Orliński, en el Palau: "Con la ayuda de la luz tienes mucha más fuerza para contar una historia"

Que cierre los ojos quien haya estado en el Palau de la Música Catalana; quien solo lo conozca por fotos o vídeos, también. Que los cierre e intente recordar un elemento decorativo de la Sala de Conciertos. Pondríamos la mano en el fuego porque, con todos los respetos hacia las valkirias y el busto de Beethoven de Diego Massana y Pablo Gargallo, o las musas de Eusebio Arnau, lo que todo el mundo mencionará es el lucernario ya multicolor del techo, con una esfera invertida en el centro que representa el sol y bustos femeninos en los paneles que lo rodean. Desde este 25 de enero, brilla de una forma más peculiar que nunca.

Lo que pudo ver el público allí presente antes del inicio del concierto del contratenor polaco Jakub Józef Orliński fue cómo, de repente, ese lucernario, diseñado por el arquitecto del edificio, Lluís Domènech i Montaner, y materializado por el vidriero Antoni Rigalt i Blanch, se tiñó de toda una paleta de colores cálidos para, acto seguido, mutó hacia verdes más fríos hasta volverse de un azul cada vez más intenso y, finalmente, pasó al púrpura.

El espectáculo cromático es posible gracias al recién instalado sistema de iluminación que consiste en 16 proyectores de tecnología led de color variable que proporcionan una luz indirecta, omnidireccional y regulable, tanto en intensidad como en color. El efecto no solo simula la difusión de la luz natural durante la noche para deleite de los allí presentes. “Con esta intervención se ha querido modernizar la iluminación del Palau y se ha hecho con criterios de alta eficiencia energética”, explica Enric Brazís, director de Endesa en Cataluña, compañía responsable del proyecto a través de su fundación. La nueva instalación aumenta las posibilidades artísticas de la sala y el renovado lucernario acompañará, a partir de ahora, conciertos y espectáculos con la iluminación específica requerida por cada uno de ellos en cada momento.

Esta versatilidad en la iluminación es de enorme importancia para los artistas, como Orliński: “La luz es muy muy importante para un artista, tú puedes crear una atmósfera con tu voz, pero con la ayuda de la luz tienes mucha más fuerza para contar una historia”, explica el intérprete en declaraciones en exclusiva a El Confidencial, después de su ovacionada actuación y de atender al público con autógrafos y selfis. “Hoy han venido por primera vez al Palau personas desde Canadá, Portugal, Polonia… para ver el recital, y lo han conocido con esta luz tan increíble… Habrán dicho: ‘¡Esto es una locura [de bonito]!”.

16 proyectores de tecnología led instalados en el lucernario proporcionan una luz regulable, tanto en intensidad como en color

Orliński ofreció, junto al pianista Michał Biel, un recital de arias barrocas y piezas de compositores polacos. Precisamente, el joven intérprete (33 años) encarna mejor que nadie esa cualidad de lo versátil, ya que además de cantar desde música sacra a ópera, se desenvuelve a la perfección bailando break dance, tocando el piano o haciendo de modelo para campañas publicitarias. “Me gusta estar en constante movimiento, soy curioso, es algo que me inspira”, nos dice, y reconoce que actuar en el Palau siempre conlleva cierta presión por lo emblemático que es, pero “pesa y motiva más el gran honor de cantar aquí”.

Un 33% de ahorro energético

“La Sala de conciertos del Palau de la Música Catalana, está pensada para jugar con la luz, tanto la natural como la que se enciende por las noches durante las actuaciones, pero era necesario plantearnos un cambio, no solo para aumentar las posibilidades de la sala, sino también para reducir el consumo y los costes de mantenimiento de una instalación histórica. Esto se ha podido llevar a cabo respetando ese efecto espectacular que le quiso dar Domènech i Montaner, que daba gran importancia a los colores”, comenta Joan Oller, director general del Palau.

Con la renovación de la tecnología del lucernario se consigue un ahorro de 2.496 kilovatios-hora/año, 469,24 kg de CO₂ menos al año

Así, la nueva iluminación ha sido diseñada siguiendo los valores de sostenibilidad, eficiencia y responsabilidad ambiental. El control de la intensidad de la iluminación está pensado para aprovechar al máximo la luz natural del exterior. Las nuevas luminarias permiten una reducción de 1,60 kW de potencia, lo cual “supone una disminución del 33% del consumo energético respecto a la antigua iluminación. Con esto se consigue un ahorro de 2.496 kilovatios-hora/año, lo que evitará la emisión anual a la atmósfera de 469,24 kg de CO₂”, declara Brazís.

La regulación de luz y color se consigue con las luces led y el difusor instalados encima de la claraboya. El sistema de control de esta funciona desde una pantalla táctil, desde la cual los técnicos pueden trabajar y adoptar todas las decisiones acordes a cada espectáculo.

La Fundación Endesa ya colaboró anteriormente con el Palau de la Música en la iluminación de la plaza que da acceso al recinto. Ahora lo hace con uno de los elementos más emblemáticos del edificio. Esta intervención se suma a las otras más de 700 llevadas a cabo por la entidad en España durante sus 25 años de historia con el foco en la cultura. De estas iluminaciones, 82 están en Cataluña y 23 de ellas en Barcelona. Destacan la Estrella de la Torre de la Virgen María en la Sagrada Familia, la Catedral de Barcelona, el Castillo de Montjuic, el Parque Güell, la Basílica de Nuestra Señora de Montserrat, la Casa de Convalecencia del Antiguo Hospital de la Santa Cruz y San Pablo o el Museo Nacional de Arte de Cataluña, entre otros.