La incoherente estrategia del Madrid: pide un estadio lleno pero pone precios desorbitados

“El fútbol se ve por la tele. Entonces, quien quiera venir al estadio que pague la entrada al precio que esté”. Esta frase se escucha en las oficinas del estadio Santiago Bernabéu y resume la estrategia de precios que sigue el Real Madrid. El coste de las entradas para el partido de esta noche de cuartos de final de la Champions ante el Tottenham da fe de que ver fútbol en directo se ha convertido en una actividad de lujo. Algo que choca frontalmente con la campaña oficial de llamamiento a la afición que hizo este domingo en su página web el club presidido por Florentino Pérez.

Los precios para esta ronda europea, que el Madrid no pisa desde hace siete años, cuestan prácticamente el doble que con los precios habituales en Liga y que ya pueden ser considerados caros. Las entradas más baratas ante los ingleses valen 60 euros y sirven para presenciar el partido desde muy lejos, en el cuarto anfiteatro de un fondo. Las más caras ascienden a 250 euros, sin contar con las de los palcos VIP, que llegan a alcanzar los 999 euros. Una entrada desde un lugar con una visibilidad aceptable, pero sin poder ser todavía considerada como de las mejores, ya cuesta 130 euros. En tiempos de crisis, asistir en familia a uno partido como este es imposible para mayoría de bolsillos.

Consecuencia de ello, a 24 horas del partido aún quedaban 2.000 entradas sin vender. No se ha despertado la fiebre típica antes de los grandes partidos, donde en pocas horas se cuelga el cartel de 'no hay billetes'. Además, el sistema que tienen los euroabonados para renunciar a sus asientos de cara a un partido puntual, hace que continuamente aparezcan nuevas localidades en venta.

"No nos dejéis solos"

Ante el temor de que no se llene el Bernabéu, y más tras la dura derrota del sábado contra el Sporting, el club blanco hizo el domingo una campaña de llamamiento a sus aficionados bajo los lemas “no nos dejéis solos” y “nos imaginamos un público que nos lleve a la victoria”, de los que se hizo eco parte de la prensa deportiva. Pero lo cierto es que con los desorbitados precios fijados para este encuentro, el aficionado medio deberá ver si le cuadran las cuentas antes de lanzarse a consumir esta actividad de lujo.

Esta política de precios del Real Madrid es similar a la del FC Barcelona para el partido de mañana ante el Shakhtar Donetsk. Para acceder al Camp Nou habrá que pagar un mínimo de 60 euros y un máximo de 161. Y con estos precios, ocurre igual que para el partido del Real Madrid, todavía quedan entradas.

La postura de los dos grandes del fútbol español es aún más llamativa teniendo en cuenta el bajo impacto que tienen las taquillas en los presupuestos de ambos equipos. Concretamente, los ingresos por entradas y abonos en el Real Madrid suponen en torno al 10% del presupuesto anual del club, que asciende a 450 millones de euros.   

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