Valverde: De no correr la Vuelta a estar en medio de todas las batallas

Alejandro Valverde no tenía claro el correr la Vuelta a España. El hecho de que el Tour no le saliera como él esperaba trastoco sus planes y finalmente decidió acudir. En principio venia como gregario del vigente campeón, Juan José Cobo. Pero ante el bajo rendimiento de este último achacado a un problema bucal, el murciano ha cogido los galones de líder y ha recordado a todo el mundo el porqué era el número uno del ranking UCI Pro Tour cuando le sancionaron.

Pese a sufrir una caída por la que en otras ocasiones hubiera tirado la toalla de cara a la general,  esta vez Valverde fue capaz de no desmoralizarse y gracias al gran estado de forma en el que se encuentra respondió como los grandes, imponiéndose en una subida a ‘cara de perro’ a los más fuertes del pelotón mundial: Alberto Contador, Chris Froome y Purito Rodríguez.

Gracias a su astucia encima de la bicicleta y a esa punta de velocidad que le ha caracterizado siempre y que tantas tardes de gloria le ha aportado, ‘Balaverde’ logró una victoria que gracias a las bonificaciones, le mete de lleno en la lucha por la general. Y como lo agradece el espectador. Porque tener a un ciclista de ese nivel, comprometido con la carrera, es beneficioso para todo el mundo excepto para sus rivales.

Y es que Valverde lleva siendo protagonista de la carrera desde el primer día, cuando el Movistar venció en la contrarreloj por equipos disputada en Pamplona. Luego, en la tercera etapa, le birlaba la cartera a Purito en los últimos metros y se colocaba líder de la general.  El ciclista murciano se mostraba eufórico: “Por días como hoy vale la pena el sufrimiento. Estoy muy contento porque en un principio no tenía esta Vuelta en mi calendario y ahora intentaré mantener el maillot de líder hasta Madrid”.

Pero quién le iba a decir al bueno de Valverde que ese maillot solo lo iba a poder mantener un día.  En la siguiente etapa llegaba la desgracia para el corredor de Movistar y la gran polémica de la vuelta. Su caída, provocada por el equipo Sky según Movistar  y por su facilidad en verse envuelto en tales percances según muchos expertos, traerá cola en próximas carreras. Pero ese no es el tema de este artículo.

Porque si Alejandro ha sido capaz de pasar página, los demás no debemos ser menos. Y esta Vuelta está ofreciendo emociones que habían quedado en el olvido tras un Tour de Francia descafeinado ante la falta de ataques y de etapas trampa que permitieran a los corredores ser aventureros.