Por fin sabemos la cara que tenía el Homo longi, nuestro antepasado de hace 146.000 años

Hace unos 150.000 años aproximados, un pariente o primo del ser humano vagaba por los bosques helados del norte de China. Era una especie de homínido con una cabeza y un cuerpo imponentes al que se conoce como Homo longi (que se traduciría como "Hombre Dragón") que, pese a esas increíbles proporciones, fue identificado como "pariente cercano" del Homo sapiens.

El Homo longi toma su nombre del río Heilong Jiang (en chino "Dragón Negro"), el cual fluye por la provincia de Harbin. Fue encontrado por primera vez en 1933, cuando un grupo de trabajadores de la construcción descubrió un cráneo bien conservado mientras estaban construyendo un puente. Sin embargo, no fue hasta hace dos años cuando los investigadores se dieron cuenta de que el cráneo pertenecía a una especie previamente desconocida.

Y ahora, una nueva reconstrucción de su rostro revela cómo podría haber lucido. En concreto, el protagonista del "retrato" data de hace al menos 146.000 años, cuando los humanos modernos se codeaban con algunos de nuestros parientes evolutivos más cercanos (neandertales, denisovanos y otros). Se sabía que era poseedor de una serie de rasgos faciales únicos que iban desde las cuencas oculares cuadradas a dientes enormes o pómulos planos, pero ahora hay una hipótesis nueva: este homo podría estar más estrechamente relacionado con los humanos modernos que nuestros hermanos más famosos, los neandertales.

La representación

Para conseguir el retrato fiel de este antiguo homínido, el brasileño Cícero Moraes (que ya ha hecho reconstrucciones faciales en el pasado como las de los faraones del Antiguo Egipto o los humanos "hobbit") creó un modelo digital del cráneo utilizando datos e imágenes proporcionadas por los autores del estudio de 2021. Luego se incorporó el cráneo completo de otro humano antiguo, el Homo erectus, para completar los fragmentos faltantes de la mandíbula del Homo longi y algunos de los dientes.

Su enorme tamaño podría explicarse como una consecuencia para poder adaptarse y sobrevivir a las gélidas temperaturas de Harbin

Moraes también añadió marcadores de tejuidos blandos con tomografías computarizadas de humanos modernos y chimpancés, deformándolas para que se ajustaran a los contornos del cráneo del Homo longi. Esto dio como resultado la creación de un busto digital en escala de grises "anatómicamente coherente", basado en datos objetivos y técnicas de modelado confiables.

Como las imágenes están destinadas a ser representadas al público en general, Moraes dio permiso para utilizar un enfoque más artístico, implantando cabello y coloración al modelo, resaltando así su aspecto, según informa Ifl Science. Así, al conseguir el modelo final, Moraes calculó que nuestro primo tenía una circunferencia de la cabeza de 65,1 centímetros. Esta medida le da el honor de tener, con diferencia, la cabeza más grande de cualquier homínido conocido, colocando su cuerpo a la par del de los gorilas o leones.

Según los expertos, su enorme tamaño podría explicarse como una consecuencia para poder adaptarse y sobrevivir a las gélidas temperaturas de Harbin. El estudio que detalla la reconstrucción facial está publicado en Ortog Online.