De la gloria al abismo: Arrinda sale del Bilbao Basket tras dejar el club tiritando

Había una condición innegociable a la hora de desconvocar la huelga que comenzaron el pasado lunes los jugadores del Bilbao Basket: la salida de Gorka Arrinda. El que fuera máximo accionista y gran impulsor del proyecto del club hace catorce años certificó su salida de la entidad y de esta manera desbloqueó la situación. Los jugadores, como manifestaron en rueda de prensa no quieren poner obstáculos a nadie. “Riesgo en la vida lo habrá siempre. Paramos porque creíamos que todo eso se ha medio solucionado, está en camino. No vamos a poner palos en las ruedas a nadie. Todo el mundo tiene que hincar el codo”, declaró Grimau en la comparecencia.

Pese a ser el padre del club de Bilbao, su presencia en Miribilla se había tornado en insostenible. La situación dinamitó el pasado sábado, cuando los jugadores declararon que desde este lunes se declaraban en huelga como protesta por las numerosas promesas incumplidas por el que hasta este viernes era el máximo accionista del club. La realidad, pese a la salida del club de Arrinda, es que el equipo mantiene una deuda de unos seis millones de euros. No sólo los jugadores se encuentran enrabietados.También los empleados del club tienen la sensación de desamparo.

Ya desde la pasada campaña el equipo estuvo cerca de sufrir la desaparición, ahogado en lo económico. Pese a la salida del club de Arrinda, el conjunto de Bilbao sigue al filo del abismo. Su descenso ha sido tan brutal como el ascenso a la élite del baloncesto europeo. En tan sólo 14 años, Bilbao ha dejado de ser invisible en el mapa baloncestístico para presumir de un espectacular pabellón de 12.000 espectadores. Un subcampeonato en 2011, unos cuartos de final ante el CSKA de Moscú y una final europea (la pasada campaña) alumbran la trayectoria de Arrinda en Bilbao.

Su luz se apagó en el momento en el que la Diputación de Bilbao echó el cierre a las ayudas a los equipos profesionales. La rescisión del contrato de Gescrap y los impagos del nuevo patrocinador pusieron al equipo al borde de la desaparición. Un acuerdo con la Diputación de Bizkaia permitió la supervivencia del club aunque en unas condiciones críticas.

Sin patrocinador a la vista ni ayudas institucionales, un nuevo grupo de gestión, compuesto por Iñaki Calvo, Carlos del Campo, Enrique Guzmán, Javier Montoya y Juan Elejalde deberá alimentar día a día la confianza que por el momento han depositado los jugadores en el nuevo grupo de gestión.