Menorca rescata una tradición del siglo XIV y vuelve a producir sal de manera artesanal

Menorca recupera una tradición que mantenía desde el siglo XIV y que había perdido: la de recolectar sal de manera artesanal. Todo, gracias a las Salinas de la Concepción, que después de un minucioso trabajo de rehabilitación este verano vuelven a tener vida propia y a estar operativas.

Ses Salines Noves de Fornells-reserva de la Concepció son las únicas salinas activas de la cuatro que han existido en Menorca. Con su recuperación se busca conservar y asegurar el legado histórico, cultural y medioambiental de ese maravilloso paraje e iniciar un diálogo entre el pasado y la actualidad. Las salinas, con una superficie de seis hectáreas, datan de 1853 y han sufrido varias transformaciones en sus dos siglos de existencia. Pero ahora vuelven a sus orígenes, a la producción de sal de manera artesanal.

“Queremos que la nueva puesta en marcha de las salinas no se entienda como una disfunción o un fracaso de los que antes no pudieron mantenerlas y explotarlas, sino como un paso más que nos debe conducir a una mayor reflexión sobre estos humedales creados por el hombre y destinados a una primera visión productiva, que derivan en una cascada de valores y modelos a considerar en nuestras decisiones cotidianas que trascienden a lo largo del tiempo” explica Guillermo Casas, responsable de explotación.

La rehabilitación y reconstrucción de Las Salinas de la Concepció ha supuesto una inversión aproximada de 600.000 euros. Las actuaciones más relevantes llevadas a cabo han sido la reconstrucción del dique principal que separa el mar con las salinas; la redistribución y nueva construcción de calentadores, evaporadores y cristalizadores que permitirán la cristalización de la sal marina virgen y la flor de sal; la implantación de nuevos canales y compuertas que permitirán la circulación del agua hasta cada uno de los elementos que configuran las salinas y la adecuación y la construcción de diversas isletas interiores en las zonas de mayor superficie de agua para el anidamiento y estancia de aves.

Visitas en pequeños grupos

Mediante los trabajos llevados a cabo, se han podido rehabilitar cincuenta y cuatro cristalizadores en los que se podrá cristalizar flor de sal en su superficie y sal marina virgen en su fondo; los dos productos que se comercializarán bajo la marca Salinas de la Concepción. La rehabilitación realizada permitirá cosechar artesanalmente en torno a unas 10 toneladas de flor de sal y producir unas 40 toneladas de sal marina virgen por temporada, comprendida entre los meses de finales de junio a mediados de septiembre. Una sal que será secada bajo el efecto del sol y del viento siguiendo su proceso artesanal hasta su envasado manual en recipientes reciclables. El destino principal de la flor de sal y la sal marina será para abastecer el mercado gourmet de Menorca pero, además, se prevé iniciar su comercialización este mes de agosto en más de cien puntos de venta.

Pero, además, las Salinas de la Concepción se podrán visitar en pequeños grupos y con reserva previa a partir del año próximo, entre los meses de marzo a septiembre. “Se trata de un enclave único y muy especial que constituye un valor para el conjunto de Menorca que permitirá ver el mundo de la sal marina artesanal desde diferentes puntos de vista, desde el histórico, el patrimonial, el cultural, el paisajístico, el gastronómico y el medioambiental” explica Casas.