'Política, manual de instrucciones': Podemos, a cerebro abierto

La podemología se ha hecho cine. Tras convertirse en un boyante género literario, ha saltado a la gran pantalla de la mano de Fernando León de Aranoa. El estreno del documental 'Política, manual de instrucciones' llega en plena campaña electoral, pero la disección orgánica, casi intestinal, que realiza el cineasta difícilmente alimentará la epopeya del 'desempate'. La cinta retrata la trayectoria de Podemos desde la asamblea constituyente de Vistalegre hasta las pasadas elecciones. Lo hace colando las cámaras tras las bambalinas del partido, tanto en las reuniones más acaloradas de la dirección como en los momentos de mayor distensión, entre el 'reality' de unos politólogos que llevan a la práctica sus tesis doctorales y el 'making of' de un proyecto todavía inacabado.

Las imágenes del documental pueden herir la sensibilidad de los no iniciados en podemología. Arrancan con un combate de boxeo, según la metáfora que Pablo Iglesias utiliza con los suyos, entre el equipo del ahora secretario general (Errejón, Bescansa, Monedero, González…) y el del tándem Pablo Echenique y Teresa Rodríguez. No solo se trata de una disputa por el liderazgo del partido -macho alfa sí o no-, sino también por la forma organizativa que se adopta: transformarse en un partido al uso o mantenerse como un movimiento-partido. Un debate apasionante y apasionado pero poco inteligible sin conocer la génesis de Podemos. Los saltos atrás en el tiempo que realiza el director no ayudan a la comprensión, se limitan al 15-M, fuente de inspiración, no epílogo.

Vistalegre abre la caja de Pandora de la estrategia, de la construcción del relato, de las diferencias internas sobre la táctica… y a partir de ahí continúa el relato, poco dramatizado y sin una voz en 'off' que conecte los espacios temporales. Las contradicciones de la 'máquina electoral'van saliendo a flote y acaban devorando a uno de sus propios padres, Juan Carlos Monedero. El cofundador del partido es uno de los protagonistas del documental, en el papel de Pepito Grillo (o de 'el Losantos de Podemos', como trataron de encasillarlo sus rivales dentro del partido), junto a Íñigo Errejón y Pablo Iglesias.

El bisturí de Aranoa disecciona un proyecto calculado al milímetro y nacido para ganar, sin ningún otro plan B, aunque para ello tenga que rehuir su esencia

Las crisis van pasando de una en una, cíclicas, con altibajos que dejan huella entre las bases y que se encarga de justificar con argumentos teóricos la dirección, principalmente Errejón. Explicaciones más en clave interna, de reconciliación con los desencantados, como el famoso “asaltar los cielos”, sin la necesariacontextualización hacia afuera. Monedero, en cambio, es una de las voces autorizadas para trazarel hilo argumental y lo aprovecha metiendoel dedo en la llaga. Su dimisión, ahora con confirmación 'on the record', se produjo por diferencias ideológicas con Errejón. Las dos almas, con un público objetivo muy de nicho.

No hay golpe de mano de la dirección, ya sean los dedazos, los giros ideológicos o el hiperliderazgo surgido de la asamblea fundacional, que no tenga su pertinente justificación. Todo tiene un sentido: ganar, y ese es el espíritu que capta Aranoa. El tiempo, además, les da la razón. El "todo tiene un sentido"es un mensaje a futuro. Tragicómica es la bronca del exsecretario general vascoRoberto Uriartealertando del fracaso de la estrategia centralista. “No estáis entendiendo mi país”, advierte, al tiempo que vaticina un fracaso electoral en su comunidad. El 20-D fueron la primera fuerza en votos, desbancando al PNV.

El bisturí de Aranoa disecciona un proyecto calculado al milímetro y nacido para ganar, sin ningún otro plan B, aunque para ello se rehúyala esencia, como lamenta Monedero en varias ocasiones. Si hay que convertirse en “unos reformistas de mierda”, pues se hace sin pestañear. El objetivo es asaltar los cielos. En un momento dado, sin fechar, Monedero cuenta a cámara: “No me reconozco en ese Podemos, que podría ser Ciudadanos o UPyD”. Errejón le responde: todo proyecto revolucionario triunfal es una herejía. Eso sí, con el tiempo se convierte en ortodoxia. En eso están, creando de la nada, generando nuevos espacios con los pases, como el Laudrup que pone "la piel de gallina" a Errejón.

El documental abarca un periodo demasiado amplio para lo acelerado del ciclo político actual, máxime en Podemos, dejando escenas caducas

El documental trata de abarcar un periodo demasiado ampliopara lo acelerado del ciclo político actual, máxime en el proyecto podemista, dejando escenas caducas. La incompatibilidad estratégica con la Izquierda Unida de Alberto Garzón es una de ellas, la afinidad político-estratégica entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón es otra. Los rivales de Vistalegre están ahora alineados con Iglesias. El croquis de la evolución de esta 'startup' se queda un tanto desenfocado, con una sucesión de escenas en ocasiones inconexas.

Capítulo aparte merece la representación del hiperliderazgo. Aranoa se rinde a la brillantez intelectual del número dos del partido, capaz de voltear las situaciones apagando todo tipo de fuegos. Junto a él, el secretario general aparece reflejado como un director de orquesta excepcional, asentando la línea argumental de 'Política, manual de instrucciones'. Escasos son los minutos dedicados al amplio equipo de asesores con el que cuenta, reflejados como peones irrelevantes ante los capacitados movimientos de la reina. Un documento, en definitiva, que bien podría ser de culto para doctorandos en ciencias políticas, pues pocas formaciones podrían abrir sus ventanas sin acuerdos por escrito de por medio ni censura previa, pero paradójicamente alejado de la calle.