El milagro económico del Levante: los 200.000€ de su tope salarial es el sueldo semanal de Messi

Esta es una liga bipolar, con una diferencia abismal entre los equipos con un holgado presupuesto y los que luchan por sobrevivir económicamente. Los que a principio de temporada auguraban una "mierda de Liga", una batalla entre dos, lo último que se imaginaban era que el Levante, uno de los equipos más modestos de toda la competición daría la sorpresa liderando la clasificación en la novena jornada. Su presupuesto para esta campaña era de 21 millones de euros, menos de la mitad de lo que el Barça pagó este verano por Cesc Fàbregas, y su tope salarial se sitúa en los 200.000 euros. Su plantilla es un collage de jugadores descartados por otros equipos, pero nada de lo anterior le ha impedido convertirse en el equipo con mejores resultados hasta la fecha. Su paso por el liderato puede ser efímero, pero es histórico.

La aspiración del club granota era permanecer en Primera División tras su ascenso en la 2009/2010. Logrado el objetivo, los fichajes millonarios quedaban muy lejos. Sus posibilidades económicas, con un pasado marcado por la Ley Concursal, están a años luz de las que demuestran, por ejemplo, Real Madrid y Barcelona en cada operación de Florentino Pérez y Sandro Rosell. Al Levante no le queda más remedio que fichar a bajo coste y utilizar los únicos recursos de los que dispone. Su delicada economía le obliga a trazar una estrategia de fichajes austera y a controlar el salario de sus jugadores, de ahí que ninguno de ellos supere los 200.000 euros anuales, aproximadamente la misma cantidad que cobra Messi en una semana (percibe del Barça cerca de 10 millones anuales).

Lo máximo que ha pagado por un jugador son 250.000, lo que le costó la cesión de Keylor Navas, a lo que hay que sumar los 200.000 de cada uno de los traspasos de Pallardó y Pedro López. El resto de jugadores han llegado libres o cedidos. Además, la venta de Caicedo dejó en las arcas del club siete millones y medio, y la salida de Luis García Plaza del banquillo supuso otro importante ingreso, un millón de euros que el propio técnico pagó de su bolsillo para poder entrenar al Getafe, pero a lo largo del año hay que asumir el pago de las fichas de los jugadores. El no gastar era una prioridad y controlar los números es obligatorio para que al club le salgan las cuentas a final de temporada y no reaparezcan los fantasmas de la Ley Concursal.

Lo de tener un presupuesto ajustado no es nuevo para el club que preside Francisco Catalán. El año de su regreso a Primera contaba con la partida más baja de toda la Liga y no solo evitó el descenso, sino que logró reducir las pérdidas más de la mitad (de 6,6 millones en la 2008/2009 a los 2,9 millones en la 2009/10). Su Director Deportivo, Manuel Salvador es uno de los responsables de la política de fichajes del equipo.

Jugadores descartados y muy experimentados

Ni estrellas ni sonados fichajes, la fórmula que le ha funcionado al club levantino es la de los descartes. Jugadores que no tenían ningún futuro en otro equipos y fueron desechados, como Koné (ahora el mejor pagado del equipo) en el Sevilla o Asier del Horno en el Valencia, sí han tenido un hueco en el conjunto del que se ha hecho cargo Juan Ignacio Martínez. Ha apostado por jugadores veteranos y ha convertido en una de sus señas de identidad eso de que la experiencia es un grado. Los 33 años de Farinós y Munúa, los 35 de Jaunfran y Javi Venta o los 36 de Ballesteros contribuyen a que la edad media de la plantilla sea de las más elevadas de Primera División.

El caso opuesto al club del Ciutat de Valencia es el del Málaga, que ha intentado ponerse al nivel de los dos grandes del fútbol español a base de fichajes millonarios financiados por el Jeque Al Thani. Mientras los más de 58 millones invertidos transformaban la plantilla de Pellegrini, otros ocho equipos no han superado entre ellos los tres millones en fichajes y algunos, como Rayo Vallecano, Real Sociedad y Racing no han gastado ni un euro en nuevas incorporaciones. Muchos millones pero pocos resultados. Por el momento, las 'económicas' piezas del Levante parecen encajar mucho mejor que las codiciadas del Málaga.