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Sebastian Vettel, el 'niño mimado' de Red Bull
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HORNER DISCULPA SUS ERRORES PÚBLICAMENTE

Sebastian Vettel, el 'niño mimado' de Red Bull

Es una evidencia la actual superioridad del monoplaza de Red Bull en el Mundial de Fórmula 1. Y también lo es que, de no haber cometido

Foto: Sebastian Vettel, el 'niño mimado' de Red Bull
Sebastian Vettel, el 'niño mimado' de Red Bull

Es una evidencia la actual superioridad del monoplaza de Red Bull en el Mundial de Fórmula 1. Y también lo es que, de no haber cometido fallos cruciales, el líder del campeonato de pilotos sería seguramente el joven Sebastian Vettel en lugar de su compañero de equipo, Mark Webber.

En vez de pedirle responsabilidades por ello, como sería lo normal en cualquier estructura profesional, la escudería austriaca intenta estos días disculpar los errores del alemán, con la intención de que su estado de ánimo no decaiga. Su última equivocación, dejar demasiada distancia con el monoplaza que le precedía en la caravana que se forma tras el coche de seguridad, le costó el triunfo en Hungría y el liderato del Mundial.

La prensa alemana cargó las tintas contra Vettel por lo que consideró un "estúpido error". Pero lejos de mostrar cierto malestar por el nuevo fallo de su pupilo, o simplemente guardar silencio, Christian Horner, director de equipo y principal culpable de los éxitos del equipo de la bebida energética, habló este lunes de él en un tono similar al que usa un padre que mima a su hijo: “Obviamente, él estaba frustrado después de la carrera”, dijo Horner, quien admitió el enfado del piloto aludiendo a su carácter, ya que siempre “lleva el corazón en la mano”.

"En el podio, se le pudo ver decepcionado y desesperado”, siguió su jefe, quien minimiza estos errores considerándolos sólo “parte de una curva de aprendizaje”.

Cierto es que el tercer puesto que logró Vettel, la retirada de Lewis Hamilton (hasta entonces líder), y el triunfo de Webber constituyeron un fin de semana redondo para Red Bull. Y en ese punto se basaba Horner para darle ánimos públicamente a la joven estrella alemana, a la vez que culpaba de sus fallos individuales a simple mala suerte: “Desafortunadamente, a Sebastian le ha perseguido una nube negra la mayor parte de la temporada (…), pero su parte emocional es lo que le hace tan fuerte”, afirma el director de Red Bull, quien aconseja finalmente a Vettel que “canalice” toda esa emoción para rendir más “dentro del vehículo”. En definitiva, que convierta su frustración en motivación.

Palabras de ánimo, muestras de apoyo que ya quisieran para sí la mayoría de pilotos de la parrilla, en un deporte donde los errores conllevan pérdidas deportivas pero también económicas, y donde se suelen pagar. Si no, que le pregunten a Pedro de la Rosa sobre la presión que sufrió, directa e indirectamente, por parte de Peter Sauber, su jefe, cuando el inicio del campeonato no resultó tan positivo como el patrón esperaba.

Es el favorito de sus jefes

El caso de Vettel es diferente. Es un secreto a voces que el germano es el favorito de sus jefes, debido a que es una de las perlas de la gran cantera de Red Bull y porque por edad (Webber le saca once años) tiene sobre sus hombros el futuro de la escudería austriaca.

Pero se han posicionado tan claramente a favor de él, que las cuatro victorias que lleva Webber y su actual liderato tienen casi el doble de valor. Como dijo el oceánico al atravesar primero la meta de Silverstone, "no está mal para ser el segundo piloto, ¿no?"

Este favoritismo se vio claramente en episodios como el accidente que provocó Vettel golpeando a Webber y que arruinó el doblete de Red Bull en Turquía, y que se saldó sin apenas reprimendas para el alemán. O en la reciente polémica del alerón en los últimos libres del GP de Gran Bretaña, donde se ninguneó al australiano hasta tal punto que éste se llegó a plantear si había hecho bien en renovar su contrato hasta 2011 unas semanas antes (de ahí su frase del párrafo anterior).

Vettel, a sus 23 años, ya lleva más de tres en como piloto de Fórmula 1. Su espectacular aparición, siendo el piloto más joven en puntuar de la historia (en su debut, que tuvo lugar en el GP de EE.UU. de 2007), unido a su esperanzadora progresión, le convirtieron rápidamente en claro candidato a campeón del Mundo.

Desde que el año pasado Red Bull diera el salto de calidad que le llevó al subcampeonato de constructores, el alemán sólo depende de sí mismo para lograrlo. A pesar de tener el mejor coche, si quiere emular los inicios de los grandes campeones precoces como Schumacher, Alonso o Hamilton, ya no puede cometer más errores. Aunque ya sabe que si vuelve a pasar, en Red Bull tampoco se enfadarán demasiado con él.

Es una evidencia la actual superioridad del monoplaza de Red Bull en el Mundial de Fórmula 1. Y también lo es que, de no haber cometido fallos cruciales, el líder del campeonato de pilotos sería seguramente el joven Sebastian Vettel en lugar de su compañero de equipo, Mark Webber.

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