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El Madrid tiene el premio al menos fallón: la final de Copa
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VÍCTOR CLAVER DECEPCIONÓ ANTE LOS BLANCOS

El Madrid tiene el premio al menos fallón: la final de Copa

Los de Ettore Messina ya están en la final de la Copa. Si el jueves sufrieron ante el Gran Canaria para llegar a semifinales, este sábado

Foto: El Madrid tiene el premio al menos fallón: la final de Copa
El Madrid tiene el premio al menos fallón: la final de Copa

Los de Ettore Messina ya están en la final de la Copa. Si el jueves sufrieron ante el Gran Canaria para llegar a semifinales, este sábado lo hicieron aún más ante el Power Electronic Valencia.

Llegaron a ir perdiendo de 13 y se llevaron la victoria 69-59 gracias a las aportaciones finales de Mirotic, Suárez y Sergio Rodríguez. La estrella valenciana, Víctor Claver, se quedó sin energías tras el primer cuarto. Desesperado, sin concentración y perdido.

Claver realizó hasta cuatro 'pasos' para marcharse al túnel de vestuarios con cara de pocos amigos. El partido de los fallos se lo llevó el más decisivo. Al que no le tembló la mano en momentos claves. Estaba prohibida la mala puntería. Ahí ganó el partido el Real Madrid o terminó perdiéndolo el Power Electronic, según se mire. Porque los valencianos comenzaron fuertes y estando hasta el último cuarto siempre por delante en el marcador. Pesic intentó evitar el derrumbe de su jugador pero sin fortuna.

Claver (cuatro pérdidas, cuatro de cuatro triples fallados, 50% en tiro libre y en tiros de dos) cada vez que erraba miraba al banquillo y allí encontraba los aplausos de su técnico. Para nada sirvieron. Cuando el equipo más le necesitaba, Claver, simplemente, no apareció. Todo lo contrario que Carlos Suárez. Transcurrido el tercer periodo, el de Aranjuez y su muñeca levantaron el vuelo desde la línea de tres para llevar al Madrid a la final; Mirotic y Sergio Rodríguez le acompañaron. Ganó quien menos se equivocó.

El Madrid volvió a jugar con fuego, como si le gustara el riesgo y que se le disparen los niveles de adrenalina. El partido fue una especie de ruleta rusa, con el marcador en contra durante treinta minutos y con un control encomiable a la hora de la verdad. Los dos equipos se mostraron demasiado nerviosos en ataque, abrumados por la responsabilidad y la trascendencia del partido. Tan fue así que el Real Madrid solo pudo anotar su primera canasta en juego a los cinco minutos y medio, por medio de Llull. Otro dato, el equipo valenciano no tiró triples en los primeros diez minutos y los madridistas fallaron los tres que lanzaron.

El marcador, al término de los primeros diez minutos fue parco, muy parco, 11-14. El respeto que se mostraron ambos equipos se materializó en la salida en el cinco inicial de Velickovic para defender a Victor Claver y en el pronto inicio de las rotaciones por los levantinos para intentar mantener a todo el mundo fresco. El segundo cuarto comenzó con los mismos parámetros, con el Power más efectivo y con los nervios a flor de piel por parte madridista. Prigioni fue sancionado con una técnica por protestar y el 13-21 del marcador (12.30 minutos) colocó al equipo local en su primera situación comprometida.

Messina mandó a Llull jugar de base y con Suárez, Tucker, Mirotic y Fischer en el quinteto logró neutralizar ese primer momento de peligro con un parcial de 8-0 que igualó el luminoso. Pedro ahí se le acabó el gas al equipo que siguió taimado, pesaroso, lento y sin energía en su juego de ataque. También hay que decir que la defensa valenciana fue, por momentos, excelente y que encontrar una posición de tiro era tan complicado como encontrar la aguja en el pajar. Tres pérdidas de balón en saques de banda y fondo condenaron al Real Madrid a marcharse al vestuario con 8 puntos de desventaja y, sobre todo, con la sensación de que tendría que mejorar mucho si quería jugar la final.

Catorce pérdidas por cada bando fue un peaje excesivo para el espectáculo y la calidad del partido, aunque los valencianos las mitigaron con un mejor porcentaje de tiro y con seis rebotes más. Los inicios del tercer cuarto fueron devastadores para el Madrid con un 0-5 en el primer minuto, 27-40, que alejaba la orilla y obligaba a remar a los madridistas más y mejor. Fue el segundo momento de peligro y de nuevo el Real Madrid lo superó con garra, ganas y acierto, además de con un parcial de 9-0 en tres minutos (36-40) que volvió a nivelar el partido. Pero de nuevo el empuje local se quedó en eso y no consiguió ponerse por encima en el luminoso, aunque sí igualar el partido. 46-48 a la conclusión del tercer periodo.

Un triple de Tucker a los quince segundos del cuarto final significó la primera ventaja madridista en todo el partido, 49-48. Dos minutos después, Suárez con otro triple firmó una igualada a 52 y en la jugada siguiente una nueva canasta de tres de Mirotic selló el 55-52 en el minuto 33. El Madrid había dado la vuelta a la tortilla y ahora fue el Power el que tuvo que remar contracorriente y el que lidiar con los nervios y la responsabilidad. Los blancos, acostumbrados durante gran parte de la temporada a victorias con finales complicados, se movieron mejor en esas turbulentas aguas y acabaron llevándose una victoria que les permite clasificarse para la final.

Ficha técnica:

69 - Real Madrid (11+16+19+23):
Tomic (2), Prigioni (5), Reyes (6), Velickovic (1) y Llull (7) -equipo inicial-, Suárez (16), Mirotic (15), Rodríguez (5), Fischer (4) y Tucker (8).

59 - Power Electronics Valencia (14+21+13+11): Claver (7), Martínez (19), Savanovic (6), Javtokas y Cook (11) -equipo inicial-, Augustine (2), Lishchuk (2), Navarro (3), Pietrus y De Colo (9).

Árbitros: Martín Bertrán, García Ortiz y Vicente Bultó. Sergio Rodríguez fue eliminado por cinco personales en el minuto 39.

Incidencias: Primer partido de semifinales de la 75 edición de la Copa del Rey disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante 13.045 espectadores.

Los de Ettore Messina ya están en la final de la Copa. Si el jueves sufrieron ante el Gran Canaria para llegar a semifinales, este sábado lo hicieron aún más ante el Power Electronic Valencia.