Garrido se encuentra con una 'red' tras la caída del Bernabéu y Roig ratifica su confianza

Este Villarreal no deja de sorprender, pero para mal. Juan Carlos Garrido, el artífice de reflotar al 'Submarino' y llevarle a luchar por las plazas europeas durante las últimas temporadas, ahora capitanea su hundimiento hasta los puestos de descenso. Se decía que el partido del Bernabéu y el del sábado ante el Rayo Vallecano serían sus únicas oportunidades para convencer a la directiva y continuar en el banquillo amarillo. Agotada la primera, se mascaba la tragedia, por lo que el presidente Fernando Roig decidió darle un respiro acallando la polémica y tras el 3-0 con que le 'obsequió' el Real Madrid, aseguró que "por este partido no se le va a sentenciar". Pero del dicho al hecho, ya se sabe que hay un trecho.

El máximo mandatario del Villarreal fue más allá y mandó un mensaje a los representantes que, según dijo, le están ofreciendo recambio para Garrido. "Que no llamen más, que dejen de intoxicarnos. Somos pequeñitos y pobres, pero que nos dejen". La defensa pública de su técnico era obligada si no quería seguir alimentando los rumores, que calificó como "noticias interesadas para colocar a alguien". El mensaje de tranquilidad y unidad no iba solo dirigido al técnico, sino también a la afición: "Confiamos plenamente en él y tenemos que luchar todos juntos". Un respiro para Garrido que no se sabe cuánto durará, probablemente lo mismo que la paciencia de Roig.

Quizá no sean éstos dos encuentros los que decidan el futuro de Garrido, pero lo que suceda ante el Manchester City la próxima semana sí podría ser determinante. La trayectoria del Villarreal en Europa está siendo nefasta y una nueva derrota (ya van tres) complicaría más todavía su continuidad en la Champions. Con 0 puntos, es el último de su grupo y casi necesita un milagro para pensar en clasificarse para la siguiente fase.

Los peores números del Villarreal

El técnico ha perdido gran parte del crédito que se ganó durante los años dorados del 'Submarino'. Camina sobre la cuerda floja y la "plena confianza" de la que hablaba Roig con la boca llena, es más que dudosa. Se señala a Garrido como máximo responsable de los malos resultados del equipo, un proyecto suyo que parece que empieza a hacer aguas. Y es que éste es el peor arranque liguero del Villarreal desde que milita en Primera División.

El equipo decepciona en cada partido. No gana desde el 20 de septiembre y solo ha sumado siete puntos en nueve jornadas, por lo que solo los buenos resultados pueden enderezar el rumbo que perdió hace tiempo y pueden devolver la tranquilidad al banquillo. La marcha de Cazorla, auténtico guía de los amarillos, y de Capdevila y la intermitencia de Senna, han dejado un agujero en el once y no solo se nota en el campo, sino también en el vestuario.

La pasada temporada el Villarreal fue de los pocos conjuntos que supo plantar cara al todopoderoso Barça y la visita al Madrigal era una de las salidas más temidas por el resto de los equipos de la Liga, pero de ese espíritu y de esa garra vestida de amarillo queda bien poco. La 'manita' del Camp Nou en el primer partido de la temporada fue solo el principio de una racha que se ha vuelto a confirmar en el Bernabéu. El encuentro de ayer se acabó a los 30 minutos de juego, pero lo que no ha concluido aún es el vínculo que une a Garrido con el Villarreal.