Los extraños confidentes de Luis

Sabido es que el actual seleccionador tiene alergia a todo tipo de actos publicitarios y de márketing que la Federación Española de Fútbol programa para corresponder a los compromisos adquiridos con sus sponsors. Hasta ahora, la Federación había limitado este tipo de actos atendiendo a la escasa disponibilidad de Luis y los consejos de los expertos, que desaconsejaban cualquier acto promocional debido a las dificultades de clasificación para la Eurocopa de la selección española, y los conflictos de relación con los medios de comunicación protagonizados por el seleccionador nacional.

Así estaban las cosas hasta que, en vísperas del trascendental partido ante Suecia, la firma Adidas hizo saber a los responsables federativos la decisión de presentar oficialmente la nueva camiseta de la selección. Es entonces cuando la Federación, en un intento de coordinar el acto con la planificación de entrenamientos y trabajo realizada por Luis, comunica a Fernando Hierro la necesidad de iniciar las reuniones pertinentes con Adidas para organizar todo lo necesario, sin alterar el plan de trabajo establecido con los jugadores. Todo normal y razonable de no haber aparecido en la escena uno de los hombres de confianza de Luis que, "alertado" por la repentina importancia que la Federación otorgaba a su nuevo Director Deportivo, corrió a informar a Luis de lo que Federación, Adidas y Fernando Hierro parecían tramar a "sus espaldas". No contaba este peculiar confidente con la inmediata reacción de las partes implicadas que, previamente, habían dispuesto todo lo necesario para que el seleccionador participara de las reuniones previstas y tuviera conocimiento de cualquier decisión al respecto.

Aún así, las extrañas y retorcidas influencias que rodean a Luis Aragonés, fueron suficientes para provocar el malestar y profundo enfado de los responsables de Adidas, desagradablemente sorprendidos ante la nula colaboración del seleccionador a favorecer un acto del que conocía todos los detalles que previamente se habían establecido. No menos absurda resultó la llamada familiar que el seleccionador recibió poco después para darle cuenta de la 'mala leche' con la que todas las televisiones recogían el momento en el que Luis insistía a Nacho Aranda, periodista de Canal Plus, para que dejara de hacer entrevistas a los jugadores y diera por concluida la presentación apenas cinco minutos después de haber comenzado.

La llamada en cuestión, realizada por una mujer a la que conoce perfectamente el seleccionador, convenció a Luis de lo adecuado de seguir manteniendo distancias con la prensa, a pesar de que, en los últimos días, Fernando Hierro y la propia Federación intentan normalizar la relación del seleccionador con los medios de comunicación.