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El disparate de correr 19 km por Navacerrada a 3'37" para preparar la maratón de Londres
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JAVI GUERRA, mejor español en maratón

El disparate de correr 19 km por Navacerrada a 3'37" para preparar la maratón de Londres

El atleta segoviano se quedó sin poder competir hace un año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Ahora quiere desquitarse en el Mundial que comienza este viernes en Londres

Foto: Javi Guerra durante uno de sus entrenamientos en Navacerrada. (Foto: Víctor David López)
Javi Guerra durante uno de sus entrenamientos en Navacerrada. (Foto: Víctor David López)

Un entrenamiento normal y corriente del maratoniano segoviano Javi Guerra, con rodaje tranquilo de asimilación previo a una gran competición, haría pedazos las piernas de cualquiera y le sacaría el corazón del pecho al más valiente. Sin embargo, él ni se despeina durante 19 kilómetros –a un ritmo de 3'37'' cada kilómetro– en pleno puerto de Navacerrada. Nadie lo ve, no hay testigos, pero el Mundial de Atletismo de Londres está a la vuelta de la esquina y tiene ganas de revancha porque aún duele la bofetada de realidad de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Un baja de última hora le dejó fuera de combate cuando ya estaba en Brasil.

El Confidencial le acompaña en la fase final de su preparación antes de viajar al Reino Unido y afrontar 42 kilómetros y 195 metros vitales para su currículum. Es hora de contener la rabia. “Las piernas se encuentran bien y te invitan a correr, pero hay que hacer caso a la cabeza y parar un poquito”, explica Javi Guerra. “Queda poco para la salida de un maratón y todos los esfuerzos que se hagan de más se notan el día de la prueba”.

En estado de 'shock' y mentalmente destrozado

Los últimos rodajes son para regenerar y para asimilar todas las cargas de entrenamiento. “Un ritmo en torno a 3'38'' o 3'40''. Me gusta rodar fuerte, y tras toda la carga de entrenamientos te acostumbras a ritmos más rápidos, pero me tengo que convencer de que estos ritmos me van a permitir llegar al Mundial más fresco”.

Tras 12-14 semanas de preparación, la ciencia consiste en saber lo que uno puede conseguir después en el maratón y si se está preparado para aguantar un rimo de 3'00'' o 3'05'' el kilómetro. “Con los años me voy conociendo, pero hay tres o cuatro entrenamientos que te indican tu estado de forma”, explica Guerra. “Son entrenamientos con dos ochomiles o con tres cincomiles. Antonio Serrano (su entrenador) nos pone estos entrenamientos típicos para la preparación de un maratón. Si entrenas a unos determinados ritmos, sabes a lo que puedes correr luego en el maratón”.

El sudor de Javi Guerra se reparte entre Navacerrada, la madrileña Casa de Campo y el Centro de Alto Rendimiento del Consejo Superior de Deportes en Madrid. Tiene entre ceja y ceja lo que se perdió en 2016 y lo mal que se pasa cuando tras semejante preparación el cuerpo dice basta. “Este año es todo color de rosa, pero el año pasado fue un calvario continuo, tuve muchos problemas musculares, los iba arrastrando e intentando salvar como podía”, recuerda el atleta segoviano. Llegó a los Juegos Olímpicos negociando dolores cuando, para rematar la mala suerte, el largo viaje de avión le machacó la pierna izquierda. “El colmo fue que después del desfile en Río de Janeiro me dijeran que tenía una tromboflebitis en el gemelo. Me quedé en estado de 'shock' y mentalmente destrozado.”

Desde entonces no le quedó otra que mimarse más todavía y seguir madrugando. Para ello cada mañana se traslada con su coche hasta un punto estratégico de la carretera que une Navacerrada y Cotos. Allí, en medio de un escenario idílico, detiene el motor del vehículo y arranca el suyo.

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Javi Guerra atletismo Foto: Víctor David López

Los controles antidopaje por sorpresa

Ver su sacrificio llama a reflexionar también en la disciplina del entrenamiento invisible –descanso, alimentación– y, cómo no, en la aspereza de tener que soportar controles sorpresa antidopaje fuera de competición. El año pasado, con los Juegos Olímpicos, fueron nada menos que 16. Cada dos o tres semanas tenía una visita. “Tenemos que estar localizables cada día durante una hora”, cuenta el maratoniano. “La gran mayoría de los deportistas utilizamos las primeras horas del día, para asegurarte que estás en casa durmiendo. En caso de que tengas que hacer algún viaje o ir a algún campeonato, hay una aplicación en la que vas variando los lugares. No se te puede olvidar porque pueden presentarse en tu casa y sería una falta. No hay que tomárselo a broma".

Solo un atleta de estas dimensiones puede hacerse a la idea de lo que significa que, en medio de largas jornadas de esfuerzo físico al límite, se presente un equipo médico en tu casa para sacarte “dos botes pequeñitos de sangre, para el pasaporte biológico”. Y además, una muestra de orina: “Siempre señalan lo que buscan, ya sea EPO o alguna otra sustancia”. A pesar de todo, Javi Guerra comprende perfectamente la persecución de las trampas que tanto daño han hecho a su deporte, y resalta el buen trato que recibe: “Se comportan de manera excelente y te sientes respaldado".

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El de Londres será el tercer Mundial en el que participe Javi Guerra. (EFE)

Consejos para un atleta principiante

Por la misma pista por la que ha entrenado Guerra se deja ver algún atleta aficionado; la moda del 'running' y el 'trail running' sigue avanzando. A él le gusta, pero es bueno subrayar sus dos consejos a los deportistas amateurs. Primero: “Respetar la distancia y el esfuerzo. Lo que se debe hacer siempre es un reconocimiento médico para ver si todo está en orden y no tener ningún susto”. Segundo: “Estar bien asesorado. Es fundamental tener una buena planificación de un profesional que te pueda llevar a cumplir los objetivos que te propongas. Entrenarte por ti mismo o seguir los planes de una revista no es lo más adecuado".

Mientras bebe algo de agua tras el entrenamiento, el mejor maratoniano español recalca que la pesadilla de los Juegos Olímpicos le ha servido para aprender: “Para conocerme más y para valorar más si cabe la salud. De todos los palos se aprende. He salido más reforzado que nunca".

Las ansias y las ganas de revancha son tantas que Javi Guerra podría ir corriendo de Navacerrada hasta Londres aprovechando el Eurotúnel. Son algo así como 1.730 kilómetros, o 41 maratones. Nada que no haya acumulado en las piernas en la sierra durante los últimos meses, mientras nadie le veía.

Un entrenamiento normal y corriente del maratoniano segoviano Javi Guerra, con rodaje tranquilo de asimilación previo a una gran competición, haría pedazos las piernas de cualquiera y le sacaría el corazón del pecho al más valiente. Sin embargo, él ni se despeina durante 19 kilómetros –a un ritmo de 3'37'' cada kilómetro– en pleno puerto de Navacerrada. Nadie lo ve, no hay testigos, pero el Mundial de Atletismo de Londres está a la vuelta de la esquina y tiene ganas de revancha porque aún duele la bofetada de realidad de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Un baja de última hora le dejó fuera de combate cuando ya estaba en Brasil.

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