Germán Gabriel, "cinco meses sin cobrar" en la situación límite del Bilbao Basket

El Bilbao Basket vive una de las situaciones más complicadas de los últimos años. Sin un proyecto viable, sin patrocinadores y con una deuda que ronda los 6 millones de euros, el club podría estar viviendo sus últimos días. Con promesas incumplidas de pagos y anuncio de mejoras, los jugadores se han plantado y desde este lunes ya están en huelga. El Confidencial se ha puesto en contacto con Germán Gabriel, el internacional español que llegó a las filas del conjunto vasco el pasado mes de septiembre y que pasa por momentos muy duros. El jugador asegura que “la situación es límite” y que “llevo cinco meses sin cobrar”. El tiempo corre en contra de un club que si en dos partidos no se presenta, perderá la categoría.

El Real Madrid visitaba Miribilla el pasado domingo en uno de los partidos más esperados del año para el conjunto vasco. El Bilbao Basket dio la cara ante el líder indiscutible de la ACB, pero acabó sucumbiendo sin remedio ante el equipo, cada día más invencible, de Pablo Laso. Fue el último partido de los jugadores de negro antes de declararse en huelga: “Fue un día duro, vimos el apoyo de la afición, del Real Madrid, de los medios y de todo el mundo. Y la verdad es que es duro. Ves que todo el mundo te apoya y te entiende cuando tomas esta decisión. Es triste que haya que tomarla”, asegura un Germán Gabriel visiblemente ‘tocado’ a este periódico. Acostumbrado a ser el ‘rey de las bromas’ tanto en su equipo como en la selección española, durante el último Eurobasket, se le nota triste y resignado.

Precisamente a la conclusión del citado partido, el Real Madrid tuvo un gesto inesperado con los jugadores del Bilbao Basket. El equipo blanco no disputó los últimos segundos del partido y despidió a los locales haciéndoles un pasillo: “Fue algo increíble, a mí me sorprendió bastante porque no es que no me lo esperase, es que en ningún momento se me pasó por la cabeza que ellos iban a hacer algún gesto. Ya el detalle que tuvieron con la última posesión, que no la jugaron y les pitaron 24 segundos, hasta el pasillo que nos hicieron, creo que los hace el club que son, un club grande y, sobre todo, gente implicada. Fue un apoyo que nos ayuda muchísimo”, reconoce.

Además del Real Madrid, Germán Gabriel asegura que los aficionados, que el domingo abarrotaron Miribilla y obligaron a sus jugadores a volver a salir a la pista después del partido, también han mostrado continuas muestras de cariño hacia él y sus compañeros: “La afición nos está dando mucho apoyo y siente vergüenza de que estemos en esta situación por bilbaínos que son y seguidores del Bilbao Basket. Están deseando que acabe esto”.

Después de la salida de Gorka Arrinda, que sigue siendo el máximo accionista del club, la llegada del nuevo consejo con un potente patrocinador bajo el brazo, en concreto el Grupo Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ), un seguro médico fuerte en Bizkaia, había traído la esperanza tanto a jugadores como empleados del club. Pero el acuerdo no llegó a cerrarse después de que IMQ evaluara la situación financiera del club y concluyera que la deuda era mayor de lo inicialmente previsto.

Los capitanes del club y el nuevo consejo se han reunido este lunes para tratar de acercar posturas. La situación es insostenible para muchos jugadores, Germán Gabriel explica cómo están tanto él como muchos de sus compañeros: “Actualmente, a los de este año lo que se nos debe son cinco meses. Estamos en situación límite pero no sólo por lo económico, sino que cuando ves que la última esperanza, que era la entrada del sponsor IMQ, no llega ya piensas que no va haber solución y te empiezas a plantear que va a llegar el verano y el equipo va a desaparecer. Hay gente, como en mi caso, que tiene firmado otro año más de contrato. Tienes la planificación y las expectativas hechas y se te empieza a romper toda la organización. La urgencia era general e inminente y por eso se ha tomado esta determinación”, afirma.

El Bilbao Basket vivirá unas semanas complicadas al igual que Germán Gabriel y el resto de sus compañeros, que mantiene "la ilusión de que todo se arregle". “No sé qué pasará con mi futuro. La esperanza es que se solucione esto. Lo único que deseamos es volver a la normalidad, que se nos pague por lo que hacemos, poder entrenar e ir a jugar cada domingo y compartir esos partidos con la afición. Ahora estamos en un periodo de reflexión, de a ver qué pasa, de reuniones y conforme vayan avanzando esas reuniones habrá que ir pensando en una medida u otra. Lo propio ahora es estar esperando las comunicaciones por parte de los capitanes”, concluyó mientras espera que suene el teléfono y que todo sean buenas noticias.