al alba en cualquier plaza de la Ciudad Condal, a Xavi Pascual no le queda otra que rendirse ante la evidencia. Al pronunciar tan dura afirmación, en su cabeza aparecieron de forma automática dos golpes psicológicos que han marcado un curso extraño, alejado de la expectativa: el descalabro en la semifinal de la Final Four ante el Real Madrid (62-100) y la legendaria suspensión de Llull en el Carpena que valía una Copa del Rey (77-76). Si añadimos la Supercopa, donde el principal rival dentro de nuestras fronteras también les privó del triunfo, no encontramos con un año estigmatizado por la impotencia y la rabia, a la sombra del blanco casi impoluto del Real Madrid.

Sin embargo, el técnico azulgrana saca pecho antes de la batalla y asegura que su equipo no está muerto. "Hemos ganado dos veces allí y eso quiere decir que podemos hacerlo una tercera. Juegas para ganar, no ya para perder porque tenemos todos la sensación de que ya hemos perdido al no aprovechar dos partidos en casa", destaca. En vista de la desastrosa hoja de servicio acumulada en el tercer y cuarto partido -5/42 en triples (12%) y 40/61 desde la personal (66%)-, el juego del equipo tendrá que vivir un giro radical si quieren asemejarse al torbellino que asoló la plaza valenciana en el choque inaugural de la serie (58-77).

Más allá de la depresión generalizada vivida por el perímetro (Oleson, Abrines y Papanikolaou) y la dirección (Marcelinho no puede con todo) en las dos derrotas, otro de los factores explicativos de la mala imagen proyectada por los culés reside en la apocada versión en el juego interior. En el tercer partido, Dorsey mutaba su piel de gladiador y tornaba en la única referencia interior. Tomic ha desaparecido y tras su heroico minuto, con dos rebotes ofensivos y un medio gancho decisivo, en el segundo envite se ha diluido cual azucarillo. El espigado center croata posee las condiciones requeridas para este juego pero su falta de predisposición a la hora de bregar en el barro y su falta de competitividad cuando vienen mal dadas le limitan de sobremanera.

Sus 2,17 han menguado hasta esfumarse en los momentos decisivos, pecando, junto al resto de sus compañeros, de una indolencia impropia de los colores que representan. Lorbek, Lampe o Nachbar, en su faceta de cuatro abierto, adolecen de una inconsistencia que les impide mostrar su mejor versión y exhibir el indiscutible talento que atesoran. En definitiva, una ansiedad que desemboca en desatino y falta de empaque a la hora de encajar los golpes y superar las dificultades que les presenta un Valencia inferior sobre el papel pero cargado de fe y buenas intenciones.

"Llegar a 2-2 después del 0-2 en nuestra casa, nadie lo esperaba. Nos han confirmado como un equipo de carácter, con jugadores que no se rinden nunca, es un paso en la historia del club y podemos estar orgullosos del equipo que tenemos". Perasovic sabe bien de lo que habla. A estas alturas de la película, el Valencia se siente capaz de rubricar la machada. Tras verse desahuciados, los encuentros del martes y el jueves les han dado alas para seguir luchando. Sólo un paso, quizá el más complicado, les separa de una final que imaginaban en el salón de casa. Juanjo Triguero lo tiene claro: "Tenemos que intentar parar su ataque como sea. Que no anoten fácil, que es lo que hemos conseguido. Echarle huevos a la cosa y poco más", arengaba el rocoso pívot, capaz de suplir sus robóticos movimientos con intensidad. Al margen del coraje y sacrificio, el Valencia ha sabido contener los ataques del Barcelona en los tres últimos choques y dominar el rebote defensivo, facetas concluyentes a la hora de llevarse el gato el agua.

El miércoles, tras una reconfortante comida en un día libre para aliviar la fatiga, el grupo se conjuró para mantener seguir la senda y exprimir al límite los recursos disponibles. Y funcionó. Bajo mínimos (8 piezas disponibles en el ‘Game 3’), con las sensibles ausencias de Aguilar y Bojan Dubljevic, quien está previsto que pase por el quirófano la próxima semana para solucionar sus problemas en el hombro, Perasovic y su cuerpo técnico ha bajado el ritmo de los entrenamientos en los últimos días para tratar de maximizar el descanso.

En nombre de la estadística… y de la prima

Los números, al igual que ocurre con cualquier tendencia sostenida en el tiempo, están para romperse. Y eso mismo tratará de hacer el Valencia ante la entregada grada que inundará La Fonteta después el colgar el cartel de no hay billetes en la previa del choque. Ocurra lo que ocurra, el desenlace de esta apasionante semifinal será inédito.

Si gana el Valencia Basket se convertirá en el primer equipo que levanta un 0-2 en la historia de la Liga Endesa bajo el actual formato. En los cuartos de final de 2005, con el sistema 1-1-1-1-1, el Lucentum venció en al Unicaja en Málaga y luego en Alicante para ponerse 0-2. Los malagueños vencieron los tres siguientes para pasar a semifinales en el precedente más parecido hasta la fecha. Incluso cayendo por 2-0 y disponiendo de dos partidos por delante en casa para empatar la serie, forzar el quinto es tarea complicada. Sólo ha ocurrido en 4 ocasiones previas. Lo hizo el Real Madrid contra el Laboral Kutxa en 2010, el Joventut ante el Unicaja en 2006, y el Estudiantes en dos ocasiones, en el 2000 ante el Real Madrid y en la histórica final de 2004 ante el Barcelona. En ninguna se pudo dar la vuelta a la tortilla.

De igual modo, en caso de salir victoriosos, los locales se tomaran su particular venganza ante el equipo que les privó de conquistar el que hubiera sido su primer título liguero. En la temporada 2002/03, los valencianos acababan segundos la temporada regular (26-8) y se plantaban en la única final ACB que figura en su historial. Por desgracia para sus intereses, el inolvidable Barcelona de Pesic, con Bodiroga, Jasikevicius, Navarro, Fucka como estiletes, se interpuso en su camino. Tras una enorme campaña, los Oberto, Tomasevic, Montecchia, Rodilla, Hopkins y compañía caían de forma incontestable por 3-0. Por el contrario, en caso de de que el Barça acceda a su octava final ACB consecutiva (tres victorias en las siete anteriores), la serie pasará a la historia por ser la única eliminatoria con pleno de victorias visitantes.

El pasado 7 de mayo, tras conseguir la Eurocup en Kazan, Juan Roig, uno de los empresarios más ricos del país y presidente del equipo valenciano, irrumpió en el vestuario taronja para felicitar a los jugadores y festejar con ellos el éxito. Quién sabe si presa de la euforia, Rafa Martínez, se creció y solicitó que prima doble por el logro. El propietario de Mercadona no sólo accedió a la petición de uno de los buques insignia de la plantilla sino que se comprometió a multiplicar por tres la gratificación inicial en caso de acceder a la final de la ACB. ¿Alguien da más?

Cuatro partidos y cuatro victorias visitantes, dos del Barcelona y dos del Valencia Basket. Una serie de locos. Este domingo (19.15 horas, TVE) llega el quinto y decisivo asalto en La Fonteta. En juego, un billete para la gran final de la Liga Endesa donde desde el pasado jueves aguarda un Real Madrid impaciente por acabar el curso con un triunfo que aleje los fantasmas de la cruel derrota sufrida en Euroliga. A pesar de caer en los dos primeros partidos de la serie ante su público, Valencia Basket echó el resto y, pese a las bajas y el cansancio acumulado de sus hombres, se valió la inestimable colaboración de un rival inmerso en la apatía para igualar la serie con dos meritorios triunfos en el Palau Blaugrana.

Juan Carlos Navarro Valencia Basket
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